CAPITULO 14

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Tae no podía quitarse la ropa, lo suficientemente rápido. Se levantó y comenzó a quitarse la ropa, sacándose la camisa por la cabeza, antes de tirarla a un lado y alcanzar los botones de sus pantalones. Escuchó la rápida inhalación de Seokjin, cuando se desabrochó los pantalones y los bajó por sus piernas, apartándolos lejos. Era excitante ver como la lujuria que ardía en los ojos oscuros de Seokjin, se convertía en un infierno, cuando el hombre miraba su cuerpo desnudo. Era bueno para el ego de Tae, después de cómo había sido tratado durante tanto tiempo. Tae se arrastró despacio por la cama, hasta estar a horcajadas sobre las piernas de Seokjin y luego se acercó más. Escuchó la dura respiración de Seokjin, cuando rozó el duro bulto en sus pantalones, pero continuó. Tae quería que Seokjin lo besara. Moría por ello. Cuando sus labios tocaron los de Seokjin, sintió los enormes brazos del hombre envolverlo, girarlo, ponerlo sobre su espalda y tumbarlo en el colchón. Tae gimió entrecortadamente, sintiendo la ternura, la absoluta calidez del toque de Seokjin y la fuerza de sus músculos cuando lo sostenía. Los labios de Seokjin, viajaron al cuello de Tae, moviéndose con paso seguro a sus duros y sensibles pezones. Cuando su boca cubrió uno, Tae gemía por la dulce mezcla de placer. La lengua de Seokjin raspó la punta, su boca chupando a Tae con un fuerte movimiento, que lo dejó temblando y rogando por más.

―Eres tan hermoso―, Seokjin murmuró. Tae no pudo evitar que escapara un gemido de sus labios, cuando Seokjin se inclinó y lamió su pezón. ―¿Te gusta cariño?

―¡Sí! ―Tae rodeó con sus manos el cuello de Seokjin e intentó tirar del hombre más cerca. El placer que atravesaba su cuerpo, era intenso. Le robó el aliento de los pulmones y se le hizo dificultoso poder respirar. Tae pensó que Seokjin estaba enfadado con él, por moverse, cuando el hombre agarró sus manos. Miró hacia arriba, rápidamente a Seokjin, de forma cautelosa. Éste le sonrió. Su corazón comenzó a latir más rápidamente, cuando Seokjin levantó sus manos sobre su cabeza.

―Mantenlas ahí.

Tae tragó ante la lujuria en los ojos de Seokjin y asintió rápidamente. Seokjin se sentó y movió su mano lentamente por el estómago de Tae, sus ojos siguiendo cada gentil caricia, sus dedos viajando por la ingle de Tae y entre sus muslos hasta que uno bajó hacia sus bolas. Tae tembló, mordiéndose un gemido de placer, cuando la gruesa longitud del dedo de Seokjin rozó su fruncido agujero. Su cuerpo entero le dolía, estaba tan tenso debido a la necesidad, que pensaba que explotaría. Seokjin alcanzó sobre la cabeza de Tae, y luego este último escuchó un ruido. Un momento después, dedos lubricados presionaban entre las mejillas de su culo. Tae retuvo la respiración, cuando uno de esos dedos rozó su dolorido agujero, justo como hacía un momento, sólo que más fácilmente.

―Seokjin―, Tae gimió, un estremecimiento de éxtasis atravesó su cuerpo. El dedo de Seokjin se adentró en su apretado culo, con lentas embestidas del duro dígito separando sus músculos, haciéndolo temblar y construyendo su clímax. Tae luchó contra la necesidad de gimotear y rogar, ante la lenta penetración.

―Eso es cariño, ―Seokjin lo animó, ―dime cuánto te gusta. Necesitaba más, más rápido, más duro.

Arqueó su espalda, cuando un dedo de Seokjin se deslizó dentro con una suave y contundente inmersión. Tae se estremeció, su hambriento gemido lo sorprendió, cuando su cuerpo rogaba por más. Su orgasmo estaba tan cerca, que podía sentirlo formándose con desesperación y ni siquiera había tocado su polla aún.

―Infiernos Tae―, Seokjin murmuró, curvando su dedo, acariciando el sensible punto dulce de Tae.

Tae cerró los ojos, cuando la profunda voz de Seokjin atravesó su cuerpo y rodeó su polla, despertando su completa atención. Oh Dios, podía venirse sólo con ese sonido. Tae abrió los ojos, cuando sintió a Seokjin sacar su dedo. Un momento después, la cama se movió. Siguió a Seokjin, con sus ojos, cuando el hombre se movió al final de la cama y comenzó a desvestirse. Respirar se volvió un poco más difícil, cuando duros y masivos músculos fueron revelados. Seokjin tenía un aspecto duro, fuerte; tenía unas piernas largas y unos hombros que aparentaban de un metro de ancho. Su polla era grande, gruesa y larga, y Tae sabía que extendería su culo hasta que rogase por más. Contra más piel desnuda exponía, menos aire parecía haber en la habitación. Tae se encontraba gimiendo pesadamente, cuando Seokjin volvió a subir a la cama. Sentía su piel sonrojada de excitación. Seokjin se arrodilló entre los muslos de Tae y se inclinó sobre él. Tae gimió, cuando sus labios de repente fueron tomados en un beso castigador. Los labios de Seokjin eran duros y exigentes, mientras se presionaban junto a los suyos.

WINDY SPRING VIWhere stories live. Discover now