[Mericcup] Remind Me How To Love

Prólogo: Una sola persona

Los comienzos de las historias humanas muchas veces pueden ser muy extraños. Llenos de improvistos, de dudas y de improvisaciones. Pero al final, solo hay que abrir un poco los ojos para darse cuenta de que cuando parece que todo se termina, en realidad está empezando. Porque donde una historia acaba, otra comienza; así sucesivamente hasta que no quede nadie quien las cuente. Quizás si hubiese entendido esto antes, las cosas hubiesen sido muy diferentes.

-Mi nombre es Mérida. Actualmente tengo veinte años y estoy en tercer año en mi carrera de licenciatura en física.- Tomé una bocanada profunda de aire.- Sin embargo, creo que a nadie de ustedes les interesa escuchar mi aburrida vida cotidiana; así que iré al grano.- Observé a todos mis compañeros, que eran cuatro en total; y luego dirigí mi vista hacia Anna, quien me sonreía para darme ánimos.- Hace dos años intenté suicidarme al consumir una exagerada dosis de pastillas para dormir y mezclarlas con Whisky. Lo hice porque vi a mi ex novio, después de múltiples peleas, problemas y reconciliaciones; besarse con una chica.- La habitación se quedó en silencio por un buen rato.

-¿Puedes contarnos cómo tomaste la decisión?- Preguntó Anna, ya que los demás parecían que no hablarían.

-Bueno, no fue difícil en realidad. Él era todo mi mundo y, cuando pensé que lo perdería para siempre, ya no significaba nada seguir viviendo.- Me encogí de hombros. Una chica, quien respondía al apodo de "Tooth", levantó tímidamente la mano para preguntar algo. Le sonreí en aprobación.

-¿Lograste superarlo?- Quiso saber. Me tomé unos segundos para pensar mi respuesta.

-Después de mi intento de suicidio, lo intentamos una vez más; pero no funcionó. Yo estaba demasiado paranoica y él estaba pasando por un mal momento laboral como para encargarse de una depresiva sin control.- Tooth me sonrió levemente.- Así que, luego de que él tuviese un arranque de ira muy innecesario, yo misma me di cuenta de que lo nuestro jamás podría ser posible. Comenzó como un error, como algo que estaba mal; y terminó siendo precisamente eso: Una relación que no debió pasar.- Expliqué.- Yo no lo "superé"... Solo me di cuenta de que nos hacíamos demasiado daño el uno al otro. Me alejé de él lo más rápido que pude y, con el paso de los años, el tema de mi ex novio que antes era prácticamente tabú, pude abrirme y expresarles a mis amigos cómo en realidad me sentía. Hablar sobre mi ex me hizo poder liberarme de un peso enorme y, desde que lo hice y conseguí ayuda psicológica, me siento mucho mejor conmigo misma.- Confesé. Otro chico levantó la mano.

-¿Lo has vuelto a ver?- Preguntó él.

-No.- Dije, con cierta tristeza.

-Si lo vieras hoy en día, ¿cómo crees que reaccionarías?- Quiso saber Anna, anotando todas y cada una de mis palabras.

-Supongo que me daría igual... Aunque la idea de verlo se desvaneció hace ya bastante tiempo. Obviamente también existe la posibilidad de que me quiebre y toda la fortaleza que he construido a lo largo de  este año se vaya a la mierda. No lo sé.- Contesté, algo insegura.- Dudo que volvamos a vernos y estoy  cien por ciento segura de que él me olvidó hace rato.- A pesar de que sonaba muy decidida en cuanto lo dije, en realidad la idea de Hiccup con una vida formada que no me incluía a mí, me entristecía de cierta forma.

-¿Qué harás ahora?- Preguntó una chica, la cual creía que se llamaba Dot. Era la más joven del grupo y había tenido más experiencias traumáticas que el resto de nosotros.

-Seguir adelante.- Dije, con total firmeza.- Recibirme, buscar un empleo y, quizás, encontrar a alguien especial para formar una vida juntos.- Expresé.

-Muy bien, gracias Mérida.- Dijo Anna.- Eso es todo por hoy, chicos. Los veré la próxima semana.- Anunció y todos nos levantamos para salir de la oficina.