Capítulo VI

25 5 1
                                    


.

A la mañana siguiente me sorprendió ver a QiuJing entrar en la primera hora de Educación Física justo cuando sonaba el timbre. Llevaba pantalones cortos de baloncesto y una sudadera Nike blanca. Sus zapatillas altas parecían nuevas y caras. Después de entregarle un papel a la señorita QingYang, me vio, me saludó con la mano y se acercó a las gradas donde yo estaba.

— Me estaba preguntando cuándo volveríamos a cruzarnos -dijo-. La dirección ha reparado en que no he cursado Educación Física en los últimos dos años. En los colegios privados no es obligatorio. Están debatiendo cómo harán encajar cuatro años válidos de Educación Física en los dos próximos. Así que aquí estoy. Tengo Educación Física en la primera y en la cuarta hora.

— Nunca supe por qué te trasladaron aquí -dije.

— Perdí la beca y mis padres no podían pagar la matrícula.

La señorita QingYang hizo sonar su silbato.

— Entiendo que ese silbato significa algo, ¿no? -dijo QiuJing.

— Diez vueltas alrededor del gimnasio, sin cortar las esquinas -dije poniéndome de pie en la grada-. ¿Eres un atleta?

QiuJing se levantó de un salto y se puso a dar rápidos pasos con la punta de sus pies. Lanzó al aire algunos ganchos y golpes rápidos. Concluyó con un gancho que se detuvo a centímetros de mi barbilla.

— ¿Un atleta? -Sonrió-. Hasta la medula.

— Entonces vas a adorar la idea de diversión que tiene la señorita QingYang.

Trotamos juntos las diez primeras vueltas, luego salimos afuera, donde todo estaba teñido de una niebla fantasmal que parecía querer obstruir mis pulmones, ahogándome. El cielo dejó filtrar unas pocas gotas, amenazando con desatar una tormenta sobre la ciudad de Coldwater. Me volví hacia las puertas del edificio, pero sabía que era inútil: la señorita QingYang era una entusiasta.

— Necesito dos capitanes para el partido de béisbol -voceó-. Vamos, luzcan con vida. ¡Quiero ver esas manos en el aire! Si no hay voluntarios formaré yo misma los equipos, y no suelo ser justa.

QiuJing levantó la mano.

— Muy bien -dijo la profesora-. Aquí, junto a la meta. Y qué tal... Xiu EnJie como capitana del equipo rojo.

Los ojos de EnJie se movieron sobre el cuerpo de QiuJing.

— Vamos

— QiuJing, eres el primero en escoger a los miembros de tu equipo -dijo la señorita QingYang.

Cerrando los dedos sobre su barbilla, QiuJing observó detenidamente a la clase, como si con sólo mirarnos pudiera evaluar nuestras habilidades para batear y parar la bola.

— Yibo -escogió.

EnJie echó la cabeza hacia atrás y rio.

— Gracias -dijo a QiuJing, dirigiéndole la típica sonrisa desarmante que, por razones que no alcanzo a comprender, idiotiza al sexo opuesto.

— ¿Por qué? -preguntó QiuJing.

— Por regalarnos el partido -EnJie me señaló con el dedo-. Hay cien razones por las que yo soy animadora y Yibo no. Coordinación es el primero.

La miré con ojos entornados, luego fui hacia QiuJing y me puse a su lado, tapándome la cabeza con un suéter azul.

— Yibo y yo somos amigos -dijo QiuJing a EnJie serenamente, casi con frialdad. Era una exageración, pero no iba a corregirlo.

Our SecretWhere stories live. Discover now