Capítulo 2: Convivencia

462 57 34
                                    

-¡Anna!- Grité, nada más entrar al despacho de mi psicóloga. Al salir de la oficina de Hiccup, corrí con Anna. Ya era tarde, pero necesitaba hablar con ella. Mi psicóloga, que ya era más mi amiga que otra cosa, se sobresaltó por mi repentina presencia. La pelirroja estaba acomodando una pila de papeles y éstos volaron el cielo del susto que le di.

-Mérida, que susto.- Dijo y comenzó a juntar las cosas del suelo. Yo hice una mueca avergonzada y la ayudé a recogerlo todo. Una vez las cosas estuvieron en su respectivo lugar, me senté frente a su escritorio y ella me sonrió.- ¿A qué se debe tu inesperada visita?- Quiso saber, suspirando.

-Hiccup está en mi Universidad.- Solté, sin rodeos. Ella abrió los ojos como platos.

-¿En serio?- Preguntó. Yo asentí repetidas veces.

-Es el nuevo consejero y, según lo que me comentaron, también es posible que de clases de física.- Comenté, mordiéndome la parte interior de mi labio inferior debido a la ansiedad.

-Muy bien, Mérida, cálmate.- Me pidió. 

-¡No puedo! ¡No puedo calmarme!- Grité, levantándome de la silla rápidamente para caminar nerviosamente por la habitación.- ¿¡Por qué estas cosas solo me pasan a mi!? ¡No lo entiendo! ¿¡Qué hice!?- Anna se reincorporó para tomarme de los hombros y detener mi marcha.

-¡Mérida!- Me llamó.- Si no te calmas jamás le encontraremos una solución a esto.- Advirtió. Yo asentí y me senté en mi silla nuevamente. Anna se posicionó detrás de su escritorio.- Bien, Mérida... Quiero que me digas qué es lo que hiciste exactamente cuando viste a Hiccup.- Dijo, tomando un papel y un bolígrafo para anotarlo todo.

-En realidad no hice nada.- Expliqué, algo avergonzada.- Simplemente me asusté y salí corriendo del lugar.- Hice una mueca de disgusto.- Todo este tiempo pensando que estaba lista para enfrentarlo... Y mírame ahora. Huyendo de él nuevamente.- Me froté la cara con ambas manos, para luego ocultar mi rostro detrás de ellas por un buen rato.- Creí que podría hacerlo.- Susurré.

-Oh, Meri...- Me calmó mi psicóloga.- Nada en este mundo te podría haber dicho exactamente cómo reaccionarías frente a él además de una experiencia como ésta. Relájate, todo estará bien.-

-¡No! ¡Nada está bien!- Grité de repente.- No estoy lista Anna, aún no.- Susurré, poco después.- Es que... no lo he superado. Tú lo sabes, yo lo sé, todos los saben; y nunca jamás en la vida lo estaré a este paso.- Me quejé, cerrando los puños con fuerza.

-Mérida, aunque tú no lo sientas, en realidad has avanzado mucho en tu recuperación.- Iba a decir algo, pero Anna me interrumpió levantando su dedo índice para callarme a la distancia.- Y con tu 'recuperación' no me refiero a la superación de Hiccup.- Se explicó.- Desde que ustedes dos terminaron has logrado muchísimas cosas. Primero que nada fue aceptar que tenías un problema y que necesitabas ayuda; eso lo hace poca gente. Luego te decidiste a abrirte y dejar de guardarte todos esos sentimientos o secretos dolorosos que te destruían internamente. Finalmente buscaste ayuda, tanto de tus amigos como mía; y mírate ahora... Eres una mujer mucho más fuerte y decidida que esa joven y asustada suicida que vino a mi despacho hace ya unos cuantos años. Quizás no lo sientas o no lo veas; pero sí estás lista, solo tienes que recordar no cerrarte en tu burbuja de dolor y liberarlo todo de alguna forma u otra.- Dijo, para luego tomar una buena bocanada de aire y liberarla tranquilamente.- Oye, si de algo estoy realmente orgullosa, es de tu transformación. No solo volviste a ser la chica decidida que eras antes de conocer a Hiccup, sino que tus experiencias te han ayudado a alentar y guiar a muchas personas más.- Anna me sonrió con ternura.- Mérida, créeme, estás lista para enfrentar cualquier situación que se te depare en el camino.- Sentí mis mejillas algo ruborizadas, pero aquello realmente me animó.

[Mericcup] Remind Me How To LoveWhere stories live. Discover now