Jujutsu Stories

Where are you?

Toji Fushiguro

Mi matrimonio con Toji, cada día es más complicado.

No hay día en que no discutamos por la más mínima cosa, tengo que dormir sola en esta gran cama, desayunar,comer y cenar sola...debo estar sola todo el día.

Intento mantener mi mente enfocada en otra cosa, mi jardín es una de esas distracciones.

Arrancaba las hojas secas de cada rosa roja, al ser otoño muchas de ellas ya estaban marchitas, era una lastima. De todas formas, el otoño no dejaba de ser mi mes favorito, el mes en que conocí a mi esposo y me casé con él.

Corte las rosas mejor conservadas para ponerlas en el jarrón de la sala, así lucirían lindas, pues no volverían a brotar nuevas, mientras acomodaba las rosas, la puerta de la entrada fue azotada con fuerza asustándome y haciendo que casi tirara el jarrón.

¿¡Toji?! —voltee hacia la entrada, viendo a mi esposo llegando a casa, después de no haber dormido aquí— ¿dónde estuviste? —me acerqué a él, sintiendo como el olor a alcohol inundaba mis fosas nasales—

No me molestes, llévame a la habitación una pastilla y agua, la cabeza me está explotando —ignoró por completo sus preguntas y camino hacia las escaleras para llegar a su habitación—

¿¡Por qué llegas hasta ahora?! —fue tras él— ¿¡Dónde carajo estuviste?! —intentó tomarle del brazo pero Toji alejó su mano bruscamente—

¡Deja de molestar! —volteo a verla de reojo— tráeme el maldito vaso con agua y esa jodida pastilla, ¡muévete! —Toji subió las escaleras dejando sola a _______—

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Toji dormía plácidamente en nuestra cama, tan solo se tomó la pastilla y se quedó completamente dormido. Las cobijas estaban mal acomodadas, ni siquiera se molestó en destender la cama, solo se quitó la camisa y la dejó botada en el suelo.

Removí sus zapatos con cuidado, al igual que sus calcetines, tomé una cobija del armario y la coloqué sobre él, con precaución de no despertarlo. Recogí sus zapatos, cinturón y camisa del suelo, para que el cuarto no se viera tan desordenado.

Lleve su camisa blanca al cuarto de lavado, pues aún tenía un fuerte olor a alcohol, encendí la lavadora y agregué el jabón y suavizante correspondiente.

Estaba por arrojar la camisa a la lavadora, pero al examinarla me di cuenta de un detalle.

El cuello tenía una mancha de labial rosa y otra de labial rojo. Miles de preguntas comenzaron a inundar mi cabeza, tal vez es otra cosa, no precisamente labial...tome el jabón en barra y comencé a frotarlo sobre la mancha, tallaba con ambas manos para tratar de quitarlo, pero no funcionaba, al contrario, está se corria cada vez más, sentía tanta frustración al no poder quitarla, mis manos empezaban a doler.

¿Qué debía pensar?...mis manos empezaron a temblar, mis ojos se llenaron de lágrimas, ¿alguien más? ¿alguien más está en la vida de mi esposo?

Arroje la camisa en la lavadora y salí de ahí rápidamente, empecé a llorar cubriendo mis sollozos con mi mano para no despertar a Toji. Sabía que si pedía una explicación, no la iba a tener, solo me llenaría la cabeza de más dudas.

Toji busca en alguien más, algo que yo no puedo darle...

Entre nuevamente a la habitación, debía ir por mi bolsa y las llaves de mi camioneta, no quería estar aquí, mi cabeza dolía y sentía muchas náuseas.