𝑶𝑫𝑰𝑶 𝒀 𝑨𝑴𝑶𝑹.

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─los apegos, estan completamente prohibidos para un jedi.─dije mientras caminaba al rededor de la sala, con la frente en alto.─ sin embargo, el amor es algo que un jedi debe aprender a dar de forma altruista. todas las cosas deberían ser amadas y respetadas, en lugar de ser odiadas... hablemos de ello, ¿que no les gusta a ustedes?

me senté en el suelo cruzando mis piernas mirando a los pequeños que me miraban con sus ojos miedosos e inexpertos, sonreí ante el brillo de inocencia de sus ojos. simplemente estaba pensando que algún día habrían dos pequeños más aquí, en este templo... quise gritar por ello.

─a mi no me gustan...─un youngling rubio levanto su mano de la nada haciendo que varios voltearan a ver─ los gritos...

─uhm, los gritos son horribles ¿no es así?─pregunté asientiendo, pasando la vista por los demás presentes.─ deben haber cosas que no les gusten...

─¡el calor!─habló una niña y yo asentí suavemente con ternura.

─¡a mi no me gustan los truenos!

─a mi no me gusta para nada la oscuridad...

─¡el espacio!

yo miré a todos entretenida mientras escuchaba su lista de cosas que odiaban. puse mis manos en el aire calmando el ambiente con una risita que no pude parar.

─todos han dicho cosas diferentes.─les dije levantándome del suelo, volteé a darles la espalda─ pero podemos concordar entre todos, que hay cosas que odiamos...

ellos volvieron a mirarme como si estuvieran hipnotizados, seguían mis pasos cuando yo los daba.

─pero el odio, es un sentimiento extraño.─dije juntando mis manos─ porqué parece que no podemos evitarlo, pero... nos acerca al lado oscuro.

algunos me miraron aterrados, otros tragaron saliva, incluyendo algunos que tenían sus ojos brillantes de susto, a punto de llorar.

─pero ¿y si les dijera que...─me di la vuelta─ yo tambien odio algo? ¿que pensarían?

ellos me miraron sin saber que decir, por lo que me arrebataron una risa tierna. me volvi a sentar frente a ellos.

─el odio es un sentimiento que muchas veces nace del miedo.─dije asintiendo─ y muchas otras de sentimientos negativos acumulados, pero muchas cosas de las que ustedes odian... ¡son importantes!... ¿ustedes se creerían capaz de amar aquello que odian?

sus rostros perplejos me dijeron que no. sonreí expectante, esperando por ellos.

─sé que deben estar pensando que es imposible...─admití y tiré mi cuerpo hasta atras hasta tocar el suelo.─ ¡quiero que todos se recuesten! ¡vamos a meditar!

escuché como me hacian caso mientras yo juntaba mis manos en mi estómago completamente relajada, mis ojos se cerraron por inercia.

─quiero que piensen en lo que más odian, y busquen cosas acerca de ello.─indiqué respirando de forma lenta─ busquen en lo que más odian una razón para amar.

con mis ojos cerrados recordé simplemente la lluvia de naboo... todos mis pensamientos de esa lluvia que tanto odiaba habían sido reemplazados por las burlas de anakin empujándome bajo la lluvia con él. sonreí de forma inmediata, yo había logrado amar a lo que más odiaba... o más bien a quien más odiaba.

me levanté de mi lugar viéndolos a todos esparcidos por el suelo con los ojos cerrados y sus rostros concentrados. me senté ahí observando su meditación, varios terminaron por levantarse en silencio luego de un rato. cuando todos volvieron a sentarse, se instaló un silencio que me maravilló, la fuerza se sentía como un brillo entre ellos.

─¿como se sienten?─pregunté y algunos se veían conflictuados, otros incluso aliviados.─ no se preocupen si no pudieron encontrar algo para amar de aquella cosa. es un ejercicio que pueden probar cada vez que se sientan molestos... que sientan que todo está perdido...

apoyé mi codo sobre mi pierna, y mi cabeza sobre mi mano observandolos con una sonrisa suave. admirando la fuerza interactuar con ellos de formas distintas a las que interactuaba con los adultos... mucho más errática y más impredecible. por eso estaban aquí desde pequeños, había que guiarlos de la manera correcta y enseñarles todo con formas que puedan entender. me había sentido tan feliz cuando yoda me pidió que lo ayude con los younglings mientras el se iba de misión.

la puerta se abrió interrumpiendo mi admiración por los más pequeños, pero no me molesto en lo absoluto. anakin me sonrió del otro lado de la puerta, pasando la mirada lentamente por los younglings.

─oh, wow, hola.─dijo frunciendo el ceño levemente, los younglings lo miraban con tanta admiración como yo los miraba a ellos antes.─ ¿alana? ¿tienes un momento?

yo asentí de forma lenta mientras me levantaba del suelo, juntando mis manos frente a mi, de nuevo.

─quiero que mediten un rato más, y nada de peleas. ¿hm?─les advertí y ellos se rieron mientras yo caminaba hasta la puerta.

una vez fuera me recosté sobre la pared con la cabeza golpeando el metal frío de esta, cerré los ojos con cansancio. anakin suspiro profundamente, sentía su mirada en mí.

─no me dijeron que estabas de niñera.─admitió haciéndome reír de forma leve─ bueno, tenías razón, el maestro obi-wan fue el elegido para ir a buscar a grievous...

yo abrí mis ojos buscando su mirada, estaba molesto. negué con la cabeza abriendo mis brazos y abrazándolo por el cuello de forma instintiva. el se quejó abrazándome de vuelta, su nariz se escondió en mí clavícula mientras respiraba de forma lenta.

─estas molesto.─le informé y el asintio de forma lenta─ no deberías, te dije que...

─lo sé, aún así...─susurró y yo no dije nada, eran sus sentimientos después de todo. estaba agradecida pero triste de ser una de las pocas personas a las que anakin le confiaba sus sentimientos... sus verdaderos sentimientos.

─¿quieres acompañarme?─le pregunté alejándome de él y apuntando a la puerta, el hizo una mueca de disgusto, yo lo miré mal.

─quiero decir puedo soportar uno o dos...─me aclaró y yo lo empujé lejos haciéndolo reír─ alana, no te enojes...

─¿como podría no hacerlo?─dije negando con la cabeza incrédula─ acompáñame si no quieres morir mientras duermes, ¿hm? ¿suena mejor?

el se rió, acomodando su cabello y dejando escapar un suspiro con pesadez.

─solo estoy haciendo esto por tí.─aceptó asintiendo de mala gana y yo apunte mi estómago.

─yo estoy haciendo esto por tí.─le recordé y el se rió bajando la mirada, un poco más convencido al respecto.

─muy bien, tienes razón, tengo que irme acostumbrando...─accedió dándome un golpecito debajo de la barbilla, para que levanté la mirada. me reí molesta entrando detrás de él a la sala de nuevo.

─¿maestro anakin? ─uno de los younglings levantó la cabeza de inmediato, yo me reí por lo bajo enternecida por el nombre... creo que incluso termino por subirle el ego─ ¿va a acompañarnos en la clase?

─si, ¿por qué no?─dijo apuntandome con la cabeza para que me siente en el suelo junto a los younglings, yo me crucé de brazos ofendida y el volteó a verme sonriendo.─ lo siento, alana, déjame lo que resta a mí. se qué la clase de la maestra alana debe haber sido un aburrimiento...

recibió un golpe antes de sentarme y el se rió sobando su brazo.

─por lo que ahora, yo les enseñaré a armar su sable láser. ¿hm? ¿que tal suena eso?─se rió abriendo sus brazos, los younglings festejaron en unísono y el me miró con esa tonta sonrisa de ganador.

─imbécil.─dibuje con mis labios y el sonrió aún mas ampliamente ignorando mi insulto por completo.

STAMP ON IT | ANAKIN SKYWALKER Where stories live. Discover now