Yūgen. (Hawks Y Tú)

62. El sacrificio de un espía.

Yugen se despertó con la mente alerta, consciente de las tareas que le esperaban ese día. Se estiró y se levantó de la cama con determinación. Sabía que su papel como infiltrada en el Frente de Liberación Paranormal requería estar siempre un paso adelante, por lo que se vistió rápidamente con su traje de héroe y se aseguró de ocultar la pluma de Hawks entre las capas de su ropa.

Yugen tomó la pluma de Hawks y con cuidado la ató a una pequeña cadena. La colocó alrededor de su cuello, escondiéndola debajo de su traje como un collar.

En su habitación, Yugen esperaba pacientemente a que el doctor Ujiko la teletransportara al laboratorio donde se encontraba la cápsula que albergaba el cuerpo de Shigaraki. La mansión del Frente de Liberación Paranormal estaba sumida en un silencio inquietante, solo interrumpido por los murmullos lejanos de los demás miembros de la organización.

Finalmente, la hora acordada llegó y Yugen fue teletransportada al laboratorio del doctor Ujiko. El científico la recibió con una mirada fría y le indicó que se encargara de vigilar el proceso de germinación de Shigaraki. Yugen asintió con determinación, dispuesta a cumplir con su tarea mientras seguía ocultando su verdadera lealtad detrás de una máscara de lealtad hacia el Frente de Liberación Paranormal.

En la penumbra de la habitación, Yugen se sumergía en la lectura de los informes que el doctor Ujiko le proporcionaba. La tenue luz proveniente del contenedor donde descansaba Shigaraki proyectaba sombras danzantes en las paredes, creando una atmósfera cargada de misterio.

El doctor Ujiko compartía información con ella en voz baja, revelando detalles reservados sobre el proceso de germinación de Shigaraki. Sus palabras resonaban en la habitación, creando un ambiente tenso y cargado de secretos. Yugen asentía ocasionalmente, mostrando su comprensión mientras continuaba analizando los datos con ojos perspicaces.

A medida que examinaba los informes, Yugen mantenía su expresión imperturbable, ocultando cuidadosamente cualquier emoción que pudiera traicionar su verdadero propósito. El silencio reinaba en la habitación, roto solo por el suave zumbido de las máquinas y las ocasiones palabras susurradas entre ellos.

A pesar de la aparente normalidad, un inquietante silencio envolvía la habitación, y la oscuridad que se cernía a su alrededor mantenía a Yugen en un estado de alerta constante. Un presentimiento desagradable se apoderó de ella, como un murmullo inquietante en el fondo de su mente. No podía precisar la fuente de su inquietud: ¿era la peligrosa compañía del doctor Ujiko o algo más siniestro que acechaba en las sombras?

Cada pequeño ruido, cada sombra fugaz que danzaba en las paredes, le hacía sentir como si estuviera en el epicentro de una tormenta. La tensión en el aire era palpable, y Yugen se esforzaba por mantener su compostura mientras continuaba su interacción con el doctor Ujiko. Sus sentidos estaban agudizados, alerta ante cualquier señal de peligro.

Mientras intentaba ocultar su inquietud detrás de una máscara de calma, Yugen se recordaba a sí misma la importancia de mantenerse vigilante. Sabía que en el mundo del Frente de Liberación Paranormal, las apariencias podían ser engañosas y que la confianza era un lujo que no podía permitirse. En este juego peligroso de infiltración, la paranoia se había convertido en su mejor aliada y, en ocasiones, en su única salvaguardia contra lo desconocido.

En la penumbra de la habitación, Yugen y el doctor Ujiko mantenían una conversación aparentemente rutinaria. Sin embargo, bajo las palabras comunes y los gestos formales, se escondía una tensión palpable.

—Yugen, necesito que me ayudes con un pequeño ajuste en el proceso de Shigaraki. Hay un detalle crucial que debemos abordar para garantizar su éxito.— dijo Ujiko con una sonrisa siniestra bailando en sus labios.