All eyes on me [Law x OC]

Capítulo 33. Final

Nota: Feliz Navidad a todas!!! Espero que paséis buena noche con la familia (o con quién sea, incluso solas). Un besito y gracias por leer. <3

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–He dicho que no te atrevas a tocar a mi capitán, jodida vieja –rugió esa figura ante la mirada estupefacta de todos los piratas.

El campo de batalla era bastante amplio, los dos bandos seguían en su particular pelea encarnizada. Los aliados de Luffy se encontraban en el extremo oriental contra los Piratas Bestia y algunos de sus comandantes más fuertes.

Big Mom había elegido el centro del castillo para pelear contra el cirujano de la muerte y Eustass Kid, siendo observados por la totalidad de los piratas. Por ello cuando la Emperatriz fue atacada de forma tan salvaje todos enmudecieron ante la escena.

Los piratas Heart acababan de llegar corriendo a ayudar a su capitán, que aún se mantenía en el suelo. Bepo lo cargó con cuidado pero Law pidió que se detuviera, no entendía lo que estaba pasando. Sus subordinados querían huir cuanto antes de la escena, pues la sola presencia de Big Mom ya era bastante intimidante.

–¡Buscad a Serah! –había ordenado el hombre señalando hacia donde aún había una buena mancha de sangre en la pared.

–Juro que te desollaré y luego me comeré tu corazón aún palpitante.

Pero ni Shachi ni Penguin pudieron dar un paso más, pues sus piernas junto al resto de la tripulación se pusieron a temblar al escuchar de nuevo esa voz hablar.

–¿¡Qué está pasando!? –vociferó el moreno hacia aquella misteriosa figura que ya comenzaba a distinguirse al desaparecer el polvo por las corrientes de aire.

No tenía nada que envidiar a Big Mom con sus cinco metros de altura. Aún permanecía de espaldas, un fino velo oscuro unido a su cabeza –donde una vez estuvo su cabello– cubría su espalda desnuda con un enorme tatuaje del logo de los piratas Heart, su piel era amarillenta y cubierta de duras escamas. Ella se había girado hacia el grupo de piratas que gritaba en su dirección.

Sus largos brazos estaban decorados con dos enormes aletas verdosas además varios agujeros que atravesaban la piel de un lado a otro, y finalizaban en unas grandes manos con membranas cual pez y afiladas garras. Su boca era una larga hilera de colmillos blancos y duros cual metal.

No llevaba ropa alguna, pues al transformarse había roto todo a su paso. Sus senos ahora eran simples bultos redondos escamados sobre una larga figura con musculosas piernas –también con garras–, y una larga cola al final de su columna vertebral.

Sus ojos brillaban intensamente bajo la luz de la luna, tan rojos como la sangre. Esa mirada carmesí chocó contra la gris de Trafalgar Law, que parpadeaba una y otra vez, intentando entender. Su corazón iba tan fuerte, ya casi había olvidado el dolor de sus huesos rotos.

–¿Serah..? ¿Eres tú? –preguntó en voz baja.

La mujer en su forma monstruosa mostró una siniestra sonrisa decorada con esa hilera de afilados dientes alargados.

–¿Qué significa esto? –dijo Big Mom muy enfadada, levantándose del suelo– Chiquilla, ¿has comido una Zoan mítica?

–Quién sabe, tal vez ese maldito noble mundial no fue tan inútil como aparentaba –rió la criatura.

Un murmullo se levantó entre el grupo de piratas.

–Parece una…

–Es un.. ¡Monstruo!