Capítulo 19

140 13 0
                                    

Él movía violentamente su lengua dentro de mi boca, deslizó sus manos sobre mi barbilla y
acarició mi nuca. Podía sentir la textura de sus manos, estaban húmedas y pegajosas; eran
muy distintas a mis delgadas manos. Nuestros labios humedecidos, su lengua en mi boca, sus manos en mi nuca y su respiración
tan caliente que casi parecía húmeda, todos mis sentidos se sentían tan abrumados que casi
me desmayo. Podía sentir el dulce aroma de sus feromonas que ingresaban y se derretían
en mi boca, era un sabor extremadamente dulce. —Ah, ah
La saliva escurría por nuestros labios al tratar de respirar. Traté de apartarlo, lo empujé, pero fue una acción inútil. Su pecho se sentía tan duro como un enorme muro de piedra que
no podía ser demolido por mi poca fuerza. Su cuerpo que se pegaba a mí con tanta fuerza
era grande y musculoso. ¿Este es Doha? —Eres tan delicioso. —De sus labios salió un susurro y de nuevo pegó sus labios a los
míos e hizo que mis hombros temblaran. Como pude respiré, mientras de mi boca escapó un pequeño sollozo. Sus manos seguían
deslizándose como una serpiente rozando todo mi cuerpo, cada parte que tocaba la
encendía, mientras que nuestros labios no paran de besarse insistentemente. Todo mi cuerpo hormigueaba. Fue tan doloroso. Hacía tanto calor, sudaba, el aire frío que
se colaba me puso la piel de gallina. En ese momento se desbordaban todo tipo de
sensaciones indescriptibles. Todo era nuevo para mí.
—Eres la cosa más dulce. —Salió otro susurro de tono bajo. Sus labios, que se pegaban tenazmente y masticaban los míos. En un instante, cedí y mis
manos cayeron. Sentía como si fuera a morir. Mis labios empapados, estaban todos
hinchados y calientes. El temblor intermitente en mi cuerpo continuó sin cesar. Él enterró
su mirada en mí. Extendió sus manos y limpió mis ojos húmedos. —Tienes esta apariencia y ni siquiera he comenzado. No iba a ser tan estúpido y preguntar qué seguía, incluso sin experiencia alguna sabía que
es lo que iba a continuar. Mis ojos estaban tan húmedos que él siguió acariciándome, tratando de limpiarme. —Si hago algo peor, ¿realmente llorarás?
Escuché el sonido de unos engranajes, no tenía idea de dónde me encontraba. Él se levantó, frunció el ceño y se quitó el cinturón de seguridad. Pensé que debía salir del auto, así que
me volteé, abrí la puerta con intenciones de salir. —Baja. ¿Dónde estoy?, cuando estaba a punto de preguntarle ¡Guau! Escuché el ladrido de un perro. Levanté la cabeza y vi el garaje de una gran casa. —Disculpa, él siempre se aferra a mí, incluso he tratado de apartarlo, pero todo es
inútil, les advertí a los criados que no lo dejaran andar por allí deliberadamente. —
Estaba bastante asombrado. —Estoy impactado, no esperaba que un perro me ladrara inmediatamente después
de bajarme el auto. ¿Cómo no iba a sorprenderme si ni siquiera sabía dónde estaba?
No debí subirme al auto, debí hacerle caso al doctor y mantener mi inhibidor cerca. Si solo
hubiera hecho caso todo esto no me estaría pasando, ¿Será que él piensa que no tomé mi inhibidor para poder seducirlo? De verdad quería
desaparecer en ese momento. —Si gustas, puedes volver a entrar. El fingió volver al coche, así que lo seguí, pero en un instante mis piernas perdieron fuerzas, me tambaleé y Doha corrió para sujetarme. Me agarró con fuerza de la cintura y me apoyó
en él. —Estás tan débil y empapado por un simple beso.
Era evidente. Él tocó y frotó mis nalgas. Toda la parte inferior estaba tan mojada que incluso la ropa se
pegaba de manera desagradable, aunque no fue solo por el beso, mi ropa interior ya estaba
mojada mucho antes de eso. —Ah. —Un gemido salió de mi boca mientras él apretaba insistentemente mi cintura, también sentía como sus dedos rozaban mi espalda y hacía que ésta temblara. Mi agujero se
encendía y humedecía cada vez más. Era una sensación espeluznante. —Ah, ah, ah… No lo hagas… Este, ese lugar… Ah, ah. —Mi cuerpo temblaba como loco así
que tuve que aferrarme a él. Independientemente de mi voluntad, mi espalda y caderas se balanceaban
desagradablemente. Mi trasero tembló y me provocó una erección, se sentía como si mi
pene estallara. Estaba sumergido en un charco de feromonas, por lo que me excitaba a la
mínima estimulación. Ya no aguanto, me estoy volviendo loco. Me daba miedo ya que él dijo que ni siquiera había empezado y yo ya estaba fuera de razón. Pensé en salir corriendo, pero no podía ni siquiera caminar. —Estás apunto de llorar verdad, ¿me dejarás escuchar el hermoso sonido de tu
llanto? —Su susurro en mi oído fue realmente irritante, pero aun así un sollozo salió de mi
boca. — Ah, Ugh. —Perdí los estribos y lloré, de repente mi cuerpo se derrumbó, pero Baek Doha
me abrazó y me escuchó tranquilamente. Ninguno de los dos emitió palabra. Pegado a él
sentí como su cuerpo y el mío se fundían en calor. Cuando me abrazó y me cargó, los ladridos del perro se hicieron más fuertes. Mis lágrimas
seguían derramándose, mi visión se volvió borrosa, pero aún pude ver a dos perros
grandes atados en una esquina de un gran jardín. Eran dos Dóberman gigantes, recordé que
conocí a dos perros parecidos en la fiesta de la nobleza británica hace un año. No estoy seguro si ladran de alegría por ver a su dueño o porque saben que soy un extraño. Después de escucharlos, atravesó el inmenso jardín y llegó a la casa, ingresó sin siquiera
quitarse los zapatos. Mi pecho cada vez pesaba más, no podía respirar adecuadamente, no sabía hacia dónde
íbamos.
En un momento me bajó, sentía una textura bastante esponjosa. Parecía estar sobre una
cama. — ¿Te puedes quitar la ropa? —Mi mente estaba en blanco, él se quedó viéndome sin
parpadear. Todo estaba en silencio. Este es el dormitorio de Doha y me está ordenando que me quite la ropa con la intención de
tener sexo conmigo. ¿Qué está pasando? Él piensa que yo lo quiero hacer ¿En verdad tendré sexo con este tipo?
El miedo que había olvidado, de repente apareció de nuevo. Era espeluznante. Sus
feromonas estaban llenando el dormitorio y estaban haciendo que mi cuerpo se
desvaneciera. Sus ojos me miraban con deseo, casi como perdiendo la paciencia. Todo
estaba tan limpio. Mientras que él estaba allí parado esperando a poder atacar. Me sentía como si yo fuera la presa de este cazador. Estaba allí de pie con esas feromonas
que hacen que cualquiera se aleje del miedo. Él era como un cazador esperando ver caer a su presa. Sus feromonas ingresaban suavemente en mí. Reacciono a cada toque, a cada palabra, esto
me molesta tanto, él hace conmigo lo que quiere. Él está acostumbrado a hacer todo que
quiere, es un hombre que nunca se ha doblegado ante nadie, me molesta tanto ser tratado
como una presa. Incluso en esta situación en la que estoy embriagado de feromonas, el miedo no se
desvanece. En el momento en que me dejé llevar por mis deseos definitivamente caí en
manos de este hombre. — ¿Te sientes mal? ¿No quieres hacer nada conmigo? Te lo advertí, no he comenzado
aún. —Su voz tenía un tono alto, estaba bastante excitado. De pronto sentí como una ráfaga
de viento frío me provocó escalofríos, me acurruqué mientras sostenía mi camisa. Sus ojos
fijos en mí, me miraban de una forma molesta. —Miedo… —Con una voz temblorosa respondí, las cejas oscuras de Doha se elevaron en
señal de duda. — ¿Qué diablos? ¿Tienes miedo de hacerlo conmigo? ¿Crees que no te trataré con
cuidado? —Yo… realmente estoy luchando con todas mis fuerzas para poder resistirme, porque una persona como yo no es adecuada para ti. Yo no valgo nada… Tengo miedo
de no poder ser suficiente para ti. Yo trataré de aguantar todo lo que pueda. Pensarás que soy patético, pero he pasado por mucho y me he quedado sin nada. Sé
que personas como tú que lo han tenido todo, puede que no comprendan mis miedos.
—Para mí tú vales mucho, no veo la razón del por qué me tienes miedo. —Baek, cortó
mis palabras con un tono arrogante. Pareciera como si no quisiera que hablara más sobre
mi patética existencia. — ¿Estás insinuando que no me gustas? —Mi visión estaba
distorsionada, así que solo veía que él tenía una expresión molesta. —¿No soy de tu
agrado? O ¿Simplemente no quieres tener sexo?
¿Por qué cambió de tema?, esto no se trata de si me desagrada o no. —No, no es así. —¿Entonces cuál es el problema? ¿Por qué te resulta tan difícil hacerlo?
Ojalá fuera simple responder a su pregunta, pero incluso yo no sabía el por qué me invadía
deliberadamente el miedo. —Estoy asustado, estoy muy asustado, ¡me estoy volviendo loco! Mi cuerpo de
repente se volvió extraño. No sé qué me pasará en un futuro, no sé si esto dañará a
mi cuerpo en un futuro ¿Tendré un futuro? He crecido solo, la gente como tú siempre
tiene a alguien que se preocupe por ellos, pero yo nunca he tenido algo como eso, no
creo que tú puedas entender ese sentimiento. Yo todos los días lucho con el miedo de
estar solo, de quedarme solo y ahora apareces tú y creas reacciones extrañas en mi
cuerpo, invades mis pensamientos y atormentas mi corazón. ¡Tengo miedo de que
me uses y vuelva a quedarme solo!
En ese momento estallé y dije todo lo que tenía guardado dentro de mí. Estaba temblando y
sollozando y de mi boca no dejaban de salir muchas palabras. No sabía por qué, pero sentí
que podía desahogarme. De pronto sentí que el colchón de la cama se balanceaba. El gran cuerpo de Doha apareció. Sus fuertes feromonas se posaron sobre mi nariz formando lágrimas. El volteó mi cabeza
hacia él para besarme, forcejeamos y me jaló del brazo. —¿Te parece que esto lo estoy haciendo solo para usarte? —Mientras decía esas
palabras me jaló de la muñeca y me enterró en su fuerte pecho, me abrazó con sus brazos y
me sujetó con sus piernas. —Hablo en serio, siempre te he hablado en serio desde el
primer día, si solo fueras un pasatiempo para mí, ya te habría tomado varias veces. Ahora entiende que soy serio contigo y por eso te he conservado. Traté de luchar desesperadamente, pero no pude apartarlo, su gran cuerpo estaba ardiendo
en calor y algo se abultaba entre sus piernas. Estaba de manera consciente tratando de
evitarlo, pero mi trasero se movía insistentemente por él. La parte inferior de mi cuerpo
estaba hundida entre sus piernas, todo se sentía tan firme y caliente. Susurró
acaloradamente, frotando la parte inferior de mi cuerpo contra sus muslos como una bestia
en celo.
—Yo seré el responsable de tu vida desde ahora, me aferraré a las cosas que te
gustan y destruiré todo lo que te desagrade para que tú no sufras. Úsame para todo
lo que quieras. No puedo soportarlo más, esta es la primera vez que me doblego ante
alguien.

Noche de caza (Hunting Night)Where stories live. Discover now