Capítulo 21

146 11 0
                                    

El infierno donde el sufrimiento y el placer existen al mismo tiempo. No sabía que el sexo
me destrozaría de esta manera, no lo sabía porque nunca he tenido una relación con otra
persona
¿Otras personas tienen relaciones sexuales que conducen al límite mientras gritan, y su
interior se estremece de tal manera que es una sensación indescriptible?
Mientras él tocaba mis genitales, yo solamente gemía sin parar. Sentí como si todo se
destrozaba y mi mente se perdía en un abismo. Hubiera escapado si supiera con antelación que iba a ser atrapado por este loco hombre, no
pensé que iba a quedar atrapado a su cuerpo de la forma en que sucedió. Su deseo sexual
era muy grande y sé que no me dejará hasta que se satisfaga, pero me pregunto si en algún
momento eso sucederá. Estaba claro que no me dejaría ir hasta que todo fuera aliviado, hasta que todo su cuerpo dejara de hervir. El sacó rápidamente su enorme pene y lo volvió a meter mí, llegando hasta lo más profundo. —Oh, Ah, ¡Ah! —Sentí como mis intestinos y mi estómago estaban siendo empujados por
su enorme miembro, que golpeaba y llegaba bastante profundo. Mis caderas, muslos y espalda temblaban violentamente. Cuando perdí mi fuerza, mis
nalgas cayeron por si misma; mientras él me elevaba, pude ver como aún su pene seguía
erecto. —¡Ah! —En ese instante vi una luz blanca que me recordó a los días de invierno. —Estás tan apretado, ¿esto te debe gustar demasiado?
Esto parecía un rin de boxeo en el cual ambos estábamos empapados de sudor. De mi pene
salió un liquido blanco y viscoso, mientras que él con mucho cuidado me dio vuelta. La
sensación de tener un líquido viscoso esparcido por todas partes fue espeluznante. Estábamos cara a cara, él estaba empapado en sudor, sacudió su cabeza y luego la enterró
en la sábana. —Para, no, no más, por favor. —Por favor, ¿qué? —Él frotó mis caderas con sus suaves manos y me preguntó en un tono
sutil. Mi trasero no dejaba de estremecerse al sentir su calor. Detrás de mí se encontraba él
sonriendo tan amablemente, mientras mi trasero no dejaba de contraerse. Escuché como emitió una leve risa. Mientras me decía—:hace un momento estaba
pidiendo que parara pero ahora tu trasero me desea tan impacientemente. —No
podía negarlo, estaba atrapado entre su enorme cuerpo que se frotaba con entusiasmo en
mí, mientras tanto me volví a excitar y mi pene se volvió a levanta. Era una sensación
extraña, pensé que iba a odiarla, pero en realidad me entusiasmaba sentirla. De mí
solamente salió un leve suspiro. Sus manos seguían frotando mis caderas, ellas me generaban un leve cosquilleó en la
cintura. —No tengas miedo, deja que te toque en los lugares que más te gustan. ¿Cómo se atreve a decirme eso?, ¿por qué debería ceder ante sus comentarios?, él no deja en
paz mi parte trasera, ni siquiera me dio la oportunidad de parar cuando se lo rogué y ahora
quiere complacerme, cuando sostuvo sin parar mi cadera y me movió violentamente hacia
él. La entrada de mi agujero seguía bien dilatada, mientras la punta de su pene me rozaba. Su
glande estaban caliente, entraba y salía de una manera tan lenta que me hacía desearlo más. —Es lindo ver que tu trasero se caliente y se ponga de un lindo color rojo brillante, es
como si me rogara por que ponga mi pene, ¿quieres que te llene?
Imaginaba el estado en que se encontraba mi parte trasera, toda roja y expuesta; esto hacía
que gimiera más y más. Mi cara estaba tan sonrojada. Quería que todo acabara, estaba tan
avergonzado. —…Por favor, dime algo —Ugh— De mi boca salió un sonido de súplica, mis ojos estaban llorosos, de mi boca salía
un aliento tan acalorado.
Su miembro de repente ingresó en mí. Mi agujero estaban tan dilatado que se tragó su pene
sin ninguna dificultad. El infierno ha comenzado nuevamente, sin que me diera tiempo de respirar. Incluso si la
inserción fue más fácil que la primera vez, no significa que me haya acostumbrado a sentir
eso. El pene que entraba y salía sin piedad de mí, se volvió más grande, más duro y más
rápido que antes. Siempre que su pene me golpeaba fuerte, yo solo sollozaba, lloraba y suplicaba tanto, que
incluso la vergüenza que tenía desapareció. Se sentía tan bien que tuve que sostenerme de
las sábanas para no perder el control. De repente sacó su pene, lo imaginé envuelto en una mucosa viscosa. De nuevo lo volvió a
meter. En ese instante se escuchaban sonidos raros, mientras su pene no dejaba de llegar
hasta lo más profundo de mí, los sonidos cada vez más incrementaban, mi estómago no
dejaba de agitarse. Yo no podía pensar en nada más. Esos sonidos eran fuertes y húmedos
como chapoteos. Mi pene estaba tan duro que se hinchó de inmediato, incluso pude ver las líneas que se
dibujaban en él. —Ah, ah, ahh… detente, por favor, alto, para, alto… —¿Quieres que pare? —Él hablaba y me traspasaba cada vez más duro. Yo seguía
moviéndome de atrás para delante sin parar. Noté que algo parecía comenzar a salir dentro de mí, en ese instante mi pene sobresaltó y
de él salió con mucha fuerza un líquido blanco que manchó la sábana y mi pecho. Yo seguía
balanceándome de atrás para adelante, mi glande estaba tan hinchando y aún podía sentir
como un líquido seguía saliendo de él. Incluso después de eyacular dos veces, mi libido no parecía desaparecer, era terrible. La
sensación que tuve al eyacular por primera vez era desesperante. Era como si me hubiera
convertido en un pervertido ¿Cómo pudo pasarme esto? —A pesar que ya eyaculaste bastante, tus feromonas se volvieran más espesas ¿Cómo
haces eso? —Es lo mismo que yo me pregunto, ¿cómo puede haber cambiado tanto?; luego
de hablar exhaló un largo y espeso suspiro. Mi espalda tembló al igual el pene que estaba dentro de mí, se sintió extraño. Era una señal
que indica que se llegó al borde del clímax, esa sensación la conozco bien. —Eres perfecto. —Su voz estaba temblorosa, así que pensé que estallaría de una vez. Esperaba sentir una eyaculación violenta, pero él no solo era capaz de controlar sus
feromonas sino también su tiempo de eyaculación, parecía tener esa gran habilidad. Pensé que su pene, el que se había hinchado y llenado mi interior por completo, estaría flácido
después de lo anterior, pero el agarró mi cintura y violentamente la tiró hacía abajo. La sábana mojada rozó mi espalda. Me recostó y pude ver su rostro, ambos estábamos
hechos un desastre. Solo pude ver su rostro por un momento, porque luego agachó su
rostro hacia mi pecho. Agarro mis piernas débilmente caídas, las abrió y luego me miró fijamente y dijo—:Esto
aún se ve tan hermoso. —Hummm
Baek Doha agarró mi cintura, la levantó y empujó su pene hacía mi interior. Inmediatamente levanté mi mano y cubrí mi rostro, estaba tan avergonzado de que pudiera
ver mis expresiones. —¿Por qué te cubres el rostro? —Su voz fluyó hacía mis oídos. Sentí un movimiento mientras él me sentaba en sus piernas. Su cuerpo estaba tenso, la
sensación de frotar su pene entre mis nalgas húmedas era atrevida. En el momento en el
cual la punta de su pene fue directamente hacía la entrada de mi agujero y se hundió en mi
interior, mi cuerpo entero se estremeció. Incluso cuando su pene presionaba contra mi
abdomen se sentía vívidamente espeluznante, tanto que mordí mis labios hinchados. —Muéstrame tu cara. Quiero verte. Quiero ver tu rostro llorando. —Susurrando en
voz baja, extendió su mano y retiró mi mano que cubría mi rostro. Temblé patéticamente y
moví la cabeza hacía un lado. —Eres hermoso, no entiendo ¿Por qué te cubres? —Él seguía susurrándome, su voz era
tan dulce. Era una voz tan dulce como la miel. Él sabe que mi corazón late locamente cuando
me dice que soy hermoso. Sentí que mi cuerpo se fundía de tanto calor. —Mírame. —Lentamente moví la cabeza hacia él. Había una sonrisa en su perfecto rostro, mientras liberaba feromonas asesinas por todo mi cuerpo, me llenaban tanto que me reí
con tanta fuerza y alegría. No sé, realmente creo que no conozco a este hombre. Siempre es arrogante y grosero, pero
cuando esta conmigo es tan dulce, infinitamente dulce, pero debo de estar alerta. Anqué me
reí con ternura, sabía que esto podía cambiar tanto que me llevaría a un extremo. —Mírame, quiero seguir con esto, quiero golpear lo más profundo de ti mientras me
miras a la cara. —Jaja…
Sentí como se deslizaba dentro. Aunque la inserción en sí fue mucho más fácil que la
primera vez, mi interior fue estimulado por el cambio de posición, provocando una emoción. Una sonrisa se extendió en su boca, estaba disfrutando el momento en el que
ingresaba en mí, disfrutaba sentir mi cuerpo tembloroso. Su cara sonriente era hermosa. —Si la pones, resistirá tanto como quieras ¿Te encanta demasiado mi polla? —…Cállate la boca mmmm un poco… —Mordía mis labios mientras temblaba. Quería que
todo acabara, pero fui paciente. El solo se reía a carcajadas. —Eres tan lindo, pero tienes un temperamento tan recatado. En verdad eres
hermoso. Eres tan lindo, tan lindo que puedo escuchar las campanas del cielo sonar como si un ángel
descendiera. Baek Doha se reía tan feliz mientras decía esas palabras. De un momento a otro me
embistió inesperadamente. Su pene, que apenas entraba en mi se volvió más grande y mi
interior se apretó instantáneamente. Un dolor inmenso me lleno, sufrí pero fue increíble
sentir un nuevo placer. No tuvo piedad, él entraba y salía tan ferozmente de mí, rápido y sin piedad. Él golpeaba lo
más profundo de mí con tanta fuerza, todo mi interior está hecho añicos. Me preguntaba si mi interior era capaz de resistir, él derrumba todo, ¿será posible la
recuperación? Sería mejor si me desmayara… Estaba tan atrapado en mis pensamientos que
de pronto sentí como mi cuerpo se estremeció y en mi mente hubo un resplandor. —Por favor ¡Por favor! Detente, hazlo más despacio. —Lo decía mientras movía
vigorosamente la cabeza y sollozaba. Mi voz no dejaba de salir, parecía como si gritara del sufrimiento y el placer. Un sollozo
salió de mí. Mi cuerpo estaba bastante duro, por lo que mi espalda temblaba sin parar. Era
una lujuria que nunca acababa, ahora si estaba realmente asustado. Realmente podría
morir. —¿Realmente vas a seguir cubriéndote la cara?
Mientras sollozaba me cubría la cara sin saberlo, suspiré y alejé la mano de mi rostro. Mi
cuerpo temblaba con su pene dentro de mí y este entraba y salía sin cesar. Una cosa
caliente se derramaba dentro sin previo aviso. Oh…, el condón… ni siquiera se había puesto un condón. Me di cuenta muy tarde, jadeaba
como si el aliento me faltara. Bajé la mirada, estaba tan agitado que sentía que mi rostro brillaba. Él era tan amable y
cariñoso. Cuando eyaculó dentro de mí, sacudía todo mi cuerpo. Por primera vez, sentí
como todo mi interior se llenaba con una gran cantidad de fluido, tanto que sentí como salía
a través de mi agujero.
—Ah, ah… —Miré mientras respiraba profundamente. Aunque eyaculó dentro de mí, no
sacó su pene, como si fuera satisfactorio. Después de eyacular cualquier pene caería
instantáneamente, pero en mi interior aún se sentía completamente erecto, sin marchitarse
en absoluto. Sus feromonas alcanzaron su punto máximo, desprendían un aroma diferente, un olor que no había olido. Cada vez que inhalaba, las feromonas fluían y se esparcían en
todo mi cuerpo. Maldito, porque aún no saca su pene. Mi mente se cortó de repente. Todo
fue una bonita batalla oscura.

Noche de caza (Hunting Night)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora