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Un niño con ojos color sangre, su cabello revuelto y una cara de emoción que se identificaba desde la distancia, corría entre los pasillos del inmenso palacio de su padre cuidaba. Los guardias reales reían ante las acciones del menor que era gritar por los pasillos, anunciando su presencia por todo el lugar.

Las servidumbre estaba acostumbrada a la hiperactividad del niño, estaban acostumbrados a recoger los desastres que el niño dejaba en su estela de energía de niño demonio.

Llegó rápido a al sala principal donde su padre descansaba en su trono.

- PAPÁ!!!!

- Rooo no - y antes de decir que no corriera, se tropezó contra el suelo. Un fuerte golpe seco se escuchó en la sala, llamando la atención de los guardias y servidumbre cerca, pero el niño se levantó sin rasguño alguno y siguió corriendo hacia su padre que río ante la actitud de su hijo.

- Ro.. que habíamos dicho sobre..

- ya se, somos de la realeza y debemos comportar

- eso... ahora ponte a lado mío, vendrá alguien importante

Roier hizo caso, caminando a su asiento pequeño a lado de su padre. Miro el asiento donde debía estar su madre suspiro algo triste. Su madre era una mujer ocupada, casi nunca estuvo con él, y las veces que estuvo, solo le reprochaba el porque no nació niña. Su madre venía de una familia matriarca, donde gobernaban un pequeño lugar en el infierno.

Agachó la mirada, para luego mirar a la puerta que se abría poco a poco, dando paso a un soldado con marcas de guerra, algunas viejas otras más recientes. Y detrás de este, un niño cubierto al completo de negro con rojo, le seguía como si fuese un soldado.

Miro a su padre el cuál parecía algo enojado.

- Buenas tardes.... señor Halo!

El soldado se inclino en reverencia y el niño lo imitó.

- buenas tardes mi señor!

- habíamos dicho que... era tu hijo skeppie el que tomaría la mano de mi hijo...

Roier abrió los ojos para luego reír de los nervios.

- lo se mi señor, pero había dicho que quería los mejor de lo mejor

- y skeppie es tu hijo mayor, y con medallas en su  nombre..

- lo sé señor... pero le prometo dar lo mejor de la familia Halo...e aquí está mi señor!

Vegetta, como se llama su padre, alzó la ceja ante la duda.

- Que mejor es tu hijo menor que skeppie?

- en todo aspecto señor! - miro hacia el rey, dejando paso a su hijo.

El niño dio una reverencia nuevamente.

- mi nombre es BadBodHalo, hijo menor del Capitán en jefe de la armada de Sangre dorada, hijo de la duquesa del demonio blanco-

Vegetta le analizo un momento.

El demonio blanco era una mujer altamente fuerte, tanto en magia como energía. Eran de los pocos demonios que tenían una resistencia ante los ataques a los angeles.

Roier miro a su padre, también sabia sobre le demonio blanco, su madre también era de las pocas que tenían esa fuerza, por eso tuvo un hijo con ella, y sabía que la relación de su padre con su madre era meramente por necesidad. Pero a veces deseaba tener una familia.

- bien... los niños deben empezar a conocerse... así que, que se vayan, negociaremos el término del matrimonio -

Roier corrió sin esperar más, tomando la mano de Bad bruscamente para jalarlo fuera de la sala.

Bad se sorprendió de la rudeza del príncipe, pensando que sería más tranquilo.

- ven!!! Conocerán mi castillo y te gustará, lo sé!!

- ammm!!.. wait!!! Slowlyyy!



Pasaron los años, donde Bad y Roier jugaban juntos, visitaban las casas del contrario y entrenaban juntos.

Sin duda alguna Bad era extremadamente bueno en pelea cuerpo a cuerpo, incluí le sorprendió que pudo obligarlo a rendirse.

- mierda...

- lenguaje!

- Bad sabes que nunca podré dejar de decir groserías wey

- cierto... pero aún así te he visto en las fiestas...

- duh! Porque eres...ya sabes..

Bad asintió con un sonrojo, ambos no tocaban el tema, porque durante esos años, habían descubierto facetas del otro que a pesar de su eran sumamente interesantes, solo se veían como amigos cercanos.

- Supongo que no podremos parar la boda....

- digo... eres agradable Roier... pero te veo más...

- como carnales - completo roier.

Ambos se miraron para luego caer en risas. La situación de alguna forma de incomodaba a ambos, pero siempre Roier trataba de relajar el ambiente o Bad simplemente estallaba en risa para aligerar el ambiente.

Se llevaban bien, muy bien, pero no para casarse.






- recuerda... no los mires a los ojos ..- Vegetta miraba a su hijo el cuál jugaba con sus manos del nerviosismo. Bad puso su mano sobre el muslo de Roier tratando de aliviarlo pero no funcionaba mucho.

- me alegra saber que se llevan bien - dijo Vegetta, tratando de sacar la situación pesada que estaban a punto de tener.

Bad y Roier se miraron para sonrojarse y negar.

- papá!!

- señor De luque...

- no se escondan en mi presencia, su relación debe ser buena para su matrimonio, asi que me alegra que estén ahí para ambos...- dijo este último en un tono algo más triste.

Ambos chicos entendieron lo que decía, sabiendo la historia del rey.

Cuando llegaron, al punto de reunión, varios reyes del infierno estaban presentes, Vegetta se puso entre ellos mientras Roier se quedaba a lado de su padre, con Bad detrás suyo, como su guardia personal.

El rey de los incubos miro de reojo al Roier, pasando una vista delicada al cuerpo del menor, relamiendo sus labios.

Bad miro aquel acto con desagrado, despues informaría al rey.

Se abrió un portal enfrente de ellos, con palabras aludiendo hacia los ángeles y el cielo, Roier lo sabía, había estudiado mucho para leer esas cosas, y Bad tratan de entender, ya que Roier le ayudaba estudiar esto.

Del portal se asomaron arcángeles, querubines, y serafines, ya algunos otros tipo de ángeles.

- que la reunión comience...

Anuncio uno de los demonios, y alo angeles asintieron, siendo un querubín el que represento el lado de cielo, mientras que Vegetta represento el lado de del infierno.

Vegetta miro de reojo a un serafin, uno dorado, con ojos verdes quein también le devolvió la mirada.



∆§×•INVOCATION•×§∆ | Guapoduo & 4haloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora