Jujutsu Stories

Traitor

Atsuya Kusakabe

¿Otra vez aquí? —preguntaba el azabache mientras servía un trago de whisky—

¿Tienes noticia alguna? —tomó el trago y lo bebió—

No, aún nada. ¿Y tú? ¿Tienes alguna notica?

Me divorcié —acercó su vaso a Yuta para que sirviera un trago más— ahora vivo solo y solo puedo ver a mis hijos los fines de semana.

—Yuta sirve el trago— Te diría que lo siento, si las circunstancias de tu divorcio fuera diferente, pero sabemos que no es así —dejó la botella sobre la barra— Ya deberías desistir en encontrarla.

No, no lo haré —bebió el trago y dejó el vaso sobre la barra— Yo se que la volveré a ver.

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Que tal buenas noches, ¿Qué le sirvo? —el bar tender miraba al castaño que recién llegaba a la barra—

Un trago de vodka, por favor —tomó asiento—

En un segundo —tomó la botella de la parte de atrás y sirvió el trago—

Kusakabe bebió del vaso en cuestión de segundos. Su cara demostraba que no había dormido bien y estaba cansado. En el bar habían varias mujeres que servían de compañía para los hombres, Kusakabe ni siquiera había notado eso.

¿Qué te trae por aquí? —dijo una mujer de cabello ______ que se sentó a su lado— Lo de siempre Yuta, por favor —él azabache asintió—

¿Disculpa? —el castaño volteo a verla extrañado por su repentina aparición. Al hacerlo le fue inevitable perderse entre sus ojos, su labial rojo y su escote—

¿Problemas económicos o divorcio? —tomó el trago de whisky— Casi siempre son las dos principales razones por las que un hombre viene aquí —lo miraba atenta— ¿cuál es tu razón?

Ninguna —regresó su vista al frente— ¿por qué la curiosidad?

Nada más, te vi desde que llegaste y quise acercarme —acercó su mano a su mejilla acariciandola con cuidado— Puedo notar que estás frustrado, tal vez tienes problemas con tu esposa, ¿alguna solución?

¿Qué te hace pensar qué son problemas con mi esposa? —alejó su mano con cuidado—

Es fácil descifrar a los hombres —se puso de pie— ¿Quieres bailar?

Kusakabe miraba a aquella mujer, aún sin entender por qué llegó a él, aún así no desistió y fue con ella a bailar. Sorpresivamente para ella, no era malo bailando, al contrario. Ambos se llevaron los aplausos de algunas personas ahí presentes. Kusakabe empezaba a sentir atracción o tal vez curiosidad por esa mujer.

***

¿Otra vez vas a salir? —preguntaba su esposa sentada en el sillón— ¿otra junta? Ya haz tenido bastantes en esta semana —subía y bajaba su pierna una y otra vez—

Te recuerdo que trabajo en una oficina de policía, tenemos trabajo las 24 horas del día —tomó su chaqueta y abrió la puerta—

¿¡Crees que soy tonta?! —se levantó rápidamente y se acercó a él— ¿¡Dónde carajos vas?!

¡Tengo que trabajar! —volteo a verla irritado— Escucha Yua, no quiero pelear y despertar a los niños. Tengo que trabajar, entiéndelo —cerró la puerta y salió del edificio, Yua simplemente suspiro y comenzó a llorar—.