[Mericcup] Remind Me How To Love

Capítulo 5: Algo extraño

Habían pasado dos semanas desde la fiesta y las cosas comenzaban a agitarse un poco. Los primeros parciales llegarían pronto y todos estábamos con los nervios a tope. Punzie, por otro lado, estaba muy ansiosa... Pero claro, ella siempre fue una excelente alumna y una chica muy inteligente. ¿Yo? Bueno, soy de esas que estudian para lo justo y lo necesario. Las notas altas nunca fueron una ambición, ni si quiera una idea para mí.

Flik había tenido algunos días malos. Al parecer Atta estaba un poco resentida hacia mí y no quería que su novio se juntara con, y cito, "ese tipo de harpía". No sabía que había más de una clase de harpías, pero no me voy a poner a discutir con su alteza. Mike brillaba por su ausencia, desde la fiesta había estado distraído; mayormente por su nuevo "mejor amigo", Sully. Lo admito, me molestaba que nos hubiese olvidado un poco, pero los buenos amigos saben compartir... Eso creo.

Quizás hayas notado la ausencia de mi otra mejor amiga, Sally. Bueno, ella se ha ido hace una semana en una gira con Mc'Queen. Él está en un momento crítico de su carrera como piloto, por lo que también están en un momento complicado de su relación. Así que ambos decidieron que lo mejor sería intentar solucionar las cosas con este viaje y, si eso no ocurría, seguir caminos separados.

Y te preguntarás qué fue de la vida de Hiccup luego de la fiesta. Sin embargo, lamento desilusionarte, no he tenido casi nada de contacto con él. Salvo en sus clases, en donde a veces tenía que alzar la mano para hacer una pregunta a pesar de que no lo quisiera. No hablamos desde entonces y tampoco es que me moleste. Comienzo a acostumbrarme a su presencia, ya no me late el corazón tan fuerte como solía pasarme al principio de su llegada. Debo admitir, sí lo he estado observando en cuanto nuestros caminos coinciden. Se muestra muy atento con todos los estudiantes y la mayoría habla muy bien de él... Si no es que demasiado. Obviamente, ha llamado la atención de varias chicas. Algunas me han confesado desearlo con tanta intensidad que serían capaces de todo, aunque claro, estas chicas no conocen mi pasado con él.

Lo que más me ha logrado sorprender es que aún ninguno de mis amigos notó la presencia del tan conocido Hiccup. Ninguno ha venido a enfrentarme o a avisarme de su presencia. Quizás todos están demasiado distraídos con sus asuntos como importarles los míos... No lo sé y creo que las cosas son mejor de esa manera.

Esa tarde decidí ir a la ciudad a hacer algunas compras. Punz había ido la última vez, así que por orden me tocaba. El cumpleaños de Jack sería la próxima semana, así que también aprovecharía para comprarle algún regalo. Me subí al autobús a la vez que me colocaba mis auriculares. Le pasé la credencial de estudiante al chofer y éste me dejó pasar sin necesidad de pagarle. Ésta era una gran ventaja de estudiar en la Universidad de Texas. Bus gratis, descuentos en supermercados, gimnasios y algunas tiendas de ropa; comedor gratis (Aunque horroroso) en el campus, etcétera, etcétera.

Al llegar a la ciudad me encontré con una horda de gente por doquier. Entendía que era un sábado por la tarde en donde todos querían hacer algo divertido, pero sinceramente no me esperaba encontrarme con tanta gente. Decidí ir a una tienda de ropa masculina a comprar el regalo de Jack primero, puesto que luego debería andar con todas las compras encima y me frustraría demasiado pronto como para comprar lo que sea. Tenía un buen regalo en mente... El peliblanco se había quejado que su último gorro de lana se había extraviado en un viaje a su hogar y que ahora sus gigantescas orejas pasaban frío por las mañanas de camino al trabajo.

Fui a varias tiendas en las cuales mi bolsillo podría soportar el gasto pero ninguna de ellas tenía nada parecido al gusto de Jack, así que mi última opción fue tomarme otro bus hasta una tienda en donde sabía que mi amigo se había comprado ropa antes. Para mi sorpresa, había mucha gente allí, puesto que delante de la tienda había un anuncio enorme sobre algún tipo de descuento. La mujer que me atendió me dijo que tenía los gorros, pero que los habían guardado en el depósito por falta de ventas. Me hizo pasar a la sala de los probadores, en donde estaba mucho más tranquilo y había un par de asientos, a esperar su regreso con los gorros.