Mi amado concubino (SasuNaru)

Llegada

País del Fuego, Konohagakure, sala real.

Prov. Sasuke

- Con su permiso - escuché la voz de Suigetsu, uno de mis consejeros mientras tocaba la puerta -

- Adelante - le respondí de una manera fría, no tenía ganas de hablar, estaba ocupado viendo uno de los asuntos del reino -

- Vaya...otra vez de mal humor? - me preguntó irónico Suigetsu abriendo la puerta y sentándose en la silla frente a mi escritorio -

- Dime de una buena vez para que has venido - le dije sin mirarlo a los ojos, eso ya era una costumbre mía -

- Bueno su alteza pero no se enojo - dijo otra vez con esa voz tan irritante que tiene - solo le venía a decir sobre el tema de contratación de sirvientes -

- Ya sabes que hacer con eso, es lo mismo de siempre - le dije sin interés, ya que siempre es lo mismo cada año, todos los omegas que cumplieron 18 años tienen que venir a servir en palacio en diversas actividades -

- Si, ya se como es la regla de la contratación, pero me refería a otra cosa - dijo quitándome los papeles que tenía en la mano - dime Sasuke, cuántos años has cumplido hace poco? -

- 24 - le dije ya perdiendo la paciencia -

- Y que pasa a los 24 en el linaje real de nuestro país? - me pregunta mirándome fijamente -

- Se cumple un año más de una vida sin sentido - le dije sin ganas ni emoción, aunque si es verdad lo que respondí, bueno, a menos para mí -

- El rey no sabe las normas del linaje real...vaya - dijo suspirando - a los 24 años, según las leyes de los reyes, el rey debe seleccionar un sirviente personal que satisfaga todas sus necesidades -

- Me estas diciendo que debo tener un niñero? - le dije, en verdad no recordaba esa norma absurda, yo solo e podido "satisfacer mis necesidades" durante bastante tiempo, tener un sirviente personal solo sería un problema más, en mi opinión.

- No es un niñero - dijo insistente con la mirada - un sirviente personal es como un sirviente como los que has tenido toda tu vida, solo que este es solo tuyo, por así decir, solo te serviría a tí -

- Ya veo - le dije sin interés -

- Y, que dices? - me dijo con voz chillona -

- Pues si la ley lo dice, solo haz los documentos para la contratación y de ahí escoge a uno - dije sin interés mientras volvía a las cosas del reino -

- No tienes ninguna preferencia sobre tu sirviente? - me preguntó mientras se ponía de pie -

- Solo escoge a cualquiera - le dije casi ignorándolo -

- Oye, ya no te pongas así por lo que pasó...sabes tu antes eras diferente, pero desde que pasó lo de... - no lo deje terminar -

- Ya Suigetsu, ya te di una orden...escoge a cualquier omega, no me importa, solo es un sirviente más...ni que fuera a tener algo con él - le dije un poco alterado, no quería volver a tocar ese tema -

- Bueno...me retiro - dijo dándose la vuelta para irse, cerrando la puerta -

- Al fin se fue ese idiota - dije en un suspiro -

Sabía que Suigetsu era mi amigo desde que teníamos 14 y sabía varias cosas de mi vida, pero eso no le quita lo pesado que es. Aunque ya haya pasado un tiempo de eso...cada vez que me mencionan eso...es como echarle alcohol a una herida, duele otra vez.

Con el tema del sirviente personal, se lo que insinuaba Suigetsu, lo conozco muy bien...se que pensaba que entre mi futuro sirviente y yo podría pasar algo...pero yo creo que no, simplemente no. Aunque fuese el omega más lindo del mundo, no.