K-Sigo sin creerme que por culpa vuestra acabase enamorada y con pareja.
E-Es que somos unos muy buenos cupidos.
M-Sobre todo yo.
E-Oye tampoco te creas tanto que la idea fue mía.
M-Nuestra, yo fui quien la apuntó al proyecto.
E-Solo por que te...
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Habían pasado un par de días desde la última vez que estuve con el equipo Z al completo o, bueno, casi desde que estuve en el quinto estrato como tal. Entre los partidos en los otros estratos, algunos heridos (sin mucha gravedad, un par de golpes y, también cabe la posibilidad de que alguno acabase medio inconsciente) por culpa de cierto rubio-rosa agresivo que no tiene nada mejor que hacer con su vida y, bueno, el hecho de tener que relacionarme con todos me hacía rotar momentáneamente de lugar. Sin duda, desde que le dio esa especie de obsesión, mi madre estaría orgullosa de que hiciese más de 5000 pasos diarios.
Mañana a la mañana el equipo Z tendría su último partido, contra el equipo V, en el ránquing de puntos, en el cual pasaban los dos primeros equipos al completo, estaban contra las cuerdas, el haber perdido el primer partido no es que les ayudase mucho, y, aunque consiguieran ganar el segundo y empatar el tercero, si no ganaban este último partido los iban a echar fuera. Bueno a todos no, quedaría Kuon, ya que después de que marcase un hat-trick (el cual estaba trucado, el muy rastrero se había aliado con el equipo W para que le dejasen marcar goles y poder pasar él) era el que tenía la mejor posición de todo el equipo Z.
- El problema es que si somos once no podemos hacer grupos de cuatro para practicar... - escuché a Isagi cuando pasé cerca de la sala de entrenamiento, supuse que querrían probar nuevas tácticas para su último partido por lo que decidí no molestar.
- Ya, ¿y qué? Son los jugadores de un equipo normal, imbécil - definitivamente ese era Raichi - Aunque el bastardo este quisiera traicionarnos y hacer un doce contra diez. Además, ni que fuésemos a preguntarles a nuestros enemigos para practicar con nosotros, qué quieres, ¿que se sepan nuestras tácticas y manera de jugar?
- ¡No tienes por qué llamarlos enemigos! Ni que fuesen los malos de un juego o algo, podríamos dejarlo en una manera más suave, como contrincantes - creo que era Naruhaya quien habló esta vez.
- Calla pitufo - respondió Raichi. Ahora que lo pensaba, siempre que en las estancias del equipo Z se escuchaban algún insulto o manera despectiva de llamar a algo casi siempre era él.
- ¿Y qué? Que alguien repita y ya está.
- Eso solo lo dices porque no quieres entrenar, Igaguri - sonó la calmada voz de Chigiri.
- Kenny.
- ¿Hm? ¿Pasó algo con Kennedith, Bachira? - preguntó Kunigami esta vez - ¡Oye! ¿A dónde vas?
Unos segundos más tarde noté como alguien me agarraba de la muñeca. Supuse quien era debido a la ruidosa conversación que había tenido lugar hace nada y la cual tuve la suerte o desgracia de escuchar.
Me giré para ver a, claramente, al sonriente ojiamarillo antes nombrado, a Isagi, preocupado, saliendo de la sala y a Kunigami, confuso, otro tanto de lo mismo.
- Kenny, ¿te animas a practicar? Nos falta uno para hacer grupos de cuatro - me arrastró dentro de la sala de entrenamiento, donde estaba el resto del grupo, con él.
