Siempre fue ella (Harry Potter y tú) [Cuarto año]

3. El encantador Charlie

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—Ahora mismo acabamos de aparecernos, papá —anunció Percy en voz muy alta —¡Qué bien, el almuerzo!

—Hola —dije en modo de saludo a los tres —tú debes de ser Bill y tú Charlie ¿no?

—No, yo soy Charlie —sonrió —y él es Bill —dijo y me saludaron

—Entonces tú debes de ser el de los dragones —lo miré expectante y este asintió —¿eres muy bueno en tu trabajo?

—A lo que dicen... si —dijo con una sonrisa y comenzamos a hablar más. Algunas veces le hacía preguntas a Bill y este contestaba por cordialidad, así que lo dejé de molestar

De repente el señor Weasley se puso de pie, sonriendo y haciendo gestos a alguien

—¡Ajá! —dijo —¡El hombre del día! ¡Ludo!

Ludo Bagman llevaba una túnica larga de quidditch con gruesas franjas horizontales negras y amarillas, con la imagen de una enorme avispa estampada sobre el pecho. En ese instante las fotocopias, Charlie y yo comenzamos a susurrarnos cosas

—La reina avista —susurro Fred entre risas

—¡Ah, de la casa! —gritó Bagman, contento —¡El viejo Arthur! —dijo resoplando al llegar junto a la fogata —Vaya día, ¿eh? ¡Vaya día! ¿A que no podíamos pedir un tiempo más perfecto? Vamos a tener una noche sin nubes... y todos los preparativos han salido sin el menor tropiezo... ¡Casi no tengo nada que hacer!

Detrás de él pasó a toda prisa un grupo de magos del Ministerio, señalando los indicios de algún tipo de fuego mágico que arrojaba al aire chispas de color violeta. En ese instante Percy se adelantó apresuradamente con la mano tendida, claro estaba que quería causar una buena impresión

—¡Ah... sí! —dijo sonriendo el señor Weasley —Éste es mi hijo Percy, que acaba de empezar a trabajar en el Ministerio... y éste es Fred... digo George, perdona... Fred es este de aquí... Bill, Charlie, Ron... mi hija Ginny... y los amigos de Ron, Hermione Granger, ____ Morningstar y Harry Potter —señaló a cada uno de nosotros —Éste es Ludo Bagman —continuó presentando —ya lo conocen, gracias a él hemos conseguido unas entradas tan buenas

Bagman sonrió e hizo un gesto con la mano restándole importancia. A mi no me interesaba mucho, puesto que Fudge era el que me entregó los boletos

—¿No te gustaría hacer una pequeña apuesta, Arthur? —dijo con entusiasmo, haciendo sonar en los bolsillos de su túnica negra y amarilla —Roddy Pontner ya ha apostado a que Bulgaria marcará primero, y yo me he jugado una buena cantidad, porque los tres delanteros de Irlanda son los más fuertes que he visto en años... Y Agatha Timms se ha jugado la mitad de las acciones de su piscifactoría de anguilas a que el partido durará una semana

—Eh... bueno, bien —respondió el señor Weasley —Veamos... ¿un galeón a que gana Irlanda?

—¿Un galeón? —parecía algo decepcionado, pero disimuló —Bien, bien... ¿alguna otra apuesta?