Temothée © (Boys 02)

Tres. | Segunda parte

Temothée, ¿estás bien?

Temothée Hammer

—¡Chicos! —un grito de Isaac nos alerta de su llegada.

Giré mi rostro al lado contrario de donde venía para poder secar mis lágrimas con discreción. Me reincorporé para observarlo traer arrastrados de su mano a dos personas, una chica y un chico. Sus mejores amigos si bien los recuerdo de algunas fotos.

—Podemos irnos un rato al apartamento, si lo necesitas —sugirió Tina, observándome con atención.

—Descuida, quiero estar aquí —fui sincero —, el encierro no me vendrá bien para despejar la mente.

Asintió comprensiva.

—Hola, ¿qué tal? —saluda una morena con rulos definidos y una sonrisa muy linda. Tenía puesto un colorido vestido corto que se ajustaba muy bien a su figura. Le extiende su mano a Tina y luego a mí—, me llamo Patricia, es un placer.

Seguido de ella, se presenta un chico delgado, de cabello oscuro y un rostro cubierto de pecas. Era muy simpático, y su voz se escuchó nerviosa al decir su nombre, Víctor.

—Temothée —me presenté luego de Tina—, encantado.

—No hace ni falta que te presentes, lindura —dijo la morena de rulos, Patricia—, Isaac nos ha hablado mucho de ti.

Eso me causó un poco de vergüenza, pero no más que a Isaac quien estaba completamente sonrojado y mirando fulminante a su amiga.

—Me imagino que cosas maravillosas, porque es lo único que se puede hablar de mi mejor amigo —señaló Tina.

Me avergoncé un poco más. Víctor también parecía un poco incómodo.

—Por supuesto —responde, Patricia —mi mejor amigo está tontamente enamorado del tuyo.

—Bueno, patrocinadoras —interrumpe, Víctor—, ¿qué tal si en lugar de averiguar quién quiere más a quien, vamos por un servicio de whisky?

—Me encanta la idea —apoyé, aunque me lo pensé cuando recordé que mencionó el whisky.

—La cabaña del licor está muy cerca, vamos —Isaac invita a su mejor amigo.

—Mientras se trate de alcohol, mi cuerpo responde —admite, Víctor.

—Yo no quiero Whisky, prefiero unas cervezas —pide, Patricia.

—Nosotros igual —aclara, Tina.

Ambos se desaparecen hacia la cabaña del licor, pasando los baños cerca de la entrada del hotel.

—Bueno, ¿qué me cuentan de ustedes? —inquiere, Patricia con una cálida sonrisa y una dentadura perfecta—. ¿A qué se dedican?

Tina me observa y se anima a responder primero.

—Yo soy diseñadora de moda, actualmente estoy asociada con la madre de Temothée —indica ella acomodándose en la silla junto a mí, Patricia frente a nosotros—, ambas le trabajamos, de cierto modo, a las boutiques de mi padre.

Mi madre, ¿por qué tarda en llegar?

—¡Increíble! —se emociona, Patricia—, tienen que darme unos consejos de moda, últimamente siento mi closet algo anticuado —vacila y ríe.

Tengo pocos minutos conociendo a Patricia, pero si pudiera describirla con algún color, sería el amarillo, algo muy radiante y lleno de energía.

—Cuando quieras puedes visitar las boutiques —invita, amablemente —, ahora cuéntame, ¿tú de qué vives, cariño?