Capítulo 15 - Gabriel...

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Era un día como cualquier otro, Rafael se levantó anticipando a su Amo, quien había tomado la costumbre de darle una pequeña descarga solo para recalcar que ya había despertado, debido a los guanteletes, las acciones de Rafa estaban limitadas, aún así había aprendido a ingeniárselas para tender parcialmente su cama, orinar en la regadera y esperar pacientemente a que el Amo abriera la puerta, sus ojos estaban ya acostumbrados a la luz solar y le permitía rondar por la casa, primero debía hacer una serie de ejercicios en el calabozo, "desayunar juntos" y el resto del día se dedicaba a hacerle compañía, pero ese día era especial, así lo había dicho su ahora Dueño, Rafa se esperaba cualquier cosa menos lo que realmente sucedió, el Amo le puso la cadena.

Condujeron cerca de dos horas por la carretera, Rafa iba echado en el asiento trasero lleno de emoción, esta sería la tercera vez que salía de casa, la primera vez había acompañado al Amo a hacer compras en el pueblo cercano, aunque a el no se le permitió bajar del auto, lo mismo en la segunda vez que lo acompañó a una reunión de "trabajo", pero esta vez iban en dirección contraria, quería asomarse por la ventana pero sabía que no debía hacerlo, a pesar de estar polarizadas al Amo no le gustaba que lo hiciera por precaución, lección que aprendió a las malas. Eventualmente escuchó el sonido de varios autos, el transporte público y demás sonidos estridentes, entonces supo que estaban en la ciudad, un sentimiento de pánico lo invadió cuando el Amo estacionó el auto y le permitió observar a través de la ventana; ante sus ojos se mostraba un pequeño parque, no había demasiadas personas pero eso no evitó que un escalofrío recorriera su espalda, más aún cuando vio como el Amo abría una de las puertas traseras y jalaba de su correa, instándolo a bajar del auto.

Descender era complicado, y más de una vez se había caído y lastimado, esta vez no fue la excepción, se sentó sobre sus piernas y con las manoplas se limpió la tierra de la cara, aun llevaba el bozal mordaza, pero eso no impidió que intentara pedir alguna explicación a su Amo, tenía miedo y su lenguaje corporal lo demostraba, estaba prácticamente desnudo, antes de salir de casa se le había forzado unos shorts deportivos cortos y de cuero, así como un crop top masculino, intentó buscar consuelo en la mirada de su Dueño pero éste simplemente jaló de su correa y le obligó a caminar internándose en el parque. Al principio Rafa sentía que todos lo miraban y lo juzgaban, tenía tanto miedo que incluso se sentó a orinar, el Amo se volteó y arrodilló frente a el.

- Tranquilo cachorro, se que tienes miedo, pero quita eso de tu mente, y mira mas de cerca el tipo de personas que se reúnen aquí.

Rafael levantó la vista, solo para encontrase con personas señalándolo, estaba a punto de volver a esconder la cara cuando vio pasar frente a el a otro chico, mas o menos de su edad con un "traje" muy parecido al suyo, lo miraba con asombro y poco después vio otro chico, y otro más, en poco tiempo se dio cuenta que estaba rodeado de Amos y sus esclavos o mascotas, era un parque "fetichista" por así decirlo, solo entonces Rafael se permitió relajarse y prestar mas atención a lo que la gente decía al señalarlo, escuchando principalmente halagos y elogios debido al físico que tenía, el color de su piel y el traje en sí mismo. El Amo lo condujo hasta una zona de bancas donde se puso a hablar con otros Doms, mientras Rafael se quedaba sentando a su lado.

Mantuvo una postura firme, demostrando el entrenamiento que había realizado, incluso cuando otro chico se acercó Rafa poco caso le hacía, sin embargo lo que mas le llamó la atención fueron los ojos tristes del otro chico, quien incluso luchaba contra las restricciones de su traje y jalaba la cadena de su Dueño, mientras gruñía hacia Rafa buscando atención, o quizá ¿estaba tratando de hablar? ¿de pedir ayuda? Rafael únicamente lo observaba, sin mostrar ninguna reacción hasta que su dueño le dio un fuerte golpe con la fusta en las nalgas y le obligó a caminar hacia otro lado.

Lo siento chico, pero en cuanto aceptes que esta es nuestra nueva vida, mejor será para ti. No se como sean las cosas en tu casa, pero si tu Amo te ha sacado a pasear aquí es por que no será demasiado cruel. Mierda, en verdad me he sometido ¿eh?, se siente, extraño, podría tratar de huir pero, este traje no me lo permitiría, además, soy feliz dentro de lo que cabe, no tengo que tomar molestas decisiones, Amo me da comida, agua, techo y cariño, también ha accedido a dejarme usar las camisas de fuerzas y probar otras cosas cuando me porto bien; así es, no necesito nada más, no necesito a nadie mas...

Ahora eres MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora