Capítulo 11

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Aviso: La portada no me pertenece, ha sido realizada por la artista @fery_dds.

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La sensación de dolor y desesperación era agobiante. Las ganas de llorar afloraban por cada centímetro de su piel. Su cuerpo comenzó a temblar, reviviendo una y otra vez los traumas de años atrás.

Law había reparado en que Serah, ahora tumbada en su cama, estaba tensa. La chica había aceptado su invitación de nuevo y se había tomado la libertad de invadir el camarote del capitán. Pero rato después de dejar de hablar porque él seguía estudiando unos planos, ella se había quedado dormida sobre el blando colchón.

El hombre quiso acercar la mano y despertarla con cuidado, pero vio las enormes ojeras que tenía bajo los ojos, posiblemente llevaba días sin dormir apenas. No era el momento de interrumpir su sueño, pero tenía que hacer algo para apaciguarlo. Y tuvo la idea de solucionarlo con algo fuera de su normal comportamiento.

Pero ya había roto esos límites con ella horas antes, haciendo contacto físico. Ya había demostrado una vez su cariño en voz alta, si ella despertaba en mitad de la noche, tampoco iba a ser una sorpresa ver aquello.

Con cuidado la movió un poco a un lado de la cama, y luego de descalzarse, se acomodó a su lado, la almohada era suficientemente larga para ambos. Dudó unos segundos, pero luego de continuar viendo cómo temblaba, la acunó en su pecho lentamente, para no perturbar su sueño en exceso.

Después de unos instantes, ella se removió bajo sus brazos, y Law se quedó estático pensando en que despertaría y probablemente se pusiera nerviosa –o lo mandaría a la mierda– después de verlo así de cerca.

Nada de eso pasó, Serah se acomodó de nuevo en su nueva almohada, algo más cálida, y siguió durmiendo dejando de temblar progresivamente. El capitán la observó un poco más, hasta que decidió que era momento de cerrar también un poco los ojos.

¿Cuántos años hacía que no dormía junto a alguien?

Vino a su mente esos días en los que dormía en la casa del viejo Wolf junto a Shachi, Penguin y Bepo. Había tenido una infancia muy desgraciada, al igual que ella. Conocer a sus amigos fue prácticamente su salvación.

No todos tenían dicha suerte. Había gente que tenía la desgracia de vivir siempre sumida en un mundo de oscuridad, así era su vida en la familia Donquixote.

Recordó las últimas palabras que le había dedicado Corazón antes de ser asesinado por su hermano.

Él ya era libre.

Había encontrado un sitio donde vivir y disfrutar de la vida. Siguió aprendiendo medicina, como si su existencia dependiera de ello, entrenó cada día, se hizo más fuerte junto a sus amigos.

Partieron de la Isla Swallow hacía ya tantos años, sin mirar atrás. Y sólo regresaría a visitar a Wolf cuando Doflamingo estuviera entre rejas.

Se sentía orgulloso de sus logros, pero no era suficiente. Debía vengar a su amigo, el que arriesgó su vida por salvar su enfermedad. Llevaba mucho tiempo con aquel veneno devorando su corazón.

Apenas quedaban unos días para pisar Dressrosa, y mañana se reunían por fin con los Sombrero de Paja.  Estaba ansioso y nervioso por ambas partes. No sabía qué sería de él en apenas 72 horas.

Volvió a abrir los ojos y observó el sueño tranquilo de Serah. Su respiración elevaba su pecho lentamente, notaba sus latidos calmados contra su piel. Parecía descansar tranquila.

El olor que provenía de su cabello era agradable, nunca había prestado atención a esos detalles. No era especialmente fanático de las flores, pero ese leve aroma a lavanda le gustaba.

All eyes on me [Law x OC]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن