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Paso una semana después de aquel hermoso día, las jóvenes habían salido juntas más de una vez a diferentes lugares, pareciera que incluso sus corazones se unían cada vez más.

Mahidevran regreso a casa después de haber pasado casi todo el día fuera, cerró la puerta y se dispuso a entrar, camino hacia las escaleras que daban a los cuartos de arriba y camino tranquilo hasta que escucho la voz de su padre llamarla desde el salón principal.

Camino con tranquilidad a pesar de que pocas veces le hablaba de buenas noticias en aquel lugar.

Entro y beso la mano de su padre, acto seguido el hombre le hizo una seña para que se sentara delante de él, Mahidevran así lo hizo y espero a que el hablara para hacer lo que le pidiese, realmente nunca desobedecía sus órdenes por más que así lo quisiera.

El hombre la miro con seriedad, pero no fue capaz de mantener la mirada fija en ella, casi de inmediato la bajo para no ver su expresión al darle la noticia que esperaba.

—Prepara tus cosas, te enviare al imperio otomano como regalo para el sultán— dijo serio.

El mundo de Mahidevran se le cayó encima en aquel momento.

—Todo este tiempo te han estado entrenando para este día, es un honor ser una de las mujeres de aquel hombre y en tu caso ser la primera de sus mujeres que le dará un hijo es algo mayor, tú serás la madre del príncipe de la corona, así que prepárate— dijo el hombre con una sonrisa orgullosa.

Mahidevran no dijo nada, bajo la mirada simplemente, el corazón le dolía bastante, detestaba la idea de que en el fondo siempre supo que aquella educación llevaba un precio alto que pagar y este seria.

Mahidevran se reusó por un momento así que se levantó molesta—Lo lamento padre, pero no puedo, mi corazón le pertenece a alguien y hare lo que sea necesario para que podamos ser felices, aun cuando eso signifique renunciar a este gran honor y a este nombre y titulo que tengo gracias a mi madre— dijo segura.

El hombre se levantó con furia y se acercó a ella dándole una bofetada —Jamás aceptare esa relación, ¿acaso crees que su familia si lo hará? —

Mahidevran con una lagrima rodando por su mejilla siguió defendiéndose —No importa, al final nosotras manejaremos nuestras vidas, me casare con ella no con su familia o título, a ninguna nos importa nada de eso aun cuando tuviésemos que iniciar desde cero sin el reconocimiento de nuestra familia— dijo firme.

El hombre la tomo del brazo y la hizo subir a su habitación, estando ahí la arrojo al suelo —No es negociable, hare cualquier cosa para cumplir la promesa que ya hice— dijo serio antes de cerrar aquella puerta.

—¿Serias capaz de dañar a alguien inocente por tu propósito? — dijo dando a entender que solo enfrentándose a hacerle algo a la otra joven podría separarlas.

—Mejor dímelo tu hija, serias capaz de vivir con ello en tu corazón, al final del día no importara si yo lo hago, importara quien lo provoco— dijo seriamente y cerró la puerta.

Mahidevran no se levantó del suelo, simplemente gateo hasta quedar cerca de su cama y se recargo contra el dosel, dejo que cada lagrima cayera pues su corazón estaba herido y tenía razón su padre, ella no podría con la idea de que le hicieran daño a Hürrem por culpa suya y solo podría enviarlo haciendo lo que su padre le estaba pidiendo, tendría que ceder y prepararse para lo que venía, no tenía otra opción.

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