Peregrinaje del Cielo

El que alineó las estrellas: X

He who aligned the stars

X

=0=

"¡Mmmmmmmm! ~" Esto estaba tan lejos de sus expectativas como podría haberlo logrado, sobre todo porque el Dios - Diosa, se corrigió mentalmente - directamente a su derecha estaba actualmente brotando con una expresión casi eufórica mientras ella Tomó otro bocado de la comida que habían comprado en un pequeño restaurante de comida rápida que todavía estaba abierto en ese momento.

Sacando la cuchara de su boca, masticó la comida por unos momentos antes de tragar y abrir los ojos una vez más, balanceándose hacia adelante y hacia atrás sobre su trasero como si fuera más joven de lo que parecía. No es que él tuviera ningún problema con eso, había cierto encanto en su forma de actuar. Algo parecido a Perséfone, pero no del todo, parecía mucho más despreocupada que la otra Diosa que conocía, pero no estaba dispuesto a bajar la guardia. No importa cuánto pudiera actuar, ella seguía siendo una Diosa y muy por encima de él en términos de poder.

Dicho esto, podría darle las gracias por la comida que ella había tenido la amabilidad de pagar. Volviendo a mirar su propio plato y retirando la cuchara, nunca habría imaginado que el maíz dulce frito sabría tan bien como este, pero se imaginó que también estaba relacionado con las especias. Le avergonzaba bastante admitir que su conocimiento de la cocina mexicana se extendía a cosas como tacos y fajitas. Nunca había oído hablar de los ' esquites ' hasta que Quetzalcóatl lo arrastró a la tienda y pidió algunos para los dos.

Lo que luego los llevó a la ubicación actual, que ciertamente estaba bastante apartada, empujándolo de un lado a otro de la ciudad y al 'Parque España', creía que decía el letrero en su entrada.

Emitiendo su propio tarareo de satisfacción mientras masticaba su comida, no pudo evitar notar que la atmósfera era mucho más informal de lo que hubiera esperado. Nuevamente, no pudo evitar hacer comparaciones con Hades, les gustaba ir directo al punto primero y luego, una vez que los asuntos importantes eran dejados de lado, permitía una conversación más alegre entre los dos. Pero incluso entonces, ciertamente no estaba en la escala de llevarlo a otro lugar para disfrutar de un bocado rápido de los lugareños.

"Ah, ¿te gusta?" Volvió su mirada hacia Quetzalcóatl, la rubia le dio una mirada bastante entusiasta mientras sus ojos bailaban entre el vaso de poliestireno en sus manos y él mismo, claramente había estado prestando bastante atención si notó su reacción moderada. Aún así, si ella iba a llevarlo aquí y pagarle la comida, entonces era justo que fuera honesto con ella.

"Es bastante único, lo confieso". Él respondió encogiéndose de hombros, volviendo sus ojos hacia él y buscando otro bocado. "Sorprendentemente pocos ingredientes, pero aun así sabe muy bien. Seguramente se trata de ampliar mis horizontes en lo que respecta a la cocina, eso lo puedo decir con total seguridad". hizo una pausa antes de darle otro mordisco, mirándola una vez más. "¿Es usted un cliente habitual de ese restaurante en particular?"

Quetzalcóatl se encogió levemente de hombros. "Sólo cuando vengo a visitar la ciudad y necesito un pequeño descanso. Me gusta venir a lugares pequeños como ese, prestando atención a las personas que tal vez no siempre reciban la atención". Ella hizo una pausa por un momento y luego le envió una sonrisa orgullosa. "Creo que hay algo con respecto a excavar en busca de diamantes escondidos, ¿no?"

Joyas escondidas, pero tenía razón. Supuso que había una novedad en los locales locales que sólo existían en un lugar, a diferencia de las cadenas de restaurantes más grandes. Por otra parte, nunca tuvo la costumbre de salir a comer fuera de su casa. Prefería hacer su propia comida la mayor parte del tiempo, simplemente por hacerlo. "Puedo entender la atracción y en este momento nos estamos beneficiando de su previsión".