Noches de insomnio y lamentos

Prisión

Una vez más, en el laberinto de mis pensamientos,
busco hilos dorados de palabras que no encuentro,
deseo morir al peso del recuerdo,
como un ave herida que no puede sentir el viento.

La sombra de un amor marchito,
como un fantasma que susurra insistiendo,
el peso del tiempo y los abrazos que se fueron.

Enredados en los hilos del pasado y el deseo,
una danza sin sentido en el silencio,
caminando entre los escombros de promesas rotas,
como sombras que vagan en las noches más solas.

La luz de tus ojos, estrellas brillantes,
ahora son destellos fugaces en mis noches,
tus palabras, ahora susurros en el viento,
ecos lejanos que se desvanecen en el tiempo.

Me han dicho que olvide, que rompa estas cadenas,
pero el corazón es un prisionero de sus propias penas,
cómo desenredarse de esta prisión de emociones,
como un marinero perdido en tormentosas olas.

¿Cómo puedo olvidar cuando el amor fue un fuego ardiente,
que consumió mis sentidos y me dejó impotente?
Ahora quedo atrapado en el laberinto de tus besos,
como un viajero sin brújula en un mundo indefenso.

Con mi corazón engañado, que me has arrebatado,
como un barco a la deriva en antiguos sueños,
mi tiempo se detiene, como un reloj fracturado,
he quedado atrapado en sueños rotos,
deseando volver a ver tus ojos.