𝐉𝐮𝐣𝐮𝐭𝐬𝐮 𝐊𝐚𝐢𝐬𝐞𝐧 | 𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒

Suguru Geto | Corazones rotos Part2

Advertencia: Contenido sexual explícito.
Protagonista: T/N
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Palabras 2802
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10 años después...

—Y también recuérdame ir a la reunión con los peces gordos.—dice Gojo mirando su celular.

—Oye idiota, ¿que acaso me ves cara de agenda o que?—le pregunto molesta, Gojo siempre me anda diciendo sus cosas como si yo fuera su secretaria.

Bueno aunque siempre lo termino escuchando porque me gusta el chismesito.

—Disculpa, Disculpa.—Dice con un tono divertido.—Pero pensé que éramos amigos y los amigos se ayudan.

—No de esa manera... Más que tú amiga parezco tu agenda personal.—quito su celular de sus manos para que me preste atención.

—que aburrida eres...—susurra.

—cállate.—intento darle un golpe en su hombro, pero su ritual no me permite ni rozarlo.

Empieza a reírse.—Cuando entenderás que tu debilidad no puede contra el gran Gojo.—me saca la lengua, este idiota, ¡Ahg! Juro que no lo soporto.

—Animal.

—Idiota.—Contraataca.

—Energúmeno arrogante .—sonrió victoriosa viendo cómo sus labios se abren con indignación.

—¡oyeee!—empuja mi hombro.—Eres malvada conmigo. Yo que soy tu mejor amigo, la razón de tu felicidad.—dice con sus lagrimas y drama falso.

—¡Gojo!...—No termino porque el Director yaga llega interrumpiéndome.

—ya déjense de peleas... Satoru deja a ___.—lo acusa.

Río victoriosa, Satoru empieza a quejarse,me da un empujonsito con su hombro.

—parecen niños.—dice viéndonos con toda la seriedad que lo caracteriza.

—y bien director, ¿que lo trae por aquí?—pregunta satoru.

El director da un pesado suspiro. Sus ojos se dirigen a nosotros denotando preocupación.

(...)

No puedo creer que esto me esté pasando a mi.

El director yaga nos informó que habían algunos inconvenientes últimamente con varios velos en las misiones que se han realizado, alguien esta haciendo que los Velos se queden y aparecen maldiciones de grados altos de la nada. Y el principal sospechoso es nada más y nada menos que: Suguru Geto.

Hace años no se nada de el, decidí que no podía seguir lamentandome por el, claro que seguí con mi vida, estuve con otros chicos, pero ninguno me hizo sentir tan feliz como Geto.

Aunque admito que verlo luego de tantos años causaba esas extrañas cosquillas en mi estómago.

Llevo un rato largo esperando fuera de lo que antes era la secta del manto estelar. Noto lo cambiada que está, una chica con una carpeta en su mano se me acerca.

—¿Disculpe? Señorita.—llama mi atención.—no puede estar ahí parada si no viene por una cita con el señor geto.

—oh, disculpe...no tengo cita, pero soy amiga del señor geto y pasaba por acá a saludar.—mentí dando mi mejor sonrisa para que la chica no sospechara.