Capitulo 9

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Fecha: 16 de Marzo, 1612

Todos lloraban la perdida del Şehzade Osman, heredero al trono. En especial Kösem, que fue la más afectada, y milagrosamente no le sucedió un aborto. Abrazaba su vientre, mientras se hundía en su dolor.

Aunque todos fueran conscientes de que Kösem nunca podría hacerle daño a un niño, el Sultan Ahmed no lo creyó. Ya que las únicas sospechosas eran Beyhan, Kösem y Fátma. El sabía bien que su consorte olvidada Fátma jamás haría tal cosa, Beyhan, el no la creía tan malvada para matar al heredero. Así que, la única culpable que encontró, fue a quien amo alguna vez, Kösem.

─¿Mi Sultan? ¿Ahmed? ─Beyhan entró en los aposentos del Padişah, ya que no quería ver a nadie

Lo buscó con la mirada, y lo vio sentado en el suelo de su balcón, en un rincón. Aún así tuviera casi 23 años, en ese momento parecía como si fuera un niño sumido en la tristeza.

─Ahmed...─se arrodilló frente a el, y llevo una de sus manos a su mejilla.─¿Está bien?

─No, no estoy bien.─apoyó su cabeza en la mano de su Consorte.─Perdí a uno de mis hijos, al primer hijo que tuve entre mis brazos.

El corazón de Beyhan se quebró al ver el estado de su Sultan, nunca pensó que cuando envenenara al Şehzade, además de afectar a Kösem, también afectó a muchas otras.

Ella lo abrazó, como si tratara de pedirle perdón, como si le dijera que todo fue su culpa. En su vida, pensó en verse tan sensible.

─No me gusta verlo así.─sollozó

Ahmed solo la abrazo más fuerte, aferrándose a la única persona que estaba a su lado, dándole consuelo.

Esa noche, Ahmed no permitió que Beyhan se fuera, durmió a su lado, la aprisionó entre sus brazos, como si la estuviera protegiendo de algún peligro.

Al día siguiente, Ahmed despertó, y vio como su consorte se miraba en el espejo, arreglando su cabello y su vestido, dejando la corona que usaba a un lado.

El se levantó y camino a pasos lentos hacia ella. Beyhan al darse cuenta de la presencia a su lado, realizó una reverencia. Ahmed tomó la corona y la colocó en el cabello de su amada.

─Eres la Sultana de mi corazón.─beso sus labios, tratando de transmitir su amor

Las puertas fueron abiertas y Cennet Khalfa ingresó, parecía como si le faltara el aire.

─La Sultana Kösem se ha ido, con sus hijos. Ya no están...─dijo, apoyando sus manos en sus rodillas

─¿Cómo ocurrió eso, Cennet? ─más que impactado con la noticia, estaba profundamente molesto

─En la madrugada que fui a verlos, ya no estaban, los buscamos por todo el palacio.

─¡Busquenlos! Cuando los encuentren, traigan a la Sultana Kösem ante mi.

Ahmed no quería perder a más de sus hijos, no podía respirar sabiendo que sus descendientes estaban fuera del palacio. Sin seguridad, sin nadie que los protegiera.

Tanto era su miedo, que ordeno la traída de sus tres hijos con Beyhan, para vigilarlos de cerca, también a su Consorte, el necesitaba de su apoyo, de sus dulces palabras.












[...]

Fecha: 26 de Marzo, 1612

Después de una larga búsqueda, finalmente encontraron a los prófugos, iban en un barco en dirección al Norte, tal vez hacia su isla en Grecia. Kösem se defendió valientemente de ellos con una espada, mientras el Şehzade y las Sultanas estaban reunidos en una habitación.

Muchos conocían al Sultan Ahmed por su bondad y piedad, pero habían ocasiones en dónde su paciencia se acababa.

─¡¿Cómo te atreves?! ─la agarró por el cuello, reclamando con toda su ira contenisa.─¡¿Quien te crees para llevarte a mis hijos?!

─Usted me abandonó, abandonó a nuestros hijos.─dijo, tratando de respirar

─¡Traicionera! Beyhan nunca haría tal cosa.

─Porque ella es una maldita prostituta.─antes de que Kösem siguiera hablando, Ahmed la abofeteo

─¡Te prohíbo que hables así de mi esposa!

─¿Esposa?

Pocos sabían el deseo de Ahmed de casarse con su consorte Beyhan Sultan, cuando dió a luz a los gemelos, el empezó a creer que ella estaba bendita, dando a luz solo a varones.

─Desde ahora, es mi esposa legal, y cuando esté preparada, será la directora del Harem.─le dijo

─Se supone que me amabas.

─¡Te llevaste a mis hijos! ¡Pudieron haber muerto! El hijo en tu vientre nacerá aquí, cuando eso suceda, te ejecutare con mis propias manos.

Kösem tocó su vientre de 5 meses, ya estaba un poco abultado. Tenía miedo de que fuera otra niña, ella podía jurar que si daba a luz a un príncipe, tal vez el Sultan tendría piedad de ella y la dejaría vivir en el palacio como lo había hecho años atrás.

𝐏𝐀𝐑𝐀𝐃𝐈𝐒𝐄 | 𝑨𝒉𝒎𝒆𝒅 𝑰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora