Asfixia

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Enid se estaba poniendo cómoda, desempacó parte de su ropa y la puso en el ropero, también había traído sus peluches favoritos, los cuales coloco en su cama, en general, la habitación se sentía más como ella, a pesar de ser solo por un fin de semana. Enid se sintió acogida y segura, sabía que Yoko y.Merlina no dejarían que nada malo le pasara, además ella también era una mujer lobo fuerte que derroto a su hermano mayor. Enid se rió entre dientes mientras recordaba lo que hizo. Su madre debe estar enloqueciendo aun, si tiene suerte, no vendrán a buscarla... Eso esperaba...

Merlina no tenía mucho que hacer en su nueva habitación prestada, así que decidió deambular por la casa observando cada detalle que podía. Claro, no estaba a punto de divagar tanto en la casa Yoko, así que se limitó a explorar lugares que estaban a su vista y acceso, en lugar de meterse en cuartos con puertas cerradas por más que quisiera. Era curiosa, pero no irrespetuosa.

Centró su atención en el retrato de la familia Tanaka. La pintura parecía antigua, tal vez de la década de 1800, hizo una nota mental para preguntarle a Enid cuántos años tenía Yoko. El retrato tenía una mezcla cautivadora de elegancia, riqueza cultural y encanto místico. El fondo era una sala de tatami tradicional adornada con delicadas pantallas shoji, la composición exudaba un aire de tranquilidad en medio de cierta oscuridad que provenía de los ocupantes de la pintura.

En el centro del retrato estaba el padre de Yoko, quien tenía una figura refinada y enigmática vestido con un kimono intrincadamente bordado, adornado con diseños que representaban la mitología y el folclore tradicional japones. Su tez pálida reflejaba su naturaleza inmortal, mientras que sus ojos contenían una mezcla de sabiduría y hambre. Con una postura elegante pero dominante, emanaba una sensación de poder y control sobre su linaje de vampiros.

A su lado estaba quien Merlina asumió era la madre de Yoko, ya que nunca la había conocido. Su belleza era etérea, estaba envuelta en un kimono fluido y sedoso adornado con patrones de flores de cerezo. Su piel de porcelana se acentuaba con una sonrisa amable, enmascarando tanto su encanto como la naturaleza peligrosa que se encuentra debajo. Un obi tradicional ceñía su kimono, adornado con motivos que simbolizaban la longevidad y la protección contra los espíritus malignos.

Cuando iba a mirar a Yoko y a quien pensaba que era su hermana mayor algo llamó su atención. Rápidamente giró la cabeza para ver a Enid regresando a su habitación con un trozo de pizza en la boca, 2 cajas en las manos y algunas barras de chocolate encima. Hubo un momento fugaz en el que sus ojos se encontraron y se quedaron mirándose por un momento... Enid le mostró su mejor sonrisa a pesar de tener un trozo de pizza en la boca.

"Se parece tanto un cachorro..." pensó Merlina para sí misma. "Buenas noches Sinclair, veo que ya has encontrado y saqueado la cocina..." Dijo mientras miraba a Enid de arriba abajo.

"Fengo...hambrue..." Enid trató de decir y falló miserablemente. "Ha shido unf dia largo..." dijo encogiendo los hombros. Una olor a tinta golpeo su nariz.

Merlina estuvo a punto de reírse del cachorro, pero siguió frunciendo el ceño. "No debes hablar con la boca llena, es irrespetuoso y asqueroso...aunque podría inducir asfixia y eso si sería divertido de ver..."

"Po que eres así conmigou..." y con eso, Enid comenzó a atorarse...

Into You (Español)Where stories live. Discover now