Acto 3 Espíritu Negro

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El silencio en la sala del hospital fue interrumpido por una vibración leve que paso unos segundos después.

-Espero que esta, sea la última replica –murmuro Inés con cierto fastidio.

-¿Cuánto tiempo, he estado inconsciente? –pregunto River, ignorando la marca roja de la palma de una mano en su mejilla derecha, notando que su fornido abuelo lo miraba severamente con sus ojos azul hielo.

-5 días, -respondió el doctor –entraste en un coma temporal, pero no fue nada serio, en la resonancia magnética, no salieron daños internos en tu cerebro ni en ninguno de tus huesos. –añadió viendo la mirada sorprendida y asustada del fornido joven.

-¿Que fue lo que sucedió, River? –Pregunto Danner cruzando los brazos sobre el pecho y fijando su vista gélida en su nieto. River entendió que estaba en problemas, su abuelo no era solo un fornido anciano cascarrabias, normalmente era un hombre de carácter fuerte, pero era cordial con todas las personas, pero. Pobre de aquel que lo hacía cruzar los brazos y hacer que ponga la mirada fija, porque aquella persona estaba metida en un buen problema.


River tomo aire y notando que los presentes lo miraban fijamente y con interés, comenzó a narrar lo sucedido, como esperaba su abuelo palideció cuando River conto lo del pasaje secreto en la fuente.

Eso lo puso más nervioso, pues a diferencia de otras personas, su abuelo, Danner no enrojecía con la ira, simplemente palidecía, mas y mas cada vez que se enojaba, hasta quedar blanco, como un fantasma severo e iracundo.

Siguió narrando la conversación y advertencias de esa voz. Su abuelo se puso casi por completo blanco, de no ser por sus ropas, sus ojos azules y su cabello gris.

Al final, su abuelo, pareció alivianar su ira, cuando River conto de los dos tubos, y uno de ellos, había sido aplastado por el techo derrumbado, aparentemente unos años atrás.

-Lo último que recuerdo –murmuro evitando mirar a su abuelo –Es que vi algo lanudo, saltar hacia a mí, unas luces doradas y de ahí, pues sentí que me llevaban cargando y luego, solo oscuridad, hasta que desperté hace unos momentos.

La habitación, prácticamente se quedo en silencio unos momentos, River tembló un poco al sentir la mano de su abuelo en su hombro, pero tras mirar por segunda vez, vio que Danner, le sonreía.

-Me gusta tu sinceridad, River. –Dijo con una nota de orgullo –Por cierto que nosotros, (así como medio pueblo) no somos los únicos que hemos estado preocupados por ti.

-¿Qué quieres decir, abuelo?

-Tú, despertaste a un Organoide. Supongo sabes que es un Organoide.

River no contesto. Había oído muchos relatos de Organoides, Zoids "pequeños" con forma de dinosaurios los cuales podían incrementar el poder de un Zoid, y con experiencia, hacerlos evolucionar o resucitarlos.

-P... pero, creí que tenían forma de dinosaurio, este parecía... ser cuadrúpedo.

-¿Por qué no lo revisas tu mismo? –Pregunto Franco con un dejo de sarcasmo

Las palabras de este tardaron un momento en hacer reaccionar a River que se incorporo casi de un salto.

-¿Qué?

-Está afuera –dijo Inés sonriendo

-No, es cierto –murmuro River

-Ha estado velando por ti, desde que te trajo inconsciente, sobre su lomo. –dijo el Doctor


-Cuando, el temblor inicio, hace casi una semana, cundió el pánico, pero afortunadamente, no hubo muertos, pero si muchos heridos y lesionados. –Comenzó a narrar Danner -En esos momentos, mientras yo te buscaba desesperado, tras una réplica de menor escala. Todos en el pueblo escuchamos un poderoso rugido, y desde las montañas, vimos aparecer una flama negra y de esa flama, apareció un Organoide con forma de un león negro.

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