MULTIFANDOM SHOTS (1)

"LISTEN TO YOUR MASTER"

-Ahora que estás a mi merced me escucharás Doctor 

El amo mantenía atado al Señor del Tiempo a una especie de silla de tortura. Su cabeza y frente estaban sujetas por dos cintas de plástico extremadamente resistente, además de su boca cubierta por un trozo del mismo material. Sus extremidades corrieron la misma suerte, por lo que se mantenían sujetas en sus respectivos lugares.

-No creo que seas consciente de lo que está en juego -replicó el amo mientras le explicaba su plan- eliminaré a la especie humana de una vez por todas y solo habrá una raza -se señaló con una sonrisa- ¡La raza maestro! ¡Todos serán yo, pensarán como yo y actuarán como yo, seré imparable! 

El doctor solo le observaba ya que no podía decir nada por culpa del plástico en su boca. El maestro se cruzó de brazos a la vez que le lanzaba una sonrisa divertida. Apoyó la mano sobre la oreja creando un tubo.

-¿Qué dices Doctor? No puedo oírte -hizo una pausa- realmente parece que tienes algo que decir, escúpelo de una vez 

El moreno no hizo ningún movimiento, el amo se acercó 

-Está bien, te dejaré hablar, espero que digas algo inteligente 

Le quitó la cinta y el Doctor movió la boca como si se estuviera ahogando, para recuperar la sensibilidad de los labios. El amo bajó la mirad hacia ellos en un momento de debilidad, lo cuál, se prometió a sí mismo que no volvería a suceder. Había demasiado en juego para arriesgarlo todo por un solo hombre. 

-Podrías haber sido brillante -dijo sorprendiéndole-

-¿Qué quieres decir? ¡Ya lo soy! -señaló a su alrededor- ¡Mira lo que he conseguido! 

El doctor negó con la cabeza.

-Lo único que has conseguido es tener a todo un planeta aterrorizado por tus decisiones, ¿Eso es lo que quieres ser? ¿Realmente quieres convertirte en esto?

-¿En qué? 

-En un tirano -verbalizó- en un conquistador de mundos, aquellos de los cuáles nos advirtieron nuestros padres en Gallifrey ¿Te acuerdas, Amo? -preguntó esperanzado- Recuerda de dónde vienes y detén esta locura

-Recuerdo las largas praderas de hierba roja -murmuró pensativo- Oh, y el palacio era una auténtica preciosidad

-Si que lo era -secundó el doctor con una sonrisa triste-

-Pero todo eso ya no existe -replicó él- debo hacer lo que sea necesario para que mi existencia permanezca

-No tienes porqué -proclamó el Señor del Tiempo- viaja conmigo, juntos podríamos ser...

-Fantásticos -respondió el Amo con la cabeza gacha-

El Doctor le observó unos segundos antes de que sus miradas se encontrasen, haciéndole tragar saliva con fuerza. Los ojos verdosos del Amo se posaron en las correas que le sujetaban. Alcanzó una daga del bolsillo trasero de sus pantalones y le liberó.

El Señor del Tiempo le observó al tiempo que metía las manos en los bolsillos de su traje

-¿Y bien, qué decides? -cuestionó-

El Doctor se quedó petrificado cuando el Amo cogió su cabeza y depositaba un rudo beso en los labios. Abrió mucho los ojos sorprendido, hasta que su supuesto enemigo se separó de él mirándole con intensidad.

-Me iré contigo Doctor -anunció-

El sonrió de medio lado observándole de arriba abajo

-Está bien, vamos entonces 

Y así es como el Amo y el Doctor, supuestos enemigos acérrimos, compartieron sus vidas con un único objetivo : viajar a través del tiempo y del espacio.