Capítulo 4. No eres una gata estúpida.

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Era una noche fría dentro de una oscura habitación, en la cual, el ruido de los comensales, celebraciones y choque de tarros de cerveza eran camuflados por el sonido de manos arañando las sábanas y un cuerpo moviéndose de un lado a otro sobre una cama, provocado por una chica gato de cabello castaño, quien tenía cerrado los ojos, aparentemente durmiendo.

Sin embargo... estaba sudando frío.

Los pelos en sus orejas y cola se erizaban, como si estuviese sufriendo de un fuerte escalofrío que la ponía alerta.

Pequeñas lágrimas se deslizaban de las mejillas de la chica y una palabra salió de su boca tras esto.

"P-Perdón-nya...".

Se disculpó, apretando con mayor fuerza las sábanas.

"Por favor-nya... d-deténganse-nya...".

Pedía. Su voz era quebradiza y emitía cierta emoción dolorosa.

Sí, claramente sufría de pesadillas que la atormentaban.

Sus brazos temblaban, el pecho le dolía y el llanto se potenciaba.

La respiración se le alteraba a medida que estos síntomas se hacían más fuertes.

"G-Gata estúpida-nya... inútil-nya...".

Dijo, repitiendo las palabras que no dejaban de resonar en su cabeza y que eran dichas por varias personas.

Allen... su hermano.

Los Gulliver...

Hedin...

Varios de los miembros de su familia, a la cual se desvinculó.

Esos insultos le pesaban, la herían.

"G-Gata estúpida-nya...".

Repitió.

Ahora quienes le dirigían tan despectivo adjetivo fueron...

Syr Flova, su amiga...

Bell Cranel, el joven más amable que ha conocido...

Y...

"Perdón, Noel-nya... perdón...".

Aquella pequeña niña que era la raíz de todo el sufrimiento que ha vivido recientemente en los últimos dos días.

La culpabilidad que sentía por la muerte de Noel la atormentaba en lo profundo de sus sueños, apagándole el ánimo poco a poco al punto que, como Bell y Syr, no quiso salir de su habitación, confinándose a esa oscura y solitaria habitación.

¿En dónde comenzó la travesía de Anya, repleta de heridas y malos recuerdos?

Solo era necesario entrar al mundo de sueños en el que se vió sumergida.

Todo dio inicio el día en que... el dragón negro, sin previo aviso, arrasó con la vida pacífica de sus padres, Allen y ella, acabando con la vida de casi todo habitante de esa ciudad tranquila sin el poder para defenderse de tal calamidad.

Entre los escombros y la destrucción, los cadáveres de sus padres yacían enterrados, y la sangre de estos se derramaba alrededor del suelo mientras el fuego morado se apagaba lentamente y las cenizas caían lentamente por el aire.

Para alguien que toda su vida la paso mal...

Alguien que desde joven perdió a quienes debían guiarla en su vida...

Sus padres.

Los recuerdos de aquello son borrosos.

Dolor...

El ángel que los unió...Where stories live. Discover now