Theodore
Esto tiene que ser una pesadilla, una horrible pesadilla.
—Ren, desierta, por favor despierta.—Dije entre lágrimas.—Despierta, por favor.
Las lágrimas no podían dejar de cesar, era como si mi cuerpo se estuviera convirtiendo en agua. Estreche con más fuerza el cuerpo inerte de Renata hacia mi pecho, esta se encontraba llena de sangre de pies a cabeza, sus ojos estaban cerrados como si estuviera durmiendo plácidamente.
—No voy a dejar que te mueras, no lo permitiré.—Toque con cuidado, su pálido rostro.—Hare que cumplas tu promesa.
Intente levantarme pero los huesos me ardían, por la cuchillada que había recibido en el costado del vientre, era extremadamente desgarradora. Pero el dolor que sentía en mi pecho se extendía cada vez más y más, haciendo que el dolor de mi vientre, fuera solo una simple molestia.
El sonido de patrullas y ambulancias acercándose era extremadamente ruidoso, también los gritos de rabia del señor Linc eran terriblemente fuertes, mientras algunos policías lo sacaban de la habitación. Pero ese ruido tampoco me molesto en lo absoluto, porque no podía dejar de mirar su rostro, cada segundo que pasaba, el calor que emanaba de su piel, se desvanecía. Mis ojos no paraban de llorar, al verla en el estado en que este se encontraba, entonces recordé que ese era mi gran miedo, un miedo que había desarrollado hace 5 años atrás, en el que soñé que Renata se encontraba tirada en suelo, con los ojos cerrados y sin ningún rastro de vida, y viéndola en la realidad a sí era terriblemente horrible, la cosa más horrible que me ha pasado en mi vida.
Unos paramédicos se acercaron sigilosamente a la escena, dijeron mi nombre, pero no los escuche, me encontraba en un trance, que me era imposible prestarle atención a las demás personas, solo pude sentir como la arrebataban de mis brazos, y decían cosas, miles de cosas en un idioma desconocido para mí.
—Theodore, Theodore.—Mi padre comenzó a zarandearme, por la falta de respuestas que este estaba teniendo.—Estas herido, hijo por favor hazme caso.
Pero yo seguía sin responderle, era como si me hubiera quedado sin habla, era aterrador a tal punto, que tenía miedo, de que no volviera hablar, pero me aferre a la cordura, así que asentí. Mi padre abrió los ojos alarmados, bajo la vista a mí vientre y comenzó a dar órdenes a todas las personas que se encontraban ahí, podía percibir que de verdad se encontraba enojado, nunca lo había visto de esa forma, ni si quiera cuando perdió la mitad de su fortuna. El tacto de mi madre, rosando mi piel fue como un aroma de pequeña esperanza para mí, de que no todo se encontraba perdido.
—Mamá.—Susurre con voz débil.—Mamá.—repetí de nuevo.
Ella se tiro al suelo junto conmigo, sus ojos estaban cargados de lágrimas, pero aun así mostro valentía, intento abrazarme, pero el simple movimiento de mi cuerpo me dolía. Mi mamá me sonrió de manera cálida y dijo con voz cantarina.
—Teddy, todo estará bien.—Acaricio con cariño, mi rostro.—Papá está aquí, Mamá está aquí, y Phoebe también esta, solo no duermas, por favor.
Negué con la cabeza, y me mordí los labios agrietados.
—Ren, quiero estar con mi Ren.—Suplique como un niño perdido.—Llévame con Ren, mamá.
Ella se tapó la boca y gimió como si estuviera conteniendo las lágrimas. Pero aun así asintió con la cabeza.
—Te llevaremos con Ren, solo tranquilízate.—Prometió, así que mis músculos se relajaron.
Unos paramédicos entraron a la habitación y cuidadosamente me levantaron del suelo, para después depositarme en la camilla. Pusieron en mi rostro un aparato que me trasmitiría oxígeno, pero antes de que pudiera salir de ese horrible lugar, me desvanecí en un sueño.

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Theodore Grey
FanfictionEnamorarse es increíble y más si es de ti. •PD: El fan fic esta en edición de los primeros 12 Cap, por favor leer con precaución. •