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El ruido del teléfono hizo a Félix abrir los ojos de golpe, y es que no estaba en su cama era un lugar diferente no era la casa de Minho tampoco era su casa era un lugar extraño.

Sin embargo cualquier pensamiento que pase a por su cabeza se esfumó cuando los recuerdos de el día anterior lo golpearon como un latigo.

Los besos, el desnudo compartiendo la cama con ese hombre.

Inmediatamente se alejó de el ya que aún lo abrazaba lo despertó y se levanto rápidamente, sin embargo tan pronto como intentó levantarse sus piernas no respondieron y calló al suelo sobre su trasero provocando un ruido sordo.

El Alfa se levanto e inmediatamente fue a levantarlo, mientras Félix sollozara como un niño pequeño cuando Hyunjin lo cargo de forma nupcial riendo por lo bajo.

—Ya deja de llorar, está bien es algo normal— le limpio las lagrimas de los ojos

—Duele mucho— gimio el pecoso con un pequeño puchero en los labios como si fuera un niño.

—Lo siento por eso,— le miro los labios porque eran muy hermosos sus labios aunque ahora estaban más hinchados, le dio un pequeño beso en la mandíbula. —Tengo que irme a trabajar, pero puedes quedarte aqui. O puedes irte estare muy ocupado el día de hoy hasta muy tarde.—

Félix fruncio los labios y negó con la cabeza, sabía que Hyunjin y el no debían involucrarse más de lo que ya lo habían hecho. Así lo dijo el Alfa y el aún no podía mirarlo a la cara sin recordar lo que pasó antes de eso. Era muy vergonzoso

—M-me voy a ir.— murmuró y volvió a poner los pies en el suelo.

Todo su cuerpo tembló y el dolor se extendió desde su cadera hasta sus piernas. Era como si le hubieran quebrado cada hueso del cuerpo con un martillo porque dolía horriblemente.

Sin embargo salió del departamento por su propio pie aunque iba caminando muy despacio porque todo su cuerpo estaba adolorido.

No necesitaba despedirse del alfa, eso no era el trato entre ellos considerando que no cenado ni mucho menos había desayunado. Su estómago rubia como un león en repetidas ocasiones.

Dobló en la esquina del edificio y había una cafetería a tan sólo unos pasos de el cuando el claxon de un auto sino repetidas veces llamando su atención.

Casi se tropezó con sus propios pies al ver a Hyunjin, ahora luciendo un traje negro con ley es obscuros pero aún con eso feliz podía sentir su mirada que lo devoraba como si fuera algo de comer.

—Sube..— ordenó deteniendo el automóvil y Félix se sentó en el asiento del copiloto. —Es de muy mala educación no decir adiós, un gracias no vendría nada mal— demandó sonrojando a el menor.

—G-gracias— murmuró y el alfa sonrio complacido.

Era muy divertido ver esa imagen siempre.

Era muy divertido ver esa imagen siempre

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⌗Frenesí⌗ ✧Hyυnlιх✧   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora