Takara

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A veces las experiencias placenteras llegan sin que lo esperes y se marcan con fuego.
Todo empezó cuando comencé a notar a mis primos frecuentar bastante mi casa con la excusa de ayudar a mis padres y cosas así, pero eran solo eso excusas, con el motivo de visitar a mi hermana Takara. Cuando estaban con ella cada uno trataba de llamar su atención, y bueno yo no podía negar el motivo, era lógico, ellos querían acostarse con ella.
Para infortunio en nuestra familia, Takara era la única prima que ellos tenían.
En fin, la situación es que todo eso comenzaba a ser incómodo para mí, primero, yo no me llevaba bien con ellos, pero tampoco mal, más bien era indiferencia. Segundo, en parte tenía algo de envidia o frustración ya que bueno, en el ámbito sexual no hay que tapar el sol con un dedo, en la mayoría de los casos las primas siempre han sido la primera vez de muchos o aquellas con las que puedes tener sexo, experimentar y aprender varias cosas con ellas, y no lo niego, me hubiese gustado tener esa experiencia si hubiese tenido primas.
Aquella situación cada vez era más incómoda, y eso sumándole a qué mi hermana Takara era extrovertida, causa por la que en muchas ocasiones ella seguía el juego de sus coqueteos, por lo que no les era tan indiferente, y era obvio, Takara también debía estar sintiendo deseos, solo era cuestión de tiempo que alguno de ellos se acostara con ella.
No sé cómo describir lo que pasó luego, si fue afortunado o no el contarle a uno de mis amigos sobre esa situación, La verdad lo hice con la intención de desahogarme un poco, pero... Ahí fue el motivo de todo lo que vendría, el a modo de broma me dijo "Y por qué no la enamoras tú, llévala tu a la cama y dejaras a tus primos como unos perdedores." Luego de esas palabras reía y se alejaba de mi pensando que lo golpearía por semejante broma de mal gusto, pero... La verdad es que lo que dijo el me había hecho pensar esa posibilidad.
En fin desde esa ocasión al regresar a casa, me dirigí a mi habitación, obviamente quería olvidar esas palabras pero no podía, y si intentaba conquistarla? Aquellas palabras de mi amigo fue como una bola de nieve, primero la tan sola idea me llevaba a obsevar más a Takara, y descubrí que era bastante atractiva, realmente era hermosa, incluso lo era más que mis compañeras de clase.

Fue así como los días pasaron hasta que una tarde ella llegó a mi habitación, necesitaba mi computadora para enviar un correo, la vi bastante hermosa esa tarde, su cabello lasio y negro era más largo, le quedaba bastante bien el cabello largo, tenía una blusa ajustada a su cuerpo que resaltaban sus senos, ella era un poco voluptuosa y sus jeans ajustados resaltaban sus caderas.
Ella estaba bastante linda, iba a salir, así que pregunté solo por hacer plática que con quién saldría y me respondió que iría con uno de nuestros primos. La verdad en ese momento quedé en shock, no podía engañarme, sabia a lo que irían, no podía evitarlo, pero solo por probar suerte o no se cómo llamar a lo que ocurriría, le dije que no fuera y se quede conmigo.
Ella en ese momento me quedo observar sorprendida, primero por qué yo jamás le había pedido nada y segundo, decirle que se quede conmigo esa tarde cuando yo en la mayoría de ocasiones era frío con ella.

Takara rio un poco y me pidió que le repitiera lo que le dije, asi que sin más me incorpore, me acerqué a ella, tomé sus manos y la mire a sus ojos para decirle que por favor no saliera y se quede conmigo toda la tarde.
Ella no lo podía creer, además el contacto de nuestras manos la sorprendió más, jamás había querido abrazarla ni tener contacto con ella, ya que como lo mencioné era frío con ella.
Takara me miraba y lo que dijo fue "Si es una broma que me quieres jugar me lastimarias bastante.".
En ese momento me fijé en lo tierna que era, lo dulce y frágil, sin más la abracé fuerte y le susurré al oído que no era una broma, le pedí que se quede conmigo, que la abrazaría y escucharíamos música.
Sin más al escucharme decir eso, ella tomó su teléfono y comenzó a escribir. Takara cancelaría la salida con mi primo.

Luego de eso yo la abracé de la cintura y la lleve a mi cama, nos tumbamos en ella y la abracé hundiendo mi rostro en su cuello para susurrarle un gracias.

Estuvimos así un largo tiempo, ella acariciaba mi cabello y yo aspiraba su perfume, para luego darle pequeños besos en su cuello, momentos que solo era un pequeño aperitivo de lo que tendríamos esa tarde.

Luego poco a poco nos estábamos besando, Takara me besaba con bastante deseo, mis manos estrechaban más su cintura, hasta que poco a poco comencé a quitar sus prendas. Ver a Takara desnuda era una delicia, tenia unas exquisitas piernas en las que hundí mi rostro entre ellas para deleitar el aroma y sabor de su feminidad. Takara gemia intensamente mientras mi lengua recorria toda su intimidad. Luego de disfrutarla en su zona, subí hasta sus pechos los cuales disfruté bastante, eran de buenas proporciones, los mordí, bese y succióne mientras entraba en ella, lo más placentero fue el momento en que mi falo sentía el calor de su intimidad, bastante caliente y humeda.
Nos moviamos apasionadamente entre las sábanas, Takara era un manjar de mujer, acostarme con ella era una delicia, mis manos recorrian su espalda mientras ella clavaba sus uñas en la mía. Takara esa noche se entregó a mi, nos satifasciamos el uno al otro iniciando así una relación prohibida entre nosostros.

Dulces AmantesWhere stories live. Discover now