Yūgen. (Hawks Y Tú)

33. Distancia en el cielo.

El silencio de la noche envolvía la azotea mientras Yuuki contemplaba la inmensidad del cielo estrellado. Sus ojos se perdieron en la luna y las constelaciones, y el suave susurro del viento acariciaba su rostro. Sin embargo, algo en la atmósfera cambió imperceptiblemente.

Yuuki, absorta en sus propios pensamientos, comenzó a sentir una extraña sensación de que algo no estaba del todo bien. Como si el aire se hubiera vuelto denso y cargado de significado, se volvió consciente de una presencia cercana. No tuvo que buscar mucho para encontrar la fuente de esa perturbación.

Cuando volvió la mirada hacia Hawks, notó que él la observaba con una intensidad que la hizo sentir un nudo en la garganta. Sus ojos, iluminados por la luz de la luna, estaban fijos en ella, como si intentara descifrar algún misterio profundo que se ocultaba en su interior. 

Fue en ese momento cuando Yuuki se dio cuenta de que algo había cambiado entre ellos. La amistad y camaradería que habían compartido durante tanto tiempo parecían haberse transformado en algo más complicado y confuso. Era como si una nueva capa de intimidad se hubiera tejido entre ellos, y ella no estaba segura de cómo abordarla.

Los ojos de Hawks, a pesar de su usual mirada despreocupada, reflejaban una mezcla de emociones que Yuuki no podía ignorar. Una parte de ella quería comprender lo que estaba sucediendo, mientras que otra parte, la parte que siempre había sido reservada y cautelosa, se sentía abrumada por la incertidumbre.

Yuuki decidió no decir nada en ese momento, pero en su interior sabía que algo había cambiado, y no podía evitar preguntarse qué significaba para su relación con Hawks y el mundo que habían compartido hasta ahora.

Con la tensión palpable en el aire, Yuuki y Hawks optaron por no abordar directamente la mirada intensa y la confusión que sentían. Como si compartieran un entendimiento silencioso, cambiaron el enfoque de su conversación hacia el paisaje nocturno que se extendía ante ellos.

—La luna se ve increíble esta noche.— comentó Yuuki, señalando hacia el brillante disco lunar que dominaba el cielo estrellado. Sus palabras parecían un intento de romper el hielo y desviar la atención lejos de la incomodidad que habían sentido. Hawks asintió, aunque su mirada aún vagaba hacia Yuuki de vez en cuando. 

—Sí, es hermosa. ¿Sabes algo sobre las estrellas? Algunas constelaciones son realmente interesantes.

—De hecho, sí, tengo una historia que me encanta. Orión, el cazador, era conocido por su destreza y valentía en la caza. Pero un día, se encontró en una situación inusual: se enamoró de las Pléyades, un grupo de hermosas estrellas en el cielo. A pesar de sus habilidades y esfuerzos, Orión nunca pudo alcanzar a las Pléyades, y pasó su vida persiguiéndolas en vano.— Yuuki sonrió, sus ojos brillando. —Me encanta porqué siempre me ha hecho cuestionarme, a veces la vida nos pone en situaciones en las que perseguimos algo que parece inalcanzable, algo que nos elude a pesar de nuestros mejores esfuerzos. Tal vez, en este momento, nosotros también estamos persiguiendo algo que no podemos entender por completo. ¿Qué opinas, Hawks?

Hawks reflexionó sobre las palabras de Yuuki. La historia de Orión y las Pléyades tenía un matiz de verdad en la forma en que ambos parecían estar persiguiendo algo que aún no comprendían del todo. Era como si el universo estuviera jugando con ellos, llevándolos por un camino incierto.

A medida que hablaban, la confusión seguía latente en sus mentes, pero al menos habían evitado una confrontación directa que ninguno de los dos se sentía preparado para abordar en ese momento. La distancia emocional persistía, aunque disfrutaban de la calma de la noche y la compañía del otro.

Después de su conversación sobre Orión y las Pléyades, Yuuki y Hawks continuaron mirando el cielo nocturno, compartiendo historias sobre constelaciones y mitos estelares. La tensión que habían sentido previamente comenzó a disiparse lentamente, reemplazada por una sensación de calma y familiaridad que habían compartido desde que comenzaron a trabajar juntos.