12. Antojos pt1

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Janna.

Ninguno de los dos había empezado a hablar, y yo esperaba sus razones todavía.
Se veía algo molesto, y sabía yo que no me daría ninguna explicación, así que simplemente lo escucharía y me dejaría caer en la cama para dormir.

Movía mis pies en la piscina, mientras él estaba apoyado de mis rodillas. Molesta molesta... No estaba, me daba igual lo que hacía, realmente sus disculpas las merecía Alejandro y Pedri, no yo. Llevé mis manos a su cabello y lo acaricié un poquito. Gavi y yo habíamos pasado casi todo el día aquí en la piscina, por lo que su piel ya estaba empezando a tornarse rojiza.

- Hablar ¿para qué? - se quejó, ya sabía que dar explicaciones no era su fuerte - Mejor disfrutemos este pequeño momento, antes de que me vaya a entrenar.

Entre tantas quejaderas de su parte, accedí y pasamos parte del día en la piscina. Hoy su entreno era de noche, así que estaba sin cuidado.

Nuestra comunicación era nula, él solía no hablar mucho, y yo tampoco tenía la necesidad de hacerlo, por que la comunicación entre parejas siempre me pareció absurda.

- Es domingo, debería de no ir a entrenar.

Rodé mis ojos.

- ¿Qué te pasa hoy?

Ya su susto no era la titularidad, o que no lo sacaran a jugar. Hace unas horas me dijo que estaba teniendo un problema con su espalda, y que a veces le dolía. Por eso no jugó en los amistosos. Pero vamos, a él eso lo tenía sin cuidado. Ama entrenar y creo que sus razones para no ir hoy, es que están haciendo pruebas de sangre.

- No quiero ir.

- Hasta hace una semana estabas peleando por que te dieron un día libre.

Y era cierto, Xavi lo tuvo que amenazar con que si iba a entrenar el día siguiente estaría sentado por seis partidos.

- Pero hoy es diferente, hoy no quiero y ya.

- ¿Por las pruebas?

Hace unos días que Laporta me dijo que hablara con los del consultorio, por que quería prueba de sangre para ver en qué condiciones estaban los chicos.

- ¿Anti....?

- No me drogo, por Dios - suspiré en alivio, ya de él no me espero nada - Solo no quiero y ya.

Me encogí de hombros, y seguimos hablando de trivialidades aburridas que me dieron ganas de comer. Él fue a pedir algo de comer mientras yo me iba a decidir con qué bebida sería.

De solo pensar en cosas con grasa y nada saludables se me salía la saliva. Me escontraba deseando un buen pesado de calorías.

Mi celular era una de las cosas que estaba en el olvido. Hablé con mi papá, pero mi mamá no me había siquiera mandado un mensaje, cosa que tampoco iba a hacer yo, Gerard si que habló con ellos, pero no me dijo mucho. Tal vez a ellos les daba igual y Ged no me quería hacer sentir mal. A los padres de Gavi ya los conocía y no sé si él les habría dicho algo sobre nosotros. Los del equipo lo sabían desde hace rato, solo que se hacían los locos.

Me recosté de la encimera, viendo la hora, ya casi eran las seis menos tres. Pablo entró por el umbral, despreocupado, y trayendo las bolsas de KFC.

- La idea era no salirse de la dieta - negué, pero en el fondo brincaba - Xavi va a matarme.

Se encogió de hombros él. Jugué con las bolsas antes de abrirlas y empezar a comer en total silencio. No era extraño ni nada parecido, es... Raro, pero no llega a ser extraño.

- ¿Cuando tienes juego?

- El miércoles - pareció pensarlo y luego se echó al respaldo de la silla - No pienso hacer ningún gol.

- Ajá.

No sabía si era que no le gustaban, o que se le hacía difícil hacerlos. Pero siempre se negaba a dedicarme uno.

La hora había llegado, él ya tenía que irse, así que lo estaba literalmente obligando a salir de mi casa.

- Hijo de perra, pesas mucho.

Se movió otra vez pero le detuve y logré dejarlo fuera, por minutos, por que entró por la ventana. Casi lloro al verlo correr y encerrarse en el baño, pero esto no se quedaría así, él se iba a entrenar si o si.

Blaugrana - Pablo Gavi. Where stories live. Discover now