•Capítulo 3•

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Theodore.

Escucha: Tee Shirt - Birdy

En  la mayor parte de la  clase. Renata se la pasa incomoda volteando para todos lados menos a mí, pero eso me da tiempo para examinarla bien. Tiene cara de loca eso nadie lo puede negar, su cabello es negro y por unos centímetros le llega hasta la cintura, lo que más me gusta de ella son sus ojos, por que parecen negros pero no lo son, eso le da un pequeño toque siniestro. Es delgada y pequeña, yo calculo que mide 1.56 m, pero es guapa a su manera.

Por el rabillo del ojo veo a Thomas Mikaelson comiéndola con sus ojos cafés, esperando como un perro hambriento a que yo me descuide para poder venir a platicar con Renata, ya sé cómo acabara esto, siempre es lo mismo desde la secundaria la misma pelea, por ver quien consigue a más chicas eso ya me parece ridículo, vamos en la universidad, ya no estamos para eso.

El profesor quiere que nos presentemos y yo pongo los ojos en blanco, no por el amor de a todo lo sagrado no.

 Empiezan a hablar varios chicos que en lo absoluto a mi no me interesan, hasta que le toca a Renata y ella se pone de pie.

— ¿Qué quieren que les platique de mí?—dice con ese acento tan lindo.

—No se podría empezar con su nombre, señorita. —Le responde el doctor Díaz, sentándose en una silla, cerca de su escritorio café.

—Me llamo Renata Rivera, tengo 18 años y gane la beca para venir a estudiar aquí.—cuando ella habla de la beca todos los del auditorio la voltean a ver y ella se sonroja.

—Vienes de México, es increíble antes de que comiencen las clases quiero decirte que te felicito y como fue el examen, yo hice algunas preguntas espero que no se te hayan dificultado, y hablas muy bien inglés, espero mucho de ti en mi clase, Señorita Rivera.

—El examen, para nada se me dificulto, creo que he hecho cosas más difíciles y no se preocupe daré todo en su clase.— toma asiento, cuando menos lo siento todos los chicos de la aula se paran y le aplauden hasta el mismo doctor Díaz, estoy impactado y hago lo mismo que todos.

Ella se pone de pie y hace una reverencia, lo cual a todos nos hace pegar una risa, no hay duda alguna me gusta su estilo de esta chica.

—Perfecto, continuemos. Señor puede presentarse.—me pregunta el Doctor Díaz, asiento con la cabeza y me pongo de pie.

—Me llamo Theodore Grey, pero me gusta que me digan Teddy.—le sonrió a todos las chicas y ellas suspiran, menos Renata que ella pone los ojos en blanco y niega con la cabeza.

—Eres hijo de los grandes empresarios de Seattle verdad, por supuesto eres hijo de Christian Grey y Anastasia Grey.—dice alguien de la multitud.—te he visto en algunas revistas con tus padres y tu bellísima hermana Phoebe.

Gracias a dios no se quien dijo eso, porque ya estaría tirado en el suelo, por un puñetazo mío.

Theodore GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora