capitulo 63

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Para empeorar las cosas, Alvin ya se había escapado.

Alvin, que había estado ansioso desde que Ariel le lanzó palabras significativas a Leroy, empacó sus cosas y salió corriendo tan pronto como escuchó la noticia de que Leroy había sido convocado con urgencia al Palacio Imperial.

Al escuchar de los guardias que la residencia de Alvin estaba vacía, Leandro sonrió amargamente ante su abatimiento. La personalidad tímida de Alvin en realidad le ayudó a salvar su vida.

Podría haber obtenido la respuesta que quería si atrapara a Alvin ya que carecía de fuerza mental y en poco tiempo le hubiera dicho todo en un interrogatorio. Incapaz de hacer esto o aquello, la ansiedad de Leandro se profundizó.

—…No puede haber huido tan lejos, Su Majestad.

Carlos abrió la boca, como si hubiera leído el complicado estado de ánimo del Emperador. De hecho, él tampoco podía creer la traición de Leroy y Alvin.

Sin embargo, mirando la clara evidencia frente a sus ojos y la historia de Ariel, quien parecía ver a través del futuro, su traición era un hecho claro.

A Carlos le preocupaba que el corazón de Leandro estuviera apesadumbrado ahora que los problemas internos habían estallado en un momento en que era demasiado preocuparse solo por la guerra con Cyril, quien no sabía cuándo comenzaría.

Durante sus años con Leandro, Carlos nunca lo vio decir que era difícil.

Por eso Carlos siempre miraba la cara y la voz de Leandro y trataba de leer cuáles eran sus verdaderos sentimientos. Cómo conoce a Leandro, siempre pone su dolor en sí mismo y así  esperaba que pudiera hablar sobre sus resentimientos y apoyarse en él esta vez de nuevo.

No importaba si el oponente era él mismo o Ariel.

—La palabra del traidor, significa la muerte.

¿Estás hablando de Alvin o Leroy? O fue para todos ellos, no lo sabe. Carlos miró el rostro de Leandro, quien parecía más tranquilo que enojado. Lo único que se le ocurrió era que quería aliviar a Leandro de las preocupaciones que pesaban sobre su corazón lo antes posible.

—Por favor, déjeme a mí atrapar al Primer Ministro.

La Guardia del Emperador ya estaba persiguiendo a Alvin. Si a Carlos le encomendaba la tarea de encontrar al traidor, el trabajo estaría claro, pero Leandro no se mostró muy reacio.

Aún no sabía cuántos elementos impuros más había todavía en el Palacio Imperial, sino que no quería volver a separar a Carlos de su lado, ya que ya había antecedentes de guerreros de Cyril infiltrados en Baldwin.

—Incluso si no lo haces, los guardias atraparán al criminal.

—Yo sé eso. Sin embargo, si me muevo, podré arrestar al criminal un poco más rápido.

Había varios caminos predecibles por los que Alvin podría haber huido. Conociendo sus tendencias, Carlos confiaba más que nadie en encontrar la ruta de escape de Alvin.

En ese momento pensó Leandro. ¿Debería enviar a Carlos al otro lado de la frontera para capturar rápidamente a Alvin, o debería quedarse con él y concentrar toda su energía en encontrar las ratas escondidas en el palacio?

Ariel, La santa lasciva novela +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora