Irene

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Había tenido una pelea con mi novia nuevamente, era una situación bastante desgastante y puedo tomar ese pretexto de como inicio ese algo con mi hermana Irene.
No soy detallista pero la primera vez y última que traté de serlo me dejaron plantado, mi novia a último momento canceló la cita que teníamos así que para no perder la cena romántica que le tenía preparada decidí llamar a mi hermana al lugar en donde estaba. No fue planeado ni nada, solo simplemente lo hice sin más.
Cuando ella llegó estábamos bebiendo algo de vino, platicamos a gusto sin complicaciones, pasar el tiempo con ella era algo que me relajaba. Irene entre la conversación me dijo que tenia que terminar mi relación con mi novia, que ella no me valoraba, yo suspiré, aquellas palabras tenían razón pero ya no quería recordar más a mi novia así que le dije a Irene que si íbamos a una discoteca a bailar a lo que ella aceptó de inmediato.
Cuando estábamos en el lugar la pasamos bien, disfrutamos y en gran parte olvidé el mal momento que me había hecho pasar mi novia, fue entonces que me di cuenta como hay mujeres que te hacen olvidar de todo en un instante, Irene era una de ellas.
Tal vez el licor o la situación o no lo sé hacía que mire más a mi hermana Irene, bailabamos una canción algo romántica y sin evitar ese impulso me acerqué y le dí un corto beso en sus labios, en ese momento pensé que me daría una cachetada pero solo la vi sorprendida diciendome que era lo que hacía, entonces le respondí que esa noche se veía bastante bella que no pude evitar querer darle un beso, ella al escuchar esas palabras sonrió levemente y se sonrojó, en ese momento me acerqué nuevamente y le di otro beso un poco más largo, ella me dijo preocupada que alguien que nos conozca podía vernos, así que le dije que no había problema, que fuéramos a mi apartamento, pensé que obviamente ella se negaría pero no fue así, simplemente regresó a la mesa por sus cosas, tomó mi mano y nos fuimos del lugar.

Tiempo después estábamos en la habitación de mi apartamento, la abracé de la cintura y la acerqué conmigo a la cama, estaba encima de ella y la miraba fijamente, pase mis dedos por su rostro acariciando su suave piel, me acerqué lentamente y la besé, esta vez ella me correspondío , era un beso lento que disfruté bastante, sentir el dulce sabor de su labial era una exquisites, el beso se profundizaba más cuando ella rodeo mi cuello con sus brazos, eran momentos inolvidables, momentos que me enamoraban.
Luego de haber disfrutado esos momentos Irene estaba por irse, estaba agradecida por la invitación pero le pedí que no se fuera, que se quede conmigo, ella aún dudaba, le dije que durmiera conmigo esa noche, que de igual manera ese apartamento era suyo, Irene sonrió y aceptó.
Al momento de quitarse la ropa ella pidió que apagara las luces, yo en ese momento ya estaba en la cama y solo ví la hermosa silueta de ella quitando sus prendas hasta que solamente quedó en ropa interior, luego se acercó a la cama y me abrazó, yo mientras tanto la tomé de la cintura y le di pequeños besos en sus labios mientras sus tibias piernas se entrelazaban con las mías.
El placer de estar con una mujer no es simplemente penetrarla y ya, el placer de estar con una mujer es mucho más que eso, es conectar con ella, sentir esa química, sentirla y disfrutarla al máximo.
Así fue esa noche con Irene, probé sus dulces labios, bese su suave cuello mientras mis manos contorneaban su cintura, acaricié sus piernas debajo de las sábanas, disfruté su calor y su aroma.

A la mañana siguiente ella dormía en mis brazos, era bastante hermosa, incluso mucho más que mi novia, Irene era única y el solo pasar esa noche con ella había hecho que me olvidara de todo y hacían más claras las cosas de lo que yo debía hacer con mi relación actual.

Dulces AmantesWhere stories live. Discover now