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Solo dos meses de la paz ante la tranquilidad sus mentes fuera al estar enfrente de la computadora. Los días tan complacidos para los chicos.

Ya era hora de irse regresar a sus días estar con su comunidad de nuevo la confianza entre la química de Osvaldo y Melissa habían subido más de lo normal, entre los apodos más tontos a los más tiernos, las palabras de apoyo compartidas escuchar uno del otro.

Que osvaldo se enamoraba más de Melissa a lo que ella si corazón empezaba a corresponder esos sentimientos de ese chico alto y carismático.

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Las horas talladas entre los minutos cada segundo sentir el aire por los pulmones el aire pasando sobre el rostro escondiendo el sudor, ante la piel, cuidada los rayos restregaba sobre la piel de ambos su camino se encontraba hacia la cuidad más inesperada. Al lugar donde viven y conviven con sus amigos ante los encuentros más inesperados.

( . . . )

Me: ya llegamos — contesto con voz agotadora se tallaba sus ojos hace unos minutos se encontraba durmiendo en el asiento del auto.

Ma: ya casi solo falta que crucemos aquí — afirme a sus palabras cruzamos por la carretera por fin llegamos a la ciudad. Mire a mis alrededores cruzar entre los autos las luces alumbraban ante mi mirada. te gustaría cenar de paso

Me: claro contesto con la mirada entre la ventana.

Ma: de acuerdo — no dijo más llevo su manejo a un pequeño restaurante no era tan lujoso pero si un lugar cómodo para cenar.

Hace tres días la he visto rara. Siempre he querido me contara que le pasa, me contesta con un simple “estoy bien” no le busco vueltas al asunto. Se que ella me diría que está pasando; pero...esto no me está gustando algo le sucede.

Llegamos al restaurante tomamos nuestra mesa un poco alejados de las personas a nuestra mesa, para meli no tenía problema por ello tome el menu, fui leyendo cada platillo a lo que mi apetito llegaría a gustar o más aprobar. Pedimos nuestras respectivas comidas, intenté tomarla de la mano ella alejo un poco su mano, mis ojos se posaron ante los suyos ella me miró con algo de nerviosismo. No le dije nada escuché nuestros platillos tardarían un poco así que nos ofrecieron un café de cortesía.

Me: no se preocupen, gracias por el café es exquisito

Ma: gracias. Melissa ¿Estás bien?

Me: lo estoy — su mirada cayó ante la taza de café sus dedos apretaron un poco sobre el objeto de porcelana. estoy muy bien.

Ma: no lo estás — contestó arrebatando la atención de la mujer enfrente ante sus ojos.

Me: ¿Por qué lo dudas?

Ma: has estado rara en estos días.

Me: no lo he estado

Mentiras cautivaban ante las palabras de melissa, líquido venenoso se pertenecía sobre las palabras puras de la chica. La imagen de osvaldo su cuerpo se convertía más nervioso y sus acciones le ayudarían hacer lo contrario, sus labios tropiezos absorbieron un trago del café recorriendo el sabor de la galleta a te sus pupilas gustativas.

El primer amor🌷 || Elmariana x Melissa ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora