Friday

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N/A: los capítulos en realidad los tengo escritos hace días, pero como wattpad andaba todo mamón, no me dejaba actualizar. Pinche rabia!
Pero aquí dejo este y el otro (qué ya está escrito, de hecho) lo subo mañana.

[...]

Cuando ser hermanos es el mayor obstáculo para ellos estar juntos, que los dos sean Alfas, era lo menos importante para preocuparse. Jungkook y Taehyung lo sabían.

Por eso a la hora de intimar, ninguno de los dos ponía reparo en quien sería el receptor y quién el emisor. Ni siquiera fue un problema la primera vez que se atrevieron a pasar más allá de roces y toqueteos. Sin embargo, Jungkook fue quien hizo posible que las cosas pasaran a otro nivel. Siempre fue avaricioso cuando se trataba de Taehyung. Siempre quiso más de él, y luego más.

Jungkook fue quien se atrevió a soltar las primeras palabras lascivas, en robar el primer beso, en sugerir masturbarse uno al otro para luego pasar a poner en erupción sus cuerpos.

Pocas veces Taehyung fue quien dio el primer paso, y no porque el rubio no lo quisiese, sino porque Taehyung siempre llevó ese peso de culpa en sus hombros. Soltarse para él fue más difícil.

Jungkook lo entendía, por supuesto, él mismo luchó consigo mismo cuando se dio cuenta de la clase de sentimientos que había desarrollado hacia su hermano, aceptarlos fue más fácil.

Para Taehyung, reconocerlos fue más fácil, pero aceptarlos, fue cargar con su propia cruz.

Jungkook quiere creer que Taehyung había decidido quitarse el peso de esa cruz, para así aceptar sus sentimientos.
Su "Te amo" de la noche anterior se sintió así. Al igual que todas las veces que se entregaron en el resto de la noche anterior y madrugada entrante.

Sin duda el viernes de Jungkook había empezado bien.

Pero, siendo ahora las tres de la tarde del mismo día, no sabía si iba a terminar de la misma forma. No cuando Taehyung se había escapado de su cama cuando él aún se encontraba dormido, y no cuando Taehyung no respondía a ninguna de sus llamadas y mensajes. ¿Cuántas veces fueron? Ya había perdido la cuenta. Lo único que sabía era que todas esas veces fue ignorado. Las llamadas qué le hacía ni siquiera fueron desviadas. Solo fue olímpicamente ignorado.

Jungkook se dejó caer hacia atrás en la silla giratoria de su oficina. Soltando el aire pesadamente.

Cuando despertó esa mañana, había encontrado un mensaje por parte de Dawon, informándole que ya no tenía que ir a más sesiones de fotos, ya que con las que habían tomado harían una excelente edición de la temporada.
Jungkook supuso que Taehyung recibió el mismo mensaje.
Sus esperanzas y opciones de encontrarse con el rubio se redujeron.

Ahora, se encontraba metido de cabeza en su oficina, gracias a los días que faltó tenía trabajo atrasado.

  Oyó pasos. Entonces, un par de zapatos negros y brillantes aparecieron en su línea de visión. Pero su ilusión cayó como las cataratas del Niágara cuando se dio cuenta de quien era.

Era su mejor amigo; Choi Minho.

— Tiempo sin verte, hombre — expresó el recién llegado con una resplandeciente sonrisa.

Jungkook rodó los ojos.

— Pero si nos vimos hace dos días, Minho.

— Sí, bueno, pero como ahora eres una super estrella modelo, ya no paras en la Empresa — dijo con gracia, para seguido sentarse en una de las sillas justo en frente de Jungkook.

— Muy chistoso. Mejor dime si pudiste concretar la cita con los contratistas.

— Claro que sí, hombre, soy tu mejor empleado después de todo. Además de tu mejor amigo. Te la rifaste conmigo, ¡¿a que sí?!

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