[Mericcup] Remind Me How To Love

Capítulo 1: ¿Coincidencia?

Era un día como cualquier otro. Me levanté temprano a preparar el desayuno para Punz y para mí; luego busqué el periódico de la entrada del edificio, leí algunos artículos que involucraban a la Universidad, me senté a tomar mi taza diaria de café y esperé a que la castaña despertara. Cuando eso ocurrió, comimos algo y nos preparamos para nuestro rutinario día en la Universidad.

Nosotras decidimos no vivir dentro del Campus universitario, ya que eso involucraba meterse en territorio de fraternidades que, sinceramente, ninguna de las dos deseaba involucrarse. Así que escogimos un acogedor departamento en el centro de la ciudad de El Paso, en Texas. Lo malo de esto era que todas las mañanas debíamos caminar una buena distancia hasta llegar a la Universidad.

Con paso lento pero seguro llegamos al Campus, en donde Sally nos esperaba sentada bajo nuestro habitual árbol de reuniones. Punz y yo nos sentamos a su lado a esperar a los chicos que, como siempre, estaban retrasados.

-¿Qué tal van las cosas con McQueen?- Quiso saber Punz, ya que Sally estaba algo decaída esa mañana.

-Anoche discutimos.- Nos confesó, arrancando algunos pastos con cierta furia.- No quiero parecer la típica novia celosa sin motivos, pero es que pasa demasiado tiempo en las carreras o entrenando para ellas. Durante nuestra cita, le comenté este hecho y el se enfadó.- Nuestra amiga suspiró profundamente.- ¿Quién dijo que salir con un corredor profesional era divertido?- Se preguntó a ella misma. Punz, como la dulce que es, se acercó a Sally para abrazarla.

-Oh, no te preocupes. Estoy segura de que él no tardará en darte la razón.- La tranquilizó. Yo, por otro lado, no podía acotar en esta situación; puesto que no soy quien para criticar a los celos cuando yo misma fui una abusadora de ellos.

Gracias a Dios llegaron los chicos poco después de eso. Flik tenía una mirada algo molesta, por lo que me atreví a preguntar la razón de ella.

-¿Recuerdan a mi consejero, el Doctor Hudson?- Todos asentimos.- ¡Se retiró! ¿Pueden creerlo? Se jubiló sin decirnos nada y ahora todos estamos a la deriva.- Comentó, realmente molesto. Yo solté una carcajada.

-¿Para qué diablos te sirve un consejero? Solo te dice lo que ya sabes.- Dije, arqueando una ceja.

-Bueno, por lo menos a mí me era de mucha ayuda. Siempre me facilitaba las cosas y me hacía ver cómo salir de una situación complicada. Además, es gratis y es mucho mejor que ir con un psicólogo.- Retomó, refiriéndose a mis citas con Anna. Estaba por decirle algo desagradable, pero Sally me interrumpió.

-Yo también iba a ver al Doctor Hudson de vez en cuando... Ciertamente, su repentino retiro me dejó algo preocupada. ¿Sabes si alguien lo reemplazará?- Le preguntó.

-Sí.- Contestó Flik.- Pero es un tipo de poco más que nuestra edad. ¿Qué puede saber él sobre la vida?- Preguntó, levantando las manos al cielo. Punzie le dio unos golpecitos en el hombro.

-Si está aquí, en esta Universidad tan prestigiosa, es por algo Flik.- Lo tranquilizó.- Dale una oportunidad.- Flik sonrió en respuesta de la castaña.- Es más, deberías llevar a Mérida contigo a una de tus citas. Si el hombre es bueno tratando con temas psicológicos, ella lo sabrá.-

-Muy bien, se están pasando.- Advertí.- Que vaya al psicólogo no significa que sepa nada sobre psicología. Además, me tienen harta con sus acusaciones. Tampoco es divertido para mí necesitar ayuda extra para entenderme a mí misma, ¿saben?- Pregunté, obviamente molesta porque me tomaran por enferma mental. Punzie rió y me abrazó por los hombros.

-Lo sé... Solo bromeaba.- Comentó. Era imposible estar molesta con ella menos de un segundo.

-Yo creo que no sería una mala idea que acompañaras a Flik, Mer.- Me dijo Mike, quien había estado muy callado todo el día.- Ir con un consejero no solo ayuda con temas sociales, sino también con los estudios y, según lo que oí, el nuevo consejero tiene un doctorado en física. Podría serte de gran ayuda.- Comentó. Bufé en forma de respuesta.