El legado de Nerón

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Enid se durmió poco después de que terminara la película. Se sentía cálida, cómoda y feliz con la perspectiva de poder hablar con Merlina nuevamente. Finalmente pudo dormir bien después de todo el tiempo que había estado en casa.

Al día siguiente, Enid se despertó sonriendo, se estiró y bostezó como un cachorro. Se volteó sobre su espalda y estirándose un poco más. De repente recordó revisar su teléfono, estaba enterrado entre sus sábanas, tardó un tiempo en encontrarlo y cuando finalmente lo hizo...estaba muerto...

Se levantó rápidamente, conectó su teléfono y esperó un poco a que se encendiera...odiaba esperar... Después de unos minutos, la pantalla finalmente se iluminó, Enid abrió la aplicación de mensajería y buscó una respuesta.

Nada... Los mensajes habían sido leídos, pero ella no había recibido ninguna respuesta... Una fría tristeza golpeó a Enid como una bolsa de ladrillos, se sintió herida, triste, decepcionada, y sí, tal vez estaba reaccionando exageradamente, pero extrañaba a Merlina y esperaba finalmente poder hablar con ella antes de que comenzaran las clases nuevamente.

Ahora, la ira se abrió paso en Enid... "¡¿Quién diablos se cree que es?! ¡¿Estoy aquí tratando de ser su amiga y ella me dejó en visto?! ¡¿Quién mierda hace eso?! Para entonces ella estaba echando humo... Arrojó su teléfono sobre la cama y bajó las escaleras para conseguir algo de comer.

Mientras bajaba con paso firme se chocó con uno de sus hermanos. "¡Fíjate por donde vas, rarita!" Él gritó, mostrándole sus colmillos.

"¡Definitivamente, NO quieres comenzar algo conmigo en este momento!", exclamo Enid furiosa.

"¡Oooooh mira a quién le bajo un par! ¡La pequeña rarita de la camada! ¡Llámame sorprendido!" Se burló.

Las garras y colmillos de Enid comenzaron a mostrarse y ella comenzó a gruñirle a su hermano de manera amenazante.

"Tú... ¿Quieres pelear? ¡¿Conmigo?! En serio, Enid, solo vuelve a tu habitación. Te lastimarás a ti misma. Soy mucho más peligroso de lo que piensas y tampoco vales mi tiempo..." Él gruñó.

Ante esto, Enid se lanzó hacia él, mordiendo y arañando tanta piel como pudo. Ella tuvo suficiente con él y su actitud. No podía transformarse sin la luna llena, pero ya se había cansado de la intimidación y el abuso que había tolerado todos estos días en casa y de ser dejada en visto había sido la cereza del pastel. Se sintió aliviada de que sus padres y otros hermanos todavía estuvieran dormidos porque no podía pelear con todos ellos a la vez.

Su hermano lloriqueo cuando Enid le mordió el hombro izquierdo y le araño la cara. El trató de empujarla, pero quedó inmovilizado contra las escaleras. Fue entonces cuando Enid escuchó el timbre de su teléfono desde su habitación y todo se congeló. Ella lo soltó y retrocedió...

"¡QUÉ CARAJOS FUE ESO, PERRA!" Su hermano estaba temblando, sosteniendo su hombro herido con su brazo bueno. "¡MAMÁ TE VA A COMER VIVA CUANDO SE LO DIGA!" Amenazó.

Enid estaba bombeando adrenalina, respirando con dificultad y temblando también. "¡ADELANTE, IMBECIL, VE Y DILE QUE LA RARITA DE LA CAMADA LE HIZO ESO A SU PRECIOSO ALFA!" Se sentía orgullosa de sí misma pero también estaba asustada, sus padres ya deben haber escuchado toda la conmoción.

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