𝐍𝐢𝐮

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Harry giró las llaves del grifo para llenar la tina, encendió algunas velas con aroma a lavanda y regresó al nido para tomar en sus brazos a Louis.

Desvistió su cuerpo con la delicadeza de alguien que está manipulando cristal, detuvo el flujo de agua una vez que está había llenado a la mitad la tina, tomó unos segundos para observar al omega, en ningún momento con algún tipo de morbosidad, sino admirando la belleza de este.

Sus curvas definidas, el color de su piel, sus pronunciados muslos, las manos delicadas así como algunos tatuajes en los que pasó su dedo con sutileza causando un estremecimiento en el omega.

—Unos, errores de la adolescencia— Louis respondió a una pregunta que nadie hizo en realidad, ruborizándose al notar la mirada de Harry, justificando las acciones como solía hacer.

—A mi me parecen bellos, combinan contigo, Louis — el alfa levantó al omega cargando al estilo nupcial para meterlo en la bañera, dejando que se relajará en el agua caliente. 

Tomó una esponja de baño llena de jabón para pasarla con suavidad en los brazos del omega para limpiarlo, Louis simplemente se dejó mimar, nunca antes alguien tuvo la delicadeza de hacerlo.

Primero paso la esponja por sus brazos, después tras su cuello causándole un cosquilleo, limpio su espalda y piernas, dejando la parte de su torso así como las zonas privadas lejos de su tacto, le entregó la esponja al omega mientras el alfa rizado le lavaba el cabello, de rodillas tras la bañera.

Si su padre viera aquello, seguramente se pondría rojo del coraje, un alfa de rodillas bañándolo, tomando el tiempo para dejarlo limpio entre palabras dulces y caricias, ¿la mejor parte? Un alfa militar con un rango bastante alto.

Cuando estuvo satisfecho y Louis tenía el cabello libre del acondicionador que olía a flores, Harry le esperaba con una toalla para que el omega saliera, lo envolvió con ella llevándose de vuelta al nido para secarlo y vestirlo con su antigua ropa, ya se cambiarian cuando estuvieran de regreso en su hogar, para él alfa ese pensamiento le llenaba el pecho.

Su bebé dormía tan profundamente que tuvo que despertarlo para darle de comer, debería agradecer a Liam por ofrecerse a ir hasta su casa a traer la fórmula y pañales de su hijo, ya se disculpará y agradecería a ambos por la mañana.

Harry salió de la ducha ya vestido, se acomodo junto al bebé y el omega abrazándose para cubrirlos con su aroma, cosa que despertó en Louis un ronroneo de satisfacción, entre caricias de parte del alfa y sonrojos del omega, volvieron a dormir, esta vez toda la noche.

Por la mañana dos golpes en la puerta hicieron que abriera los ojos, ya se sentía demasiado avergonzado para con el alfa de la casa, pues no paraba de tocar para invitarles a comer desde ayer, y siempre era rechazado quedándose detrás de la puerta, así que cuando Harry estaba por decir que él aún dormía se levantó del nido.

—De hecho, si tengo hambre y me gustaría desayunar con ustedes, por favor discúlpame por mi actitud de ayer— se puso de pie al lado del alfa quien abrió más la puerta para dejarlo verse

—No se preocupe— la mirada de Liam se agacho — Espero que les guste, yo cocine, los esperamos en la mesa —giró sobre sus talones para retirarse, cuando estuvo fuera de su campo de visión entonces Louis se animó a preguntar por ese gesto.

—¿Por qué agacho la mirada? ¿Hice algo mal? ¿Estoy mal vestido? — la cantidad de preguntas y la velocidad con que fueron hechas causó una sonrisa divertida en los labios del alfa quien negó besando los cabellos castaños del omega, aún olían a flores.

—Apenas le ves completamente y de inmediato preguntas si existe algo mal contigo, Louis eres una joya — lo abrazó por la cintura guiándose al nido donde Zaid se removía bajo las mantas, manoteando y buscando a los adultos que durmieron allí con él — Para Liam, tu ya eres como mi omega, en su familia es  al visto mirar a los ojos al omega de otro alfa.

𝐒𝐮𝐛𝐫𝐨𝐠𝐚𝐝𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora