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_Narra Adriano_

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_Narra Adriano_

Como es posible que este estúpido de mi primo se pierda cuando tenemos trabajo que hacer. Su mentalidad es la de un niño que piensa que esta de vacaciones en la playa, si tan solo no fuera mi primo.

Dejó la comida a medio probar porque no tengo apetito y tampoco he podido dormir en estos días pues esa niña del avión aparece en mis sueños de manera seductora quitándose la ropa frente a mí. Maldición!!! Solo lo recuerdo y mi cuerpo se altera.

Escucho unos pasos a mi espalda y una conversación así que me levanto de mi asiento para ir a trabajar ahora que ya a llegado Anthony.

-Anthony tenemos que sal... ¿ Que haces tú aquí? - es ella, la niña con la que he estado soñando, ¿ será esto un sueño también?

No hubo respuesta de su parte porque en ese mismo instante ella se desvaneció frente a mi, los buenos reflejos de Anthony no permitieron que ella se lastimada sin embargo verla cerca de él no fue de mi gusto así que la cargo en mis brazos para llevarla a mi habitación no sin antes darle trabajo ha mi primo.

- Anthony en la entrada te están esperando para llevarte al lugar de entrega así que necesito que te hagas cargo del trabajo.

-No te preocupes primo, tu disfruta de tu luna de miel. - se marcha muy contento y eso me dejó desconcertado pensé que se molestaría por mandarlo solo.

No seguí prestando atención a eso así que subí las escaleras y la deje en mi cama. Su rostro sereno es tan hermoso, en estos momentos tengo la oportunidad de grabar meticulosamente todo su rostro y sus finas facciones.

Tiene la cara de un angel pero el cuerpo seductor de una mujer aunque sea un poco pequeña.

No se cuanto tiempo a pasado pero me he quedado dormido por un momento, las noches de insomnios están haciendo justicia. Aun con los ojos cerrado puedo sentir algo extraño, esa chica ya se a levantado sus pasos en la habitación son claramente audible así como su extraño reso.

Escucho como se habré la puerta y mi cuerpo impulsado por la curiosidad se levanta y va hacia ella, mi mano derecha cerro la puerta mientras mi cuerpo la cubre por completo.

-Estas pensando huir? - puedo jurar que su cuerpo empezo a temblar al momento de escuchar mi voz. Esta quieta en el mismo lugar así que le doy vuelta para estar frente a frente y su rostro esta bañado de lágrimas, lágrimas que cubren cada parte de su hermoso rostro y en ese momento cae de rlddilas pidiendo disculpa.

-Te pido me perdones, te lo juro por lo que más quieras que yo no deseaba encontrarme contigo. - esas últimas palabras me dolieron profundamente.

-Vamos levántate, hablemos más tranquilos. - sus ojos están claramente sorprendidos por lo que he dicho, ella tiene una mala perseccion de mi? O yo le he dado esa idea a grede? 

Su cuerpo templo cuando se sintió rodeado por mis brazos y llevado a la cama sin embargo no dijo palabra alguna, me acosté en la cama y lleve su cabeza a mi brazo.

-Tranquila, calmate y podremos hablar como personas civilizadas. - después de unos minutos su llanto cesó pero aún así su cuerpo se siente resentido.

Todavía no puedo creer que yo estoy haciendo esto, siempre me a irritado escuchar a las mujeres llorar así que las alejo de mi pero con ella todo a sido diferente desde un principio, desde que me dio esa cachetada.

-Viendote ahora, no pareces la chica que se atrevió a darme una cachetada. - sus ojos se abren como dos limones y eso me causa mucha gracia y comienzo a reír es tan divertido molestarla pero no me esperaba que su rostro se pusiera como un tomate. - ¿ Que sucede? - ella cubre su rostro avergonzado y me parece de lo más tierno.

-Es que... Tienes una risa muy bonita. - y ahora el que tienes los ojos grandes como Limón soy yo, ella aunque no se dé cuenta me a regresado el golpe.

El matrimonio del mafioso depredador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora