Capítulo 5. Reunión entre la elfo y el conejo.

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Tras el perdón hacia Anya, el conejo blanco abandonó "La señora de la abundancia" para que de ese modo regresara a su sede tras un día repleto de emociones, en su mayoría tristeza y que le provocaban un dolor muy severo. Sin embargo, esto era parte de superar.

Por su mente, difiriendo a los días posteriores a la muerte de Noel, no había un recuerdo que lo apenara y produjera arrepentimiento, ahora sólo era una escena que se repetía dentro de su cabeza y era...

"No tuve tiempo para concentrarme en ello cuando sucedió, pero... Syr me besó...".

Fue el murmullo que salía de su boca, provocándole un enrojecimiento ligero y casi imperceptible en las mejillas.

Aquel suceso ocurrido luego de que abrieron sus corazones el uno al otro en el puente de los héroes, donde sellaron su promesa y decidieron compartir este amargo episodio juntos, sin abandonarse y de ese modo superar la muerte de su amada hija, recordarla con cariño y esperar a su retorno, concluyendo con la vuelta al bar donde la peligris, propio de ella, sembró discordia en el corazón de nuestro conejo protagonista y, a raíz de esto, aprovechó para que esos suaves labios contactaran en la mejilla de Bell.

Respecto a este último, él continuaba su camino a la mansión de la chimenea ininterrumpidamente.

Su cabeza hacia abajo, mirando al suelo, mientras guardaba las manos en los bolsillos del pantalón, sumiéndose en exceso al debate interno que se desenvolvía dentro suyo.

"Le dije 'Prometo que estaré a tu lado'... por algún motivo siento que fui muy directo y se puede prestar a malas interpretaciones".

Musitó y el sudor le bajó de la frente.

Sacó la mano del interior del bolso de su prensa inferior y posó la yema de los dedos índice y medio en la superficie que recién fue contactada por la boca de la bella camarera a la que le dirigió esas palabras, acariciando suavemente y rememorando la sensación que le produjo.

El corazón le latía desenfrenadamente, como si fuese el resultado de una larga carrera dentro del calabozo mientras un ejército de monstruos lo perseguían. A eso se comparaba la euforia que este órgano sufría cuando el muchacho recordaba algo tan sencillo y casi sin importancia como un beso en la mejilla.

No obstante... esto tuvo efectos de mayor envergadura que los que cualquier persona esperaría.

No solo en el corazón, también en la mente y en el alma.

(¿Qué es esto...?).

Se preguntó, posando la palma sobre el pecho, específicamente al costado izquierdo, donde pudo sentir el ritmo cardíaco acelerado que poseía.

(¿Qué es esto que siento...?).

Se cuestiona.

Luce lejana la última ocasión en la que tuvo una emoción de esa índole y a tal potencia como la de ahora.

De repente la imagen de la bella camarera posándose enfrente suyo y sonriéndole cruzó en su subconsciente, como si de una visión se tratase.

Esto lo congeló, quedando estático a media calle y respirando hondo. Su d peor si corazón latió con mayor intensidad y la respiración se le alteró producto de esto, concluyendo de ese modo los síntomas principales de dicho encuentro imaginario.

"Syr...".

Él la nombró.

(Hasta el día de hoy... jamás me cuestioné lo importante que eres en mi vida, Syr).

Se dijo a sí mismo.

(Has sido una de las presencias que más me apoyado a lo largo de mi estancia en Orario, tal vez incluso la que más. Fuiste la tercera persona que creyó en mí después de Kami-Sama y Eina. Entonces... ¿Por qué nunca te di ese lugar tan privilegiado?).

El ángel que los unió...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora