4 El diario estudiantil

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Scorpius tiene su primer cita con James. Cree que las cosas han salido bien, pero...

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El diario estudiantil

—Un maldito egocéntrico estirado —insultó James mientras atravesaba el retrato de la Dama Gorda, cuadro que resguardaba la casa de Gryffindor. A su lado, caminaban en silencio su primo Fred y su prima Molly—. Todo se trata de él —siguió, tomando asiento en el sofá a frente a la chimenea en la sala común.

Molly y Fred tomaron asiento en el suelo, colocando sus espaldas contra el sofá. James alcanzó a ver como se miraban entre ellos. Rose, que ya estaba allí, se encontraba un poco más lejos, sentada en una mesita de estudio, revisando seguramente por sexta vez un ensayo, aun así, se tomó el tiempo para soltar una risita.

—Creo que te estás describiendo a ti mismo, no a Scorpius, James —dijo ella, levantando la vista de su ensayo—. Si te dieras la oportunidad de conocerlo, descubrirás que tal vez de verdad sea la pareja ideal para ti.

James gruñó en dirección a su prima. Su maldito Sombrero del Amor mal hecho tenía la culpa. El hecho de que el Sombrero del Amor lo emparejara con Malfoy era prueba de que algo estaba mal, pero su prima Rose jamás lo admitiría.

—No —respondió él—. Malfoy es un estirado y se cree superior. Es arrogante. A mi me gustan dulces y agradables.

Rose volvió a reír.

—Ahora sí estás describiendo a Scorpius.

¿Qué?

—¡Qué mal que estás, Rose! Creo que ya eres una estirada. Aunque voy a ceder algo a Slytherin —su prima pareció interesada—. Todo esto es patético. Una idea absurda.

—Tú pusiste tu nombre. Además, la profesora Chang y yo no pensamos lo mismo. Todos están volviéndose individualistas y solitarios, compartir con alguien compatible nos hará bien.

—Tú no participaste —la acusó entonces James.

—No, porque ya tengo mi cita, con mi novio —aclaró su prima—. McLaggen —le recordó. Con eso, Rose guardó su ensayo y se retiró. Percy, que dormía debajo de su silla la siguió, no sin antes dedicarle una mirada de ojos entrecerrados.

Molly se movió, ya tenía un libro sobre sus piernas y una pluma que depositó en el mentón:

—En mi opinión —empezó, y James supo que la chica diría un disparate—, Scorpius y tú se gustan. Usualmente, quienes se irritan tienden a sentir algo el uno por el otro.

—¡Por favor! —James estaba horrorizado—. Lo único que siente Malfoy por mí es aborrecimiento. Lo mismo que yo por él. Créeme, la cita de mañana será un desastre asegurado.

Creevy, que estaba en la sala también, en una esquina entre las sombras, levantó la cabeza. James pareció confundido porque hasta ese momento ni siquiera había notado al chico. ¿Había escuchado todo?

—Oye —le dijo el chico con expresión interesada—. Mañana después de tu cita, ¿puedo hacerte una entrevista para el diario estudiantil?

—Cla-claro.

***

La cita del 14 de febrero en el café dirigido y organizado por los chicos de séptimo, para sorpresa de Scorpius, no fue tan horrorosa como había pensado. Durante los primeros minutos la cosa había ido bien. Junto a James, conversaron acerca de los TIMOs, las materias que querían mantener, incluso hablaron de unas pocas cosas en común, como el Quidditch. Ambos opinaban que Rohan, el jugador del momento que tuvo que resguardarse por una lesión severa, sería una gran pérdida para la selección de Inglaterra. Luego, las cosas se torcieron un poco con la aparición del gato de Rose, Percy.

Valentín en Hogwarts [Jamius / Scames]Where stories live. Discover now