Siempre fue ella (Harry Potter y tú) [Cuarto año]

1. El hermano mayor

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— ¿Podrías ser un poco más responsable?— hable al chico sentado frente a mi

— Si quiere reina tu— contesto con la boca llena de comida

— No seré reina del infierno— dije pasando el bocado de comida que tenía en mi boca

— Entonces no discutas sobre mis métodos— me miro por última vez y se levantó de su asiento

— Daren vuelve aquí— grite desde la mesa

— No me puedes mandar, recuerda que soy el hermano mayor— aquella ultima palabra la grito

— Por algunos segundos— me quejé pero ya se había perdido de vista para poder escuchar

Ya me estaba cansado de aquellas discusiones, siempre era lo mismo con Daren. Admito que tenía mejores métodos que los míos, pero eso no significaba que tenía que pasar sobre mi reino para poder hacerlo.

Estaba tan cansada y extrañaba a mi amigos. No podía revelarles lo que estaba sucediendo. Tuve que hacer una tipo cúpula que hacía invisible al reino, solo podían entrar y salir las personas a las cuales les diera permiso. Puesto que sabía que en algún momento podrían atacar al reino, y no me refiero a muggles, si no personas que quieran hacerles daño con magia.

Estas últimas semanas, mi vida dio un giro de 180 grados. No sabía cómo reinar y menos un lugar como este.

Desde que aquella llama de fuego me guío hasta Daren, mi vida ha sido muy diferente. Las peleas y discusiones constantes han sido lo peor de mis días; aunque admito que a veces teníamos charlas profundas acerca de nuestros padres. Algo que nos alegraba un poco a los dos.

Puedo decir que aunque somos mellizos, tenemos formas muy distintas de ser y también en nuestro tono de cabello.

— Nyari necesito que vengas— entro Missandei, una de las consejeras principales que mi madre tenía

— ¿Qué ocurre Miss?— miré en su dirección y me levanté de mi asiento

— Está ocurriendo algo importante— ante aquello comencé a seguirla

Al llegar al pequeño establo donde se encontraban varios huevos de dragón, me guío hasta uno de ellos. Era de color blanco con algunos motes dorados.

—¿Qué ocurrió Tyrion?— pregunté al verlo en cerca del huevo que comenzaba a moverse

— Este pequeño dragón quiere eclosionar— me miro con una sonrisa— y usted tiene que estar presente

Aquello lo sabía muy bien, puesto que tenía que tener un vínculo con mi pequeño dragón, el cual tendría que cuidar como mi hijo.

— Es mi pequeña Lunery— dije al ver que el huevo se rompía poco a poco y salía un dragón blanco como la nieve y en sus escamas tenía algunos lunares dorados