Yūgen. (Hawks Y Tú)

09. Jugando con las apariencias.

Durante la cena, Makio y Mirio parecían estar disfrutando de la compañía del otro, riendo y charlando como si se conocieran desde hace tiempo, compartiendo risas y anécdotas, creando un ambiente jovial y animado en la mesa. Makio estaba completamente encantada con la presencia de Mirio, y no perdía oportunidad para halagar sus acciones como estudiante en la UA y su sueño de convertirse en un gran héroe.

Yuuki se sentía como si estuviera caminando en una cuerda floja, tratando de mantener su fachada mientras sus emociones se revolvían en su interior. Observó a Makio charlando animadamente con Mirio, sus risas llenaban el aire y le daban un toque de normalidad a la escena. Sin embargo, en su propio rincón, Yuuki se esforzaba por mantener una sonrisa tranquila en su rostro, ocultando la tormenta de pensamientos que la acosaban.

Hawks, con su actitud despreocupada, seguía manteniendo una conversación ligera, lanzando bromas y comentarios ingeniosos. Yuuki se reía en respuesta, jugando el papel de una joven admiradora de los héroes, pero en su interior, sentía una mezcla de ansiedad y temor. Cada una de las palabras de Hawks parecía un eco en su mente, llevando consigo la posibilidad de descubrimiento.

Las bromas de Hawks llegaban a sus oídos como un recordatorio constante de su doble vida. Aunque su actitud era más ligera, Yuuki no podía evitar sentir la tensión debajo de cada risa. Cada comentario hacía que se preguntara si Hawks estaba jugando con ella, si había descubierto su secreto y estaba burlándose de su situación.

Por fuera, Yuuki seguía con la farsa, riendo y asintiendo en los momentos adecuados. Pero por dentro, se debatía entre el deseo de huir y el temor a que su actuación no fuera lo suficientemente convincente. Cada minuto que pasaba en esa mesa sentía como una eternidad, como si en cualquier momento la verdad pudiera salir a la luz. Pero ella estaba decidida a mantener su máscara, a proteger su secreto a toda costa. Aunque su corazón latía con fuerza y sus manos sudaban, no mostraría debilidad.

La conversación continuaba, una danza de palabras y sonrisas que ocultaban más de lo que revelaban. Yuuki se aferraba a su actuación, manteniendo sus emociones en jaque. No podía evitar sentirse atrapada en un juego peligroso, uno en el que no sabía las reglas ni las intenciones de su contrincante.

A medida que la cena avanzaba, Yuuki se esforzaba por encontrar la salida de esa situación incómoda. Miró a Makio y Mirio, que parecían estar disfrutando de su tiempo juntos. ¿Debería confiar en que todo era una casualidad?

Las emociones de Yuuki seguían en conflicto, una batalla interna que luchaba por mantener bajo control. No sabía si Hawks tenía un as bajo la manga, si estaba jugando un papel o si realmente no sabía nada. Pero una cosa era segura: esa noche dejaría una marca en su memoria, una experiencia que la haría cuestionar todo lo que creía saber sobre el mundo de los héroes y las apariencias engañosas.

—¡Sí, definitivamente los héroes son asombrosos! Siempre protegiendo a la ciudad y asegurándose de que todos estemos a salvo.— Yuuki hablaba manteniendo una enorme sonrisa en su rostro, su amiga Makio asentía junto con ella.

—¿Oh, en serio? ¿No estarás exagerando un poco?— Hawks mantenía su sonrisa burlona. —Quiero decir, ¿no hay momentos en los que solo quieras decirles: "¡Oye, héroes, déjenme en paz!"?

—Bueno, supongo que puede ser un poco abrumador a veces, pero en general, estoy muy agradecida por todo lo que hacen.

—Interesante.— elevando una se sus pobladas cejas, mientras apoyaba su mentón sobre su mano. —Siempre es refrescante encontrarse con admiradores genuinos Bueno, creo que alguien tiene un gran corazón por los héroes. Me pregunto si tendrías la misma opinión si vieras de cerca lo que hacemos.

En ese momento, la voz alegre de Makio interrumpió la conversación. Yuuki se sobresaltó ligeramente por la interrupción, y su corazón latía con fuerza. Makio no tenía idea de lo complicada que era la situación para Yuuki en ese momento. Miró a su amiga, tratando de mantener su falsa sonrisa.