Pretend

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"Su orgullo es lo suficientemente grande como para admitir que está al borde del colapso mental."

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Está temblando, no es por frío, mucho menos por miedo, pero las reacciones involuntarias de su cuerpo son incontrolables cuando su piel está siendo quemada por culpa de la composición alterada de la lluvia; es ácido, y duele, pero no lo admitirá. Sus manos temblorosas se ubican en las dos flechas que se han clavado en su pierna, tomando aire unos segundos antes de sacar ambas de golpe, sintiendo el filo lastimar aún más su pierna si era posible, dejando las heridas abiertas sin importarle la gran cantidad de sangre que brota de estás.

No ha sido un día sencillo, es evidente, y un par de manos extras no le vendrían mal, pero no puede recordar a nadie, por mucho que lo intentó, no es capaz de recordar nada que pueda ayudarlo en este momento, entonces debe trabajar con lo que tiene. Come un poco para que su vitalidad aumente, siendo la sanación un proceso lento tomando en cuenta todo el daño que recibió en tan poco tiempo. Necesitaba amatista, se supone que sería algo rápido, buscaría una cueva y se adentraría de inmediato en busca del material; sin embargo, las cosas se complicaron.

Cierra sus ojos mientras busca relajar su respiración agitada, pero frunce el ceño al escuchar los fuertes truenos de la tormenta de lluvia ácida, bajando sus orejas algo sensibles por los estruendos. Como si no fuera poco, los truenos no son lo único que escucha, pues sobre él hay una gran cantidad de bichos que aumenta con el pasar de los segundos; quedarse en un solo lugar es entregarse a la muerte, pero no puede hacer mucho, no cuando la lluvia lo mataría, si es que los bichos no lo matan primero.

Y Spreen no quiere morir.

Chasquea la lengua mientras intenta reincorporarse, se mueve lento, pero una vez está de pie y su cabeza choca contra el techo de piedra, decide tomar su pico para minar los alrededores y ampliar el hoyo que ha creado como refugio provisional. Quiere trazar una estrategia para escapar de allí, pero no tiene nada, estaba intentando regresar a su base ante la falta de enderpearls, por lo que no tiene, y la lluvia no le dejaría regresar por la superficie; la mejor opción sería permanecer hasta que la lluvia pase, pero ya lleva bastante tiempo y no parece que quiera cesar.

Sus orejas saltan ante un trueno lo suficientemente cerca como para sobresaltarlo, gruñendo antes de dejar su pico y limpiar su inventario para hacer tiempo; aún está sanando, pero si se presentaba la oportunidad de escapar, la tomaría de una.

Te ves nervioso, experimento 110 — la voz resuena como un eco en su cabeza, en un principio le resultó extraño, se escucha como si estuviera su lado, pero cuando sus ojos buscan el origen de aquella voz de tono burlón y orgulloso, no puede encontrar rasgo alguno de esta; claro, el doctor casi siempre hablaba sobre sus avances, pero jamás lo había hecho directamente hacia él, buscando una conversación — Tómatelo con calma, tranquilízate y disfruta — pero a pesar de no poder verlo, Spreen (no Experimento 110, ese jamás iba a ser su nombre) puede sentir su sonrisa, el cómo disfruta de presionarlo y llevarlo hasta el límite sin importar si eso le llevaba a la muerte.

En primeras busca ignorar sus burlas, abriendo un hoyo pequeño para observar como estaba la situación pero asegurándose de que fuera seguro; la lluvia continuaba y varios bichos se acercaban al acecho. Sin embargo, quedarse callado nunca fue su estilo, así que con una sonrisa para respaldar su punto, dijo:

'Toy de chill 'toy de chill, alíen de mierda — contestó con tono arrogante, limpiando los rastros de sangre que quedaron en su piel una vez la sanación ha terminado, organizando su inventario de manera ansiosa; aún necesita la amatista para craftear la llave carótida, pero lanzarse a por ello en esa situación sería entregarse a la muerte — 'Toy de chill... — dijo ahora con un tono más bajo, con su sonrisa desvaneciéndose lentamente; tal vez intentando convencerse a sí mismo.

Pero cada día que pasa, las cosas se complican para él; la presión y el estrés se hacen mayor y sus probabilidades de sobrevivir se reducen por cada cambio que implementan. Necesita escapar, pero está atado a ese lugar, cumpliendo con las peticiones de los alíen mientras ellos manipulan su mente, sus recuerdos y su sistema, alterando su ADN. Tiene que continuar, pero por mucho que no quiera admitirlo, si aquello continua así, en algún punto perecerá.

No se los va a dejar fácil.

Experimento 110 | SpreenWhere stories live. Discover now