6 ¡Qué se besen!

276 21 2
                                    


Scorpius empieza a deslumbrarse por James. 

6

¡Qué se besen! 

Por primera vez en sus seis años en Hogwarts, James Sirius Potter se permitió no ser impulsivo.

Carajo.

De verdad hubiera querido azotar la puerta del invernadero y enfrentar a Neville y al idiota de Creevy. Quería prohibirles que escribieran cualquier mierda para el artículo de esa noche, pero si lo hacía de forma impulsiva, se dio cuenta, sólo lograría darles pase a que escribieran más en contra de Scorpius. Nada les contaría transformar sus palabras.

James debió contar tres veces hasta diez, acompañado de respiraciones profundas. Se alejó de la puerta y esperó que el resto de sus compañeros llegaran. Entró junto a todo el curso. Creevy salía ya, para irse a su clase, al verlo se detuvo, mirándolo con entusiasmo.

Maldito, pensó James.

—James, ¿hacemos una entrevista hoy?

—No —dijo con más desprecio del que pretendía demostrar—. Hoy hay otra cita a la hora de la cena —aclaró—. Y después, lo siento, Creevy, pero tengo práctica de Quidditch.

—Oh —Creevy pareció confundido pero se fue sin decir nada.

James no supo cómo pasó la clase de Neville sin explotar. Tal vez ayudó pensar en un plan. Sí, mientras Neville daba su clase, él decidió que buscaría la ayuda de su prima Rose. Ella sabría qué hacer, era inteligente, y sin duda, sabría cómo castigar a Neville.

***

Scorpius estaba con buen ánimo. Si bien al día siguiente tenía Herbología, se sentía casi sin cargas. Sus otras clases fueron bien, nadie hablaba del artículo repetido de Creevy en el diario semanal, aunque sí había visto algunas risitas por la portada, cortesía de la profesora Chang. En los pasillos, Lulú especialmente le había recalcado lo lindo y relajado que se veía, lo que le hizo sonrojar y debió esconder su rostro detrás de un escéptico Albus.

A la hora de la cena, se despidió de Al, Vincent y Thomas y se fue camino al Gran Salón donde estaban preparadas las mesas de Citas de la Semana del Amor. James ya lo esperaba, estaba al lado de Rose que conversaba animadamente con su novio, McLaggen

—Buenas —los saludó.

—¡Ey!

Scorpius se sorprendió por el saludo de James. El chico no le sonría, al contrario, estaba serio.

—¿Está todo bien? —preguntó.

—Sí, no te preocupes.

—Suerte en tu cita, Scorp —susurró su amiga antes de irse. Scorpius sintió muchas miradas siguiéndolo a medida que se acercaba a la mesa reservada junto a James. Entonces, fueron interrumpidos a mitad de camino por Creevy.

—El diario hoy sacó un artículo tan fantasioso —dijo riendo. Scorpius se puso tenso—. Tengo unas preguntas para ti, Malfoy.

—Mala idea —Escuchó decir a James. Scorpius pudo ver la sorpresa en Creevy, pero seguía aferrado a su pergamino y pluma, poco dispuesto a ceder.

—¿Por qué? Será estupendo oír hablar cómo toma todas las mentiras a su favor de parte de la profesora Chang, ¿no crees?. Hay que abrirle los ojos a los estudiantes.

—Eres igual a la perra de Skeeter, Creevy —Scorpius se sobresaltó en su lugar al oir a Rose. Su amiga estaba de pie, roja de furia. Y él no era el único sorprendido. No era para menos, ella nunca decía barbaridades en voz alta. Hasta Creevy estaba blanco.

Valentín en Hogwarts [Jamius / Scames]Where stories live. Discover now