Dulces Amantes

Hyomin

Hay cosas que no podía negar,mi hermana mayor Hyomin es una bella mujer, sin embargo en el amor no había tenido tanta suerte a sus 34 años. Tal vez por una ruptura amorosa que tuvo no ha querido estar en otra relación, pero... no he dejado de pensar como hace Hyomin para satisfacer sus necesidades. Ella tiene unas buenas piernas y un par de "melones" hermosos. Tal vez cometo un error por ver a una mujer prohibida, pero no puedo evitar admirar su belleza. La verdad tengo novia, pero... no se compara con mi hermana Hyomin. Puedo decir que Hyomin es una mujer erótica, sus largas piernas resaltan cuando ella usa sus medias oscuras, obviamente no puedo evitar tener erecciones con solo verla con esas prendas. Es inevitable fantasear con ella en las noches en las que me veo bajandole sus bragas lentamente para luego aspirar su aroma femenino y luego lamer sus jugos de pasión.
La fantasía no está tan lejos de la realidad. Un día mientras ella estaba arreglando su cabello en el tocador, entré y admiré su belleza, lentamente me acerqué ya que Hyomin miró a través del espejo y me sonrió, seguí mi trayecto hasta ella y la abracé desde atrás de la cintura y hundí mi rostro en su cuello aspirando su dulce aroma. Hyomin rió y me preguntó que era lo que hacía, le respondí que la quería bastante y que me alegraba que haya decidido no tener más novios, Hyomin giró y me me miró a forma de broma, y preguntó el por qué, y le respondí con la verdad, que ella me gustaba bastante y que así al menos podía intentar conquistarla, y sin darle tiempo la abracé y la besé con pasión. Los labios de Hyomin me facinaban, realmente una delicia de mujer, ella sin más por un momento me correspondío, yo sabía claramente que no era por qué yo le gustaba, para eso faltaba un largo camino, sin embargo su reacción de corresponderme era por qué necesitaba afecto de un hombre, y además los deseos que tenía de acostarse con alguien. Mientras la besaba me rocé un poco con ella, mi miembro estaba bastante erecto,  y mientras la besaba la abracé más apegandola a mi, interrumpi el beso y le dije a Hyomin que vallamos a mi habitación, Hyomin me miró agitada y sin más tomó mi mano y nos dirigimos a ella.
Momentos después estaba cumpliendo mis fantasías, le bajé lentamente las bragas a mi hermana Hyomin, hundí mi rostro y disfruté de sus dulces manjares. Por fin estaba probando y saboreando a Hyomin y como lo pensé, ella era mil veces mejor que mi novia, además desde haber probado su sabor no quería a otra mujer, solamente a Hyomin.
Momentos después estábamos en mi cama bajo las sábanas, yo me movía desesperadamente dentro de ella, nuestros sexos se acoplaban bastante bien, la feminidad de Hyomin me enloquecía, estaba tan tibia y húmeda que en pocos instantes llegué al cllmax inundandola de mi esencia.
Toda la tarde nos la pasamos haciendo el amor, la probé en todas sus formas e incluso cuando ella se empinó y yo me monté detrás de ella, ufff, Hyomin era una exquisita amante, una hembra en su totalidad que me hacía sentir bastante placer del que jamás me había imaginado.

Horas más tarde cuando cayó la noche, yo dormía entre sus senos, y ella me acunaba entre ellos, realmente fueron los momentos más exquisitos que tuve con ella y que seguiría teniendo ya que sin que nadie lo sepa nos convertimos en amantes secretos.