10 Janna En Barcelona

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Janna.

Otro días más.

Contados los días que tengo feliz, o los que realmente me han gustado. Tengo 18 años, y ya estoy cansada de la vida. Decepción tras decepción. Mentiras y más mentiras.

Todo ya es una rutina para mi. Me levanto temprano, voy a la Cuitat Esportiva, me tomo ocho tasas de café, trabajo hasta la madrugada, peleo con Gavi, me vuelvo a mi casa <solo si tengo minúsculas cantidades de trabajo> y fin.

Ahora resulta que estoy enferma, lo que me faltaba. Los chicos vuelven esta semana a Barcelona, y ya tengo planes con Alejandro para el cumpleaños numero 19 de Pablo. Según yo, quiero celebrarlo en Pamplona, pero eso queda fuera de mi alcance y el de los chicos. De camino a la Masía me topé con Héctor Fort, el que causó muchos problemas con Pablo.

- Hola, Janna. - le sonreí rápido yendo a la recepción casi corriendo - Ey, no huyas.

- Ocupo poco tiempo, Fort - le dije, llegando donde Paco y sonriéndole al señor - Necesito las llaves de Gavi y las de Alejandro.

- ¿Alejando? - preguntó.

- Balde, Alejandro Balde.

Me entregó lo que pedí y me encaminé seguida de Fort que me seguía el paso.

- Eres novia de Gavi ¿no? - preguntó, una vez estamos en el ascensor.

- Si... Bueno. Algo así.

- En estos días habrá un concierto ¿quieres venir conmigo? Iremos unos cuantos de aquí, Yamal irá. Será el 5.

- Gavi cumple ese día.

¿No notaba que no quería hablar con él? Que fuerte.

- Pueden venir ambos, Janna. - propuso.

Negué lentamente hasta que llegamos a la planta donde estaban las habitaciones de los chicos, le sonreí antes de salir y dejarlo con la palabra en la boca.

- Santa catedral de Barcelona, protegeme.

Me estaba invitando a salir disimuladamente, lo más probable es que cuando lleguemos a ese tal concierto no nos encontraríamos a ningunos chicos nada, y eso quedaría como una cita.

No sé, nunca en mi vida me han gustado las habitaciones de la Masía, siempre me han parecido la cosa más básica y aburrida del mundo. Por lo general habían dos camas, dos escritorios, un baño y dos pequeños armarios a cada lado. Gavi tenía todo tan lindo, en su lugar correspondiente, por que casi no venía y, se quedaba en su casa. Era extraño, él tenía ya su casa pero le encantaba quedarse aquí cuando los entrenos eran hasta tarde. Hace un año ya debería abandonar esto.

Vine exclusivamente a buscar una sudadera del nuevo México, que amaba mucho. La saqué y salí rumbo a buscar también cosas para Alejando, dejó su ordenador. Salí de la Masía caminado con sigilo, no quería ser vista otra vez por Fort y que me invitará esta vez a que sé yo. Dejé las llaves donde Paco y corrí afuera.

Era jueves, los chicos llegarían en cualquier día de estos, probablemente hoy, no sé, no he ido a mi casa.

Hace unos días, fue el primer partido de la liga de Gerard, y el muy estúpido no me avisó para acompañarlo, me fuese gustado mucho ir. Volví otra vez a la Cuitat Esportiva, aburrida, Laporta no estaba, ni los chicos, los extrañaba. Ya no tenía trabajo acumulado, ni tampoco por hacer, estos días he estado todas las madrugadas corridas adelantando, para poder descansar en paz.

...........

Pasé mi lengua por mis labios, abriendo las cajas de comida china que pedí no hace mucho. Estaban calentitas así que sin pensar dos beses, puse alguna película, y empecé a comer en tranquilidad.

Piqué estaba en Madrid, Dorian en Sevilla, y ya no tenía más vida social.

Mis amigos eran los chicos del equipo, nunca me tomé el tiempo de salir a conocer a alguien, si salía era a beber o pasear y no lo hacía sola. En el instituto tampoco tenía amigos. Con respecto al insti, lo había terminado antes de tiempo, y no quería seguir estudiando, no me gustaba y tampoco tenía algo que me motivara a seguir estudiando. Alguna carrera, o algo así, nada me llamaba lo suficiente la atención. Por suerte tenía dinero, ahora imagínate que no tuviera, iba a ser una muerta de hambre.

Eran las ocho en punto, del tres de agosto. En sólo dos días, Gavi cumpliría los 19.

Conocí primero a Alejandro, apenas éramos chiquillos, él estaba en la Masía y yo me la pasaba metida allí. Luego a Pedri, para eso de 2020 antes de que se fuera Messi y que Gerard se retirara. Empezamos quedando para beber, aún cuando ambos éramos menores de edad y nos escondíamos de Gerard. Luego, llegó Gavi y Pedri empezó a cambiarme por ese sevillano feo. Gavi era un estúpido que me hacía la vida imposible, para después terminar follando los dos en un baño de discoteca.

Poco a poco, fuimos quedando más y más para después, yo quedar enamorada de él. Lo que le importó un semejante pito. Se iba con otras tías, me restregaba sus polvos por la cara, me ignoraba, luego me buscaba, después se volvía a ir, hasta el punto en que eso me dejó de importar, siempre volvía y estaba acostumbrada.

Nunca me cansé de eso, pues para mí era insignificante. Cada vez sacaba más, y más las garras.

Él me conoció así, alcohólica, loca, y bailadora. Me encanta salir y emborracharme con los chicos, posiblemente hasta me lié con uno de ellos en estaba de ebriedad. Eso a él le molestaba, qué saliera todos fines de semana... Sin él. No lo invitaba, ni los chivos por uqe se ponía a hacer un show, y me avergonzaban sus escenas de celos.

Luego ya eran las prohibiciones, no me dejaba salir si no era con Ronald, cosa que obviamente me negué, de a ratos. Tuvo problemas con Alejandro, Pedri, incluso con el pobre de Ansu que solo me ayudaba con las peleas. Ya a lo último era egoísta, no quería verme con ninguno de los chicos, me quería solo para él, me encerraba en su casa, todo el día, como si yo no trabajara.

Luego "Terminamos" aunque la verdad que lo nuestro no fue más nada que polvos y celos descontrolados. En fin, solo espero que cambie un poco.

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Mañana es el cumple de Gavi, y no tengo ni idea de que escribir.








Blaugrana - Pablo Gavi. Where stories live. Discover now